"El m¨¢s irresistible de todos los impulsos"
Una locura ciega y transitoria. As¨ª define el enamoramiento la antrop¨®loga norteamericana Elen Fisher, de 59 a?os, una de las mayores especialistas en el estudio cient¨ªfico del amor. En su ¨²ltimo libro, 'Por qu¨¦ amamos' (Taurus), explica la trastienda de la qu¨ªmica de la pasi¨®n, el ¨¦xtasis amoroso y la agon¨ªa del desamor.
Los c¨®nyuges prometen amarse hasta la muerte. Pero usted dice que lo normal es que la cosa no dure m¨¢s de cuatro a?os.
S¨ª. La mitad de las separaciones se producen en los primeros cuatro a?os de matrimonio. Parece que es entonces cuando llega el momento de buscarse alternativas.
?Por qu¨¦ esa tendencia?
La pregunta es otra: ?c¨®mo es posible que seamos capaces de permanecer tanto tiempo unidos? El 97% de los mam¨ªferos no crea este tipo de t¨¢ndems. Entonces, ?por qu¨¦ lo hace el ser humano? Lo que es asombroso es el simple hecho de que nos emparejemos y seamos fieles, y el motivo que explica esta conducta es esa extra?a fuerza de atracci¨®n que llamamos amor.
Usted trata de desentra?ar ese fen¨®meno. ?C¨®mo hay que abordar semejante tarea?
Hemos utilizado tomograf¨ªas de resonancia magn¨¦tica nuclear para examinar a hombres y mujeres que presentaban todos los s¨ªntomas de enamoramiento severo con el objetivo de detectar en qu¨¦ ¨¢reas del cerebro se localiza la actividad amorosa.
?C¨®mo puede saber si alguien est¨¢ realmente enamorado?
S¨®lo tengo que preguntarle cu¨¢nto tiempo piensa en la persona amada. La respuesta m¨¢s habitual ha sido "el 95% del tiempo". Porque el amor es pura obsesi¨®n. Esa ansia, ese frenes¨ª, es el n¨²cleo del enamoramiento. Resulta extremadamente tenaz, casi imposible de controlar y es muy dif¨ªcil ponerle fin. Creo que el amor es el m¨¢s irresistible de los impulsos, mucho m¨¢s fuerte que el impulso sexual. Uno no mata a su pareja porque le haya rechazado en la cama. Pero son muchas las personas que asesinan a un antiguo amante porque les ha negado el amor, sobre todo hombres.
?Qu¨¦ es lo que ocurre en los cerebros de las personas en pleno ¨¦xtasis amoroso?
Al analizar a nuestros sujetos, primero les mostramos una foto de su amado, y luego, la de alguien neutral. El cerebro de los enamorados se caracteriza por presentar altas concentraciones de los mensajeros qu¨ªmicos dopamina y noradrenalina y un bajo nivel de serotonina. Las consecuencias de esta borrachera hormonal son un subid¨®n de energ¨ªa pasional, alegre excitaci¨®n que puede llegar al frenes¨ª y el ¨¦xtasis, aumento de la sudoraci¨®n y la sensaci¨®n de tener mariposas en el est¨®mago.
Homero escribi¨®: "All¨ª dentro moraba la fuerza del amor, que es capaz de robar el sentido incluso al pensador m¨¢s sensato". Pero ?qu¨¦ objetivo tiene esa locura?
De hecho, durante mucho tiempo yo misma he pensado que a la naturaleza se le hab¨ªa ido la mano en lo tocante al amor. Pero ahora creo que el enamoramiento ha surgido para que en el momento de procrear nos concentremos en una ¨²nica pareja. Eso ahorra tiempo y energ¨ªa.
?No basta con el impulso sexual?
El mero impulso sexual dirige nuestra atenci¨®n a m¨²ltiples parejas posibles. Sin embargo, el enamoramiento estimula el deseo s¨®lo en relaci¨®n al amado. Adem¨¢s, el aumento de concentraci¨®n de dopamina dispara la producci¨®n de la hormona sexual testosterona. Por eso a los reci¨¦n enamorados les cuesta tanto salir de la cama.
?Cu¨¢nto dura el enamoramiento?
Seg¨²n los estudios efectuados, entre 18 meses y tres a?os. Aunque lo cierto es que puede durar mucho m¨¢s si la relaci¨®n ha de hacer frente a problemas, si, por ejemplo, los amantes viven en pa¨ªses diferentes o uno de los dos est¨¢ casado. Y esto tambi¨¦n coincide con una caracter¨ªstica del sistema de la dopamina: trabaja con m¨¢s vehemencia si la gratificaci¨®n no llega.
Y as¨ª aumenta la capacidad de sufrimiento.
Exacto. En cualquier caso, este sistema no ha sido ideado para funcionar eternamente. Con suerte, llega un momento en que el enamoramiento se transforma en amor. Entonces la batuta pasa a las hormonas que yo llamo del mimo: la oxitocina y la vasopresina generan sentimientos de proximidad, comunidad y apego. Y a su vez disminuyen la producci¨®n de dopamina, pero tambi¨¦n la de testosterona. Y est¨¢ bien que as¨ª sea. Porque cuando uno tiene un beb¨¦, lo suyo es que deje de pasarse la noche persiguiendo a su compa?ero.
Para muchas parejas, ese enfriamiento sexual constituye un problema tremendo.
Por eso recomiendo que no se prescinda de la pr¨¢ctica regular del sexo en las relaciones largas. Somos animales hechos para copular con asiduidad. La descarga de testosterona ligada a esta conducta eleva el nivel de dopamina, y eso fomenta tambi¨¦n el apego. Aunque conozco a muchos matrimonios que funcionan muy bien a pesar de que ya no tienen relaciones sexuales juntos. En Occidente se infravaloran las cualidades de la relaci¨®n de larga duraci¨®n. Adoramos el amor rom¨¢ntico pese a que se trata de una pulsi¨®n extremadamente simple, una especie de locura ciega. Por el contrario, el sentimiento de apego es muy noble, variado, lleno de respeto, humor y recuerdos comunes.
Pero eso puede desmoronarse de repente.
Cierto, pero tiene explicaci¨®n. Es propio de la naturaleza del ser humano estar junto a una misma pareja s¨®lo hasta superar la etapa m¨¢s dura de la crianza de un hijo com¨²n. Hemos visto el elevado n¨²mero de divorcios hacia el cuarto a?o de matrimonio. Parece que el ser humano est¨¢ hecho para tener un hijo con cada pareja y despu¨¦s proseguir su camino. Y creo que en este ¨¢mbito nuestra vida volver¨¢ a ser similar a la de nuestros antepasados.
?Por qu¨¦?
En las sociedades de cazadores y recolectores, las mujeres tra¨ªan a casa el 80% de los alimentos. Ten¨ªan poder econ¨®mico, y eso las hac¨ªa m¨¢s independientes. Por el contrario, la esposa de un gerente de banca de hoy d¨ªa, sin formaci¨®n y sin trabajo, nunca abandonar¨¢ a su marido porque no puede permit¨ªrselo. Esta situaci¨®n est¨¢ cambiando. Las mujeres adquieren cada vez m¨¢s poder econ¨®mico y, con ¨¦l, la posibilidad de poner fin a relaciones que las hacen desdichadas?
?? o de tener aventuras extraconyugales?
No necesariamente. Curiosamente, hoy se es menos infiel, por un lado, porque existe la oportunidad de desfogarse de joven y, por otro, porque se terminan las relaciones antes.
?Seguir¨¢ aumentando el n¨²mero de divorcios?
Estoy convencida. Y habr¨¢ nuevas formas de vida en com¨²n. Por ejemplo, ?qu¨¦ cabr¨ªa objetar a la creaci¨®n de un matrimonio a plazo, con fecha de caducidad? Seguro que muchos trabajar¨ªan con m¨¢s ah¨ªnco por mejorar su relaci¨®n de pareja. Porque los seres humanos seguir¨¢n cas¨¢ndose una y otra vez. Es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia. No cejamos, y la culpa la tienen esos cableados y sistemas hormonales del cerebro.
?Realmente somos tan impotentes en el amor? ?Hasta qu¨¦ punto la voluntad act¨²a libremente al elegir pareja?
De lo que no hay duda es de que podemos evitar enamorarnos de forma deliberada. Imag¨ªnese que acaba de tener un ni?o, ama a su mujer y, a pesar de todo, encuentra a una persona tremendamente atractiva. Puede decir: "No, soy feliz, esa persona est¨¢ casada, y una relaci¨®n as¨ª no funcionar¨ªa". Es duro optar por una renuncia as¨ª, pero es posible hacerlo. Y renunciar a una relaci¨®n sexual es a¨²n m¨¢s sencillo. En realidad, nos tropezamos constantemente con personas con las que nos gustar¨ªa acostarnos y lo m¨¢s que llegamos a hacer con ellas es estrecharles la mano.
?Pueden coexistir amor y enamoramiento?
En principio, s¨ª. Los tres circuitos cerebrales responsables del deseo, el enamoramiento y la uni¨®n duradera pueden trabajar en paralelo. Somos capaces de convivir con una persona y al mismo tiempo enamorarnos locamente de otra. La verdad es que, aun teniendo una buena relaci¨®n de pareja, nunca dejamos de sorprendernos desvelados en la noche, pregunt¨¢ndonos si no podr¨ªamos encontrar un partido a¨²n mejor. As¨ª es como act¨²a la fuerza desestabilizadora del cerebro?
Usted ha examinado a personas que acababan de ser abandonadas. ?Qu¨¦ observ¨®?
Sobre todo, dos sentimientos exacerbados al m¨¢ximo: rabia y desesperaci¨®n. La persona abandonada atraviesa dos fases muy diferentes. En un primer momento pasa una fase de protesta; uno intenta recuperar a la pareja. El fin de la relaci¨®n pone a toda m¨¢quina el sistema que regula la presencia de dopamina en el cerebro porque la gratificaci¨®n ha desaparecido. Se liberan energ¨ªas insospechadas. La pareja perdida se convierte en el centro de toda actividad, el amor se intensifica a¨²n m¨¢s. Yo lo llamo la atracci¨®n de la frustraci¨®n. En casos extremos puede incluso transformarse repentinamente en odio?
? Curioso m¨¦todo, el odio, para intentar recuperar a alguien.
Es el ¨²ltimo recurso. Al fin y al cabo, uno est¨¢ luchando por su propio futuro gen¨¦tico. Y, aunque no lo parezca, funciona. En ocasiones las parejas vuelven a unirse cuando uno somete al otro a una gran presi¨®n emocional. Por ejemplo, que alguien amenace a su ex compa?ero con suicidarse le da ventaja a la hora de negociar.
?Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil la separaci¨®n?
Creo que la depresi¨®n tambi¨¦n tiene sentido desde un punto de vista evolutivo. Todo aquel que ha sido abandonado necesita ayuda, puesto que ha perdido repentinamente el apoyo de la pareja. Sin embargo, la depresi¨®n constituye una se?al cre¨ªble lanzada al mundo exterior a fin de indicar que algo va muy mal. Adem¨¢s, algunas depresiones facilitan el conocimiento de uno mismo. Las personas ligeramente depresivas pueden evaluarse a s¨ª mismas y a los dem¨¢s con m¨¢s realismo.
?Hay trucos para olvidar al que se fue?
Yo recomiendo a los que sufren mal de amores el programa de Alcoh¨®licos An¨®nimos. Suprima de su vida todo lo que le recuerde a su ex amor. Nada de cartas, no llamar bajo ning¨²n concepto?
Entonces, ?cabe decir que el amor es una especie de droga?
Exacto. Al igual que ocurre con el resto de drogas, lo m¨¢s importante es mantenerse alejado de ella. Los s¨ªntomas de abstinencia son exactamente los mismos que aparecen, por ejemplo, cuando uno se desengancha de la coca¨ªna: ansia intensa, melancol¨ªa, agotamiento, aturdimiento. Aunque existen diferencias. Uno no se mata por no poder seguir esnifando coca¨ªna. Adem¨¢s, el grado de dependencia de la droga amor parece disminuir con el tiempo, mientras que el que toma coca¨ªna seguir¨¢ experimentando el mismo ansia diaria de esnifar. Por el contrario, una vez que uno consigue un amante, lo m¨¢s normal es que llegue un momento en que ya no tenga ganas de verlo todos los d¨ªas.
Usted propone recurrir a las pastillas para tratar el desamor.
M¨¢s de siete millones de americanos toman pastillas para elevar el nivel de serotonina y combatir depresiones. As¨ª que ?no podr¨ªa ser que estas pastillas ayudaran tambi¨¦n a superar las penas de amor? No se puede esperar de ellas que salven una relaci¨®n, pero pueden impedir que alguien se quite la vida en un momento de desesperaci¨®n.
?Tiene trucos para reactivar el amor?
Ahora deber¨ªa decir: sep¨¢rese de su pareja una vez al a?o y luego vuelva a empezar. Conc¨¦dase una aventura de vez en cuando. Aunque su pareja le odiar¨¢ por ello, tambi¨¦n le amar¨¢ como nunca.
No lo dir¨¢ en serio.
No, nadie quiere vivir as¨ª. El truco es sencillo: elija a la persona adecuada, alguien que pueda serle interesante a largo plazo por su forma de ser. Comprom¨¦tase con su pareja, esc¨²chela, h¨¢gale preguntas, no pierda su atractivo personal, exprese sus necesidades. Pero no hay garant¨ªas. Las cosas son as¨ª: no hemos venido a este mundo a ser dichosos, sino a reproducirnos.
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