Cambios en las naves para mejorar la seguridad

El Columbia se destruy¨® al final de su misi¨®n porque 16 d¨ªas antes, en el lanzamiento, un trozo de aislante del dep¨®sito principal de combustible golpe¨® el borde del ala izquierda de la nave. Al reentrar el transbordador en la atm¨®sfera terrestre, penetr¨® aire ultracaliente por la fractura que caus¨® ese trozo de gomaespuma, afectando a sistemas vitales. S¨®lo despu¨¦s de la tragedia se identific¨® debidamente el trozo de aislante que la provoc¨®. Por ello, pr¨¢cticamente todas las medidas emprendidas por la NASA para volver a dar luz verde a los vuelos de los transbordadores van encaminadas a la r¨¢pida detecci¨®n de desperfectos de la nave tras el lanzamiento, a reforzar los puntos m¨¢s d¨¦biles de ¨¦sta y a dotar a la tripulaci¨®n de medios para poder hacer reparaciones en ¨®rbita.

En este primer vuelo, los astronautas probar¨¢n unos prototipos de herramientas dise?adas para hacer reparaciones de las placas aislantes que recubren la nave y las zonas de protecci¨®n m¨¢s cr¨ªticas en la panza y el borde de las alas. Asimismo, el Discovery lleva una nueva extensi¨®n de m¨¢stil articulado con una c¨¢mara y sensores especiales para inspeccionar todo el exterior de la nave, ya que s¨®lo el brazo rob¨®tico est¨¢ndar de estas naves no alcanza todos los rincones. En el interior de las alas, una nueva red de sensores electr¨®nicos vigilar¨¢ si se han producido da?os.

Uno de los puntos d¨¦biles del sistema del transbordador que mayor esfuerzo ha supuesto para los ingenieros de la NASA, a la hora de mejorar la seguridad, ha sido el dep¨®sito exterior de combustible. El objetivo de la remodelaci¨®n ha sido reducir la cantidad y tama?o de los fragmentos de aislante que se desprenden en el lanzamiento, informa The New York Times. Varias docenas de modificaciones se han realizado en el dep¨®sito, incluidas nuevas formas de pulverizaci¨®n del recubrimiento t¨¦rmico.

C¨¢maras y radares

M¨¢s de un centenar de c¨¢maras instaladas alrededor de la plataforma de lanzamiento, en ella misma, en puntos del transbordador, del dep¨®sito de combustible y de los cohetes de propulsi¨®n laterales registraron todos los detalles del despegue ayer, para poder evaluar si se hab¨ªan producido desperfectos. Adem¨¢s, hab¨ªa c¨¢maras en aviones que siguieron el inicio del ascenso del Discovery y un nuevo sistema de radar para detectar los fragmentos de material.

Por si fuera poco, al aproximarse a la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS) ma?ana, el Discovery girar¨¢ a unos 200 metros de distancia de la base para que los dos tripulantes de la base orbital fotograf¨ªen la nave.

No es de extra?ar el empe?o de la NASA en documentar lo mejor posible cualquier desperfecto que pueda producirse en los lanzamientos. Los transbordadores, en el cuarto de siglo que llevan volando, ven¨ªan siendo sistem¨¢ticamente bombardeados por trozos de material desprendidos durante el lanzamiento, pero no se hab¨ªa dado demasiada importancia a este hecho hasta la cat¨¢strofe del Columbia.

En aquella ocasi¨®n, los datos que ten¨ªan los responsables del vuelo sobre la nave eran pobres, incluso la fotograf¨ªa del impacto del fragmento de gomaespuma en el ala lo era, y se determin¨®, mientras se desenvolv¨ªa la misi¨®n en el espacio, que no supon¨ªa peligro para la nave. Adem¨¢s, aunque se hubieran evaluado los da?os en el ala, los astronautas no llevaban a bordo medios para repararlos.