El terrorismo isl¨¢mico lleva la muerte a Londres
Las autoridades informan de la muerte de 38 personas y de 700 heridos, 45 de ellos graves
Todos sab¨ªan que iba a ocurrir un d¨ªa u otro. Ese d¨ªa fue ayer: el 7 de julio de 2005. El 7-J, Londres vivi¨® un ataque terrorista en cadena que caus¨® 38 muertos y cerca de 700 heridos, 45 de ellos de gravedad, seg¨²n los datos facilitados por la polic¨ªa. Fue un ataque inspirado en el que ensombreci¨® Madrid un 11 de marzo de 2004. Y como entonces, cuidadosamente planeado para hacer da?o humano y pol¨ªtico.
Londres a¨²n saboreaba la victoria de su designaci¨®n ol¨ªmpica y su primer ministro, Tony Blair, acog¨ªa en Escocia a los l¨ªderes de las grandes potencias econ¨®micas del planeta, incluido el presidente de EE UU, George W. Bush. Blair, que vol¨® a media ma?ana a Londres, atribuy¨® los atentados a terroristas isl¨¢micos, pero sin precisar su vinculaci¨®n a un grupo concreto.
La polic¨ªa no confirm¨® hasta las seis de la tarde el n¨²mero de v¨ªctimas
"Fue como un sue?o surrealista. Horroroso, como una pel¨ªcula de terror"
Horas despu¨¦s, el ministro de Exteriores, Jack Straw, fue m¨¢s preciso: "Llevan el sello de un ataque vinculado a Al Qaeda". El ministro asegur¨® que ni la polic¨ªa ni los servicios de inteligencia hab¨ªan recibido advertencias. El atentado fue reivindicado por un grup¨²sculo, hasta ahora desconocido, la Organizaci¨®n Secreta del Grupo de Al Qaeda de la Organizaci¨®n Yihad en Europa.
Los terroristas se inspiraron en Madrid al golpear cuatro veces consecutivas en el sistema p¨²blico de transporte. Pero esta vez, los tres primeros atentados fueron en el metro, en el interior de t¨²neles, y no en trenes circulando a cielo abierto. En estos tres atentados se produjeron al menos 35 muertos. Otras dos personas murieron poco despu¨¦s al explotar una bomba en un autob¨²s. El n¨²mero 38 falleci¨® anoche en un hospital. No se dieron detalles.
La polic¨ªa confirm¨® el uso de explosivos, pero no especific¨® si se trataba de atentados suicidas o de bombas depositadas en el lugar de las explosiones. Anoche se puso en marcha una vasta operaci¨®n policial para capturar a las personas vinculadas con esta acci¨®n.
El primer atentado se produjo a las 8.51 de la ma?ana (una hora m¨¢s en la Espa?a peninsular) en un vag¨®n de metro de la l¨ªnea Hammersmith & City que circulaba desde la estaci¨®n de Liverpool Street hacia la de Aldgate East. Primero se crey¨® que se trataba de una explosi¨®n producida por una sobrecarga de la red el¨¦ctrica, pero luego se supo que hab¨ªa sido un atentado. Murieron siete personas.
El segundo atentado ocurri¨® a las 8.56 en un convoy de la l¨ªnea Piccadilly atestado de pasajeros que viajaba entre las estaciones de King's Cross y Russell Square. Perdieron la vida 21 personas.
Fiona Trueman, de 26 a?os, una empleada de la cadena de televisi¨®n Sky News que viajaba en el segundo vag¨®n explic¨® el p¨¢nico y al mismo tiempo la calma con que se vivi¨® al atentado, c¨®mo permanecieron 15 minutos en el vag¨®n a oscuras y sin apenas poder respirar hasta que empezaron a desalojar el convoy por la puerta trasera. "Fue como un sue?o surrealista. Horroroso, como una pel¨ªcula de desastres. Nunca te imaginas estar en medio de algo as¨ª y en lo ¨²nico que piensas es en poder salir fuera".
La tercera explosi¨®n ocurri¨® a las 9.17 en la estaci¨®n de Edgware Road, de la l¨ªnea Bakerloo, en un barrio con gran presencia de musulmanes. El tren estaba saliendo de la estaci¨®n con direcci¨®n a Paddington cuando estall¨® la bomba, abriendo un gran agujero en el suelo y un boquete en la pared que separa los dos andenes, afectando a otro convoy estacionado en la otra v¨ªa. Murieron siete personas. Fue entonces cuando se suspendi¨® el servicio en todo el metro.
Pero la cuarta bomba no explot¨® en el metro, sino en un autob¨²s de dos pisos de la l¨ªnea 30 que viajaba entre King's Cross y Russell Square, a la altura de Tavistock Place, a las 9.47. La polic¨ªa no confirm¨® hasta cerca de las seis de la tarde el n¨²mero de v¨ªctimas en este atentado, que resultaron ser dos, aunque el silencio policial hizo pensar que pod¨ªan ser muchas m¨¢s. ?sta es una zona tur¨ªstica, cerca del Museo Brit¨¢nico, y se cree que varios turistas pueden estar entre los heridos y quiz¨¢, entre los muertos.
Tras este atentado se suspendi¨® todo el transporte p¨²blico en el centro de Londres, en las llamadas zonas 1 y 2, y la polic¨ªa pidi¨® a la poblaci¨®n que se quedara donde estaba en ese momento y evitara los desplazamientos que no fueran imprescindibles. La ciudad vivi¨® los atentados con una sobresaliente calma. Aunque la red de tel¨¦fonos m¨®viles qued¨® colapsada, la entrada a Londres se produc¨ªa con normalidad y trenes y autobuses volvieron a funcionar a media tarde, aunque de manera precaria, para facilitar el regreso a casa de los londinenses que viven en la periferia y que estaban ya en el centro en el momento de los atentados. El metro segu¨ªa cerrado anoche.
Londres sab¨ªa que iba a padecer un atentado. El entonces jefe de Scotland Yard, sir John Stevens, declar¨® en marzo de 2004 que eso era algo "inevitable". La polic¨ªa aconsejaba a los londinenses que vivieran "alerta, pero no alarmados". Como el 11-M, los terroristas han elegido la fecha con gran cuidado. Escogieron el momento en que Tony Blair, su gran enemigo pol¨ªtico por su entusiasta apoyo a Estados Unidos en la guerra de Irak, recib¨ªa en Gleneagles, en Escocia, a los jefes de Estado y de Gobierno de EE UU, Jap¨®n, Canad¨¢, Alemania, Francia, Italia y Rusia.
Blair estuvo a punto de suspender la cumbre del G-8, pero a petici¨®n de sus hom¨®logos opt¨® por mantener los trabajos. Ley¨® una breve declaraci¨®n y vol¨® despu¨¦s a Londres, donde asisti¨® a una reuni¨®n urgente del comit¨¦ de emergencia del Gobierno. Luego se dirigi¨® al pa¨ªs por segunda vez, en esta ocasi¨®n desde Downing Street.
Significativamente, Blair dio "la bienvenida a la declaraci¨®n que ha realizado el Consejo Isl¨¢mico de Gran Breta?a". "Sabemos que esa gente act¨²a en nombre del islam", dijo en referencia a los terroristas, "pero sabemos tambi¨¦n que la vasta y abrumadora mayor¨ªa de musulmanes, aqu¨ª y en el extranjero, son gente decente y cumplidora de la ley que aborrece cada segmento de este acto de terrorismo tanto o m¨¢s que nosotros".
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