El acero valenciano cruza los Pirineos

Ha pasado en poco m¨¢s de medio de siglo de ser un almac¨¦n de hierros a un grupo especializado en la transformaci¨®n y distribuci¨®n de productos sider¨²rgicos con implantaci¨®n en buena parte de Espa?a. Ahora cimenta su presencia exterior. El Grupo Ros Casares acaba de comprar su primera empresa fuera del pa¨ªs: la francesa Exma.

La intenci¨®n es que en 10 a?os la mitad de su facturaci¨®n proceda del exterior. Apuesta "clara y decidida", explica David Garc¨ªa-Arregui, director de estrategia corporativa. Y ambiciosa, si se tiene en cuenta que ¨¦ste dato ronda el 5% en la actualidad. "En Espa?a el crecimiento va a ser cualitativo", explica Juan Ignacio Bustinza, director de ¨¢rea del grupo valenciano. Ros Casares pretende que su esfuerzo en completar su red en Espa?a se combine ahora con el crecimiento exterior.

El grupo prepara la apertura de un centro en Polonia en 2006 y est¨¢ dispuesto a comprar tres o cuatro firmas en Europa en unos a?os

Para ello, el grupo ha definido tres grandes ¨¢reas de actuaci¨®n. La primera est¨¢ formada por Francia, los pa¨ªses del Benelux y Alemania. El primer paso en esta direcci¨®n se ha dado con la compra de Exma, firma francesa de distribuci¨®n de productos sider¨²rgicos especializada en tubo y en la transformaci¨®n de producto mediante tecnolog¨ªa l¨¢ser. Exma emplea a 70 personas y tiene tres centros en Francia, a los que se sumar¨¢n dos en los pr¨®ximos a?os. La operaci¨®n permite al grupo familiar valenciano atacar presencialmente por primera vez el mercado europeo e importar una tecnolog¨ªa nueva, l¨¢ser, a la que est¨¢n dispuestos a dedicar un esfuerzo inversor. Exma pertenec¨ªa a la firma espa?ola Condesa.

La operaci¨®n supone un desembolso de casi 13 millones. En esta zona, Ros Casares prefiere la compra de empresas consolidadas que tengan ya "una especializaci¨®n tecnol¨®gica y de producto", explican sus directivos. Mientras, en la segunda gran ¨¢rea, la de los nuevos socios europeos, cree en la implantaci¨®n propia y en el Mercosur se decanta por buscar socios locales.

Sobre la segunda zona de crecimiento exterior, en cualquier caso, el grupo valenciano construye un centro de distribuci¨®n en Polonia, que se prev¨¦ operativo en primavera de 2006. Entre una y otra zona, Ros Casares defiende su intenci¨®n de comprar tres o cuatro empresas en los pr¨®ximos a?os. Alemania est¨¢ en el punto de mira. "Despu¨¦s empezaremos a pensar en el desembarco en Brasil", explica Garc¨ªa-Arregui. El grupo, por el momento, ya ha abierto una oficina comercial en este pa¨ªs.

Creado en 1954, el Grupo Ros Casares ha ido a?adiendo a su negocio tradicional de distribuci¨®n y transformaci¨®n de productos sider¨²rgicos una apuesta decidida por la log¨ªstica. Otra l¨ªnea de trabajo est¨¢ relacionada con la construcci¨®n con materiales alternativos al hormig¨®n. "Nuestra voluntad es promover el uso del acero en la construcci¨®n", explica el director de estrategia corporativa. Y el proyecto estrella de esta l¨ªnea de trabajo es su participaci¨®n en el Palacio de Congresos de Oviedo, dise?ado por Santiago Calatrava.

Entre los puntos de inflexi¨®n de su evoluci¨®n, en 1990 cerr¨® una joint venture con el Grupo Thyssen, con la que cre¨® una empresa participada al 50% que a¨²n hoy mantiene. Otra apuesta en el desarrollo del grupo ha sido la aproximaci¨®n al peque?o industrial, a la pyme. Para ello, tiene m¨¢s de medio centenar de almacenes de venta en el pa¨ªs, que incrementar¨¢n en los pr¨®ximos a?os, ubicados generalmente en los pol¨ªgonos industriales.

En el apartado societario, por otro lado, el principal episodio arranca de 1984, cuando el grupo Aristrain compra el 50% de Ros Casares. En 1998, Aceralia Corporaci¨®n Sider¨²rgica (participada por Arbed) compra Aristrain y con ¨¦l su parte del grupo valenciano. La operaci¨®n brindaba la opci¨®n a la familia Ros Casares de recuperar la propiedad de su negocio, opci¨®n que aprovech¨®. El a?o pasado, Ros Casares acab¨® de pagar la adquisici¨®n, lo que le deja las manos libres para acometer su crecimiento exterior y su paulatina aproximaci¨®n al cliente final. Ros Casares emplea a mil trabajadores y cerr¨® un volumen de negocio de 840 millones en 2004.