Preparando los PGE 2006
A finales de septiembre el Gobierno presentar¨¢, como manda la ley, el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2006 (PGE-2006). Hasta entonces no tendremos el detalle de las cifras, pero desde que, a primeros de junio, el Gobierno present¨® en el Congreso el techo de gasto del Estado para 2006, se van conociendo sus intenciones en materia de pol¨ªtica fiscal. Los datos oficiales, u oficiosos, disponibles podemos resumirlos en los siguientes puntos: el Gobierno renueva su compromiso con la estabilidad presupuestaria y propone pasar de un super¨¢vit para el conjunto de las AAPP del 0,1% del PIB en 2005 al 0,2% en 2006; esta mejora de una d¨¦cima provendr¨ªa del Estado, cuyo d¨¦ficit se reducir¨ªa desde el 0,5% en 2005 al 0,4% en 2006, mientras que el resto de las AAPP se mantendr¨ªa sin cambios (d¨¦ficit del 0,1% del PIB para las administraciones territoriales y super¨¢vit del 0,7% para la Seguridad Social); el techo de gasto del Estado para 2006 es un 7,6% superior al del a?o en curso, y se prev¨¦ que los ingresos aumenten un 9%; el cuadro macroecon¨®mico en el que se inscriben estos objetivos no se conoce todav¨ªa, pero hemos le¨ªdo en la prensa que se considera un crecimiento del PIB del 3,2-3,4% en t¨¦rminos reales y del 6,6% al a?adir el aumento de los precios.
Podr¨ªamos decir que el sector p¨²blico se ha sumado a la fiesta del sector privado
De todo lo anterior se deduce que poco va a cambiar la orientaci¨®n de la pol¨ªtica fiscal respecto a lo que estamos viendo en los ¨²ltimos a?os con Gobiernos distintos: las AAPP se encuentran con unos ingresos que crecen notablemente por encima del PIB y de lo previsto en sus presupuestos (como muestra, ah¨ª est¨¢n los datos del Estado hasta junio) y con una constante disminuci¨®n de los pagos por intereses de la deuda; el amplio margen que da todo esto se dedica a aumentar el gasto p¨²blico, excluidos intereses, notablemente por encima del PIB (y a¨²n as¨ª algunas CC AA dicen que tienen d¨¦ficit porque no pueden hacer frente a los gastos sanitarios). Este gasto genera mucho empleo p¨²blico, con lo que todo parece ir sobre ruedas. Este comportamiento del sector p¨²blico no es sino el reflejo del patr¨®n general de la econom¨ªa espa?ola basado en un exceso de gasto y que tanto se viene criticando como insostenible. Podr¨ªamos decir que el sector p¨²blico se ha sumado a la fiesta del sector privado.
Ahora bien, el sector p¨²blico no puede sumarse a la fiesta, ya que su papel es vigilar que la fiesta no acabe de mala manera, es decir, debe ejercer su papel de estabilizador de la econom¨ªa. A este respecto, algunos economistas y muchos pol¨ªticos aducen que lo apropiado para la actual coyuntura espa?ola es que la pol¨ªtica fiscal sea neutra, es decir, m¨¢s o menos como la que se est¨¢ practicando, debido a que el output gap, es decir, la diferencia entre el PIB observado y el potencial o tendencial, est¨¢ cercano a cero (v¨¦ase gr¨¢fico derecho) y, por tanto, la econom¨ªa no corre peligro de recalentarse. Yo opino que este concepto de output gap no sirve (el diferencial de inflaci¨®n con la zona euro y el elevado d¨¦ficit de la balanza de pagos nos indican que nuestra econom¨ªa est¨¢ bastante escorada), y por ello propongo un nuevo concepto, el demand gap, que refleja la desviaci¨®n de la demanda interna respecto al PIB potencial o tendencial. En el gr¨¢fico se ve que el demand gap se desv¨ªa por arriba m¨¢s de ocho puntos porcentuales respecto a la senda de equilibrio que le marcar¨ªa el PIB tendencial, lo que apoya la necesidad de una pol¨ªtica fiscal restrictiva. Digamos que para el a?o pr¨®ximo se deber¨ªa contemplar un super¨¢vit del orden de un punto porcentual del PIB.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.