La Junta andaluza aprueba un Reglamento Taurino divergente

El nuevo Reglamento Taurino de Andaluc¨ªa, que entrar¨¢ en vigor la pr¨®xima temporada, modifica sustancialmente la normativa nacional, de acuerdo con las exigencias de los sectores implicados. Entre otros cambios, contempla la posibilidad de que los aficionados puedan ser presidentes, desaparece el concepto de "trap¨ªo", se dulcifica la suerte de varas, el n¨²mero de puyazos depende del criterio del torero, se ampl¨ªa el tiempo de la faena de muleta, se ampl¨ªa el indulto a las plazas de tercera y se responsabiliza al ganadero del posible afeitado.

"El nuevo Reglamento Taurino andaluz pretende adaptar la fiesta de los toros a las necesidades del siglo XXI y a las exigencias de sus protagonistas: toreros, ganaderos, empresarios y aficionados". As¨ª define la consejera de Gobernaci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa, Evangelina Naranjo, el borrador de la nueva normativa taurina.

En uso de las competencias exclusivas de la Comunidad Aut¨®noma y de acuerdo con una moci¨®n aprobada por unanimidad en el Parlamento regional, el Gobierno abri¨® en noviembre del pasado a?o un amplio proceso de di¨¢logo y recepci¨®n de propuestas e ideas en el que han participado m¨¢s de cien colectivos y personas de los sectores fundamentales del espect¨¢culo taurino. El nuevo texto recoge el 90% de las iniciativas presentadas y contiene numerosos cambios importantes que responden a los intereses de los llamados "taurinos".

A pesar de todo, Naranjo, que se considera aficionada pero no experta, afirma que no est¨¢ en peligro ni la afici¨®n ni el toro bravo. "Creo que con algunas propuestas incluidas en el Reglamento", afirma, "podemos conseguir que el toro se mueva m¨¢s, sea m¨¢s arm¨®nico y que su peso y su encaste le permitan bailar m¨¢s". Tiene claro, no obstante, que "este Reglamento supone una apuesta por la divulgaci¨®n de la fiesta taurina y un mayor compromiso y responsabilidad por parte de todos".

No cree la consejera que la fiesta est¨¦ en crisis ("eso se dice cada 10 a?os, pero no es verdad"), y reconoce no tener muy claro d¨®nde residen los males del espect¨¢culo taurino: "?se es un tema muy complicado", asegura, "yo no quiero responsabilizar a nada ni a nadie, pero creo que uno de los males es la decepci¨®n que sufren los aficionados en las ferias importantes; otros pueden ser la falta de entendimiento entre distintos sectores, ciertas actitudes monopolistas, el inter¨¦s de algunos de encasillar la fiesta en un determinado nivel social o la alarma ante los detractores del espect¨¢culo".

Rechaza Naranjo que la Junta de Andaluc¨ªa haya claudicado ante los "taurinos". "A pesar de lo que piensen algunos", afirma, "la Administraci¨®n p¨²blica no puede ser protagonista, y se debe limitar a divulgar y salvaguardar la tradici¨®n cultural, y la fiesta de toros lo es en Andaluc¨ªa y en Espa?a". Asimismo, est¨¢ convencida de que el nuevo Reglamento aporta soluciones a los problemas del espect¨¢culo taurino: "Yo estar¨ªa preocupada", dice, "si el texto hubiera sido plenamente aceptado por los cuatro sectores o uno de ellos mostrara una satisfacci¨®n al cien por cien, pero el ¨¦xito es que hemos alcanzado el consenso entre todos".

La consejera resta importancia a la desaparici¨®n del concepto "trap¨ªo" porque "se trata de un concepto indeterminado que no ha aportado beneficios al espect¨¢culo". Asegura que han sido muy valientes al modificar la suerte de varas "porque la potestad la tendr¨¢ el torero, y el p¨²blico decidir¨¢ si ha llevado correctamente la lidia", y a?ade, sorpresivamente, que, al suprimirse los 10 minutos de duraci¨®n de la faena y que el primer aviso suene a los tres minutos del primer pinchazo, "se pretende reducir la agon¨ªa del toro y evitar escenas demasiado sangrientas".