M¨¢s de 30 polic¨ªas y civiles iraqu¨ªes mueren en una cadena de ataques suicidas
Sadam Husein comparece ante el tribunal que juzga la represi¨®n de chi¨ªes y kurdos en 1991
Los atentados suicidas se suceden en Irak, la mayor¨ªa de las veces contra centros de reclutamiento de la polic¨ªa y el Ej¨¦rcito iraqu¨ª, sin soluci¨®n de continuidad. Ayer ocurri¨® en Rabea, una ciudad al norte de Mosul, en la que un terrorista deton¨® su cintur¨®n bomba. Al menos 26 aspirantes a vestir de uniforme murieron. Como fallecieron otros dos reclutas, cinco rebeldes, dos marines y otros dos civiles en varios ataques de la insurgencia contra patrullas estadounidenses en el tri¨¢ngulo sun¨ª y Bagdad, capital en la que el jueves compareci¨® ante el tribunal el ex presidente Sadam Husein.
Pasado el mediod¨ªa, cerca del Ayuntamiento de Rabea, localidad pr¨®xima a la frontera con Siria, el terrorista suicida hizo estallar los explosivos que llevaba en su cintur¨®n. Al menos 26 personas perdieron la vida en el acto, y las autoridades no descartaban que perecieran m¨¢s hombres debido a la extrema gravedad en que se encontraban algunos de los ingresados en varios hospitales de la regi¨®n. Mosul, a 400 kil¨®metros al norte de Bagdad, es la tercera ciudad de Irak, y se ha erigido, tras los asaltos del a?o pasado a Faluya, en uno de los principales baluartes de la insurgencia, compuesta en su gran mayor¨ªa por musulmanes sun¨ªes.
El reguero de v¨ªctimas mortales se extendi¨® por varias ciudades m¨¢s del triangulo sun¨ª y de la conflictiva provincia de Al Anbar. En Balad, 70 kil¨®metros al norte de Bagdad, un suicida estrell¨® su moto bomba contra un autob¨²s que transportaba a reclutas. Dos de ellos fallecieron. A unos cuantos kil¨®metros, en Samarra, muri¨® otro soldado iraqu¨ª tras explotar una bomba al paso de un convoy estadounidense-iraqu¨ª. En otra carretera cercana sucumbieron dos civiles tras explotar un artefacto casero dirigido contra una patrulla militar de EE UU. Cinco insurgentes y dos polic¨ªas perdieron la vida tras un enfrentamiento a tiros en un barrio del sur de Bagdad. Y dos marines fallecieron en Haditha, cerca de la frontera con Siria, en un ataque con granadas.
Ninguna iniciativa del Gobierno iraqu¨ª parece capaz de disminuir la ferocidad de rebeldes y terroristas. Los mandos militares de Estados Unidos han anunciado continuas detenciones de presuntos colaboradores y lugartenientes del l¨ªder de Al Qaeda en Irak, Abu Musab al Zarqaui. Ayer hicieron p¨²blica la captura, el mi¨¦rcoles en Mosul, de Amar Husein Hasan, supuesto jefe de Al Qaeda en esta ciudad. Hace s¨®lo un mes tambi¨¦n fue detenido su antecesor, Abu Talha. Pero los atentados, lejos de reducirse, ensangrientan a diario las calles iraqu¨ªes.
Proceso pol¨ªtico
El proceso pol¨ªtico -algunos parlamentarios afirman que la Constituci¨®n se votar¨¢ a mediados de agosto en la C¨¢mara, tal como estaba previsto- y la inminencia -seg¨²n asegur¨® recientemente el Gobierno- del juicio al ex dictador no surten efectos pacificadores. Precisamente el jueves, Sadam Husein compareci¨® de nuevo ante el juzgado para ser interrogado por las matanzas de civiles durante el levantamiento de los chi¨ªes, en el sur, y de los kurdos, en el norte, en 1991, despu¨¦s de la primera guerra del Golfo. El s¨¢trapa ya ha sido imputado por la masacre de decenas de chi¨ªes en el pueblo de Dujail, en 1982, donde Sadam sufri¨® un atentado frustrado.
Y si respecto a la seguridad la situaci¨®n es lamentable, la reconstrucci¨®n del pa¨ªs marcha a un ritmo exasperantemente lento. La producci¨®n de petr¨®leo, de la que depende la econom¨ªa iraqu¨ª, apenas supera hoy los dos millones de barriles diarios, y las promesas -incumplidas- de alcanzar los tres millones, como antes de la invasi¨®n, en marzo de 2003, se suceden desde hace un a?o.
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