"Espa?a debe ser el portavoz de Guinea"
Pl¨¢cido Mic¨®, de 42 a?os, se sienta cada d¨ªa en el Parlamento de Guinea Ecuatorial para hacer oposici¨®n al r¨¦gimen que instaur¨® Teodoro Obiang tras derrocar y fusilar a su t¨ªo Francisco Mac¨ªas en 1979. De los 100 diputados, s¨®lo ¨¦l y Celestino Bakale cuestionan al dictador en su propio terreno. El partido CPDS, miembro de la Internacional Socialista, est¨¢ arropado por el Gobierno espa?ol y Obiang no tiene m¨¢s remedio que tolerar su presencia. Mic¨®, que vino a Madrid para dar una conferencia, solicita al Gobierno espa?ol que aumente la presi¨®n para democratizar la ex colonia.
Pregunta. ?C¨®mo describir¨ªa la situaci¨®n actual de Guinea Ecuatorial?
Respuesta. El r¨¦gimen de Obiang se dedica m¨¢s a sus negocios particulares que a hacer algo para resolver los problemas de los ciudadanos. No hay intenci¨®n de dar alg¨²n paso hacia la democratizaci¨®n del pa¨ªs y favorecer la reconciliaci¨®n nacional. Por contra, las acciones tienden a bloquear cualquier apertura y las violaciones de derechos humanos son cada vez m¨¢s frecuentes y flagrantes. La impunidad es todav¨ªa mayor. En el seno del propio r¨¦gimen hay un ambiente de crispaci¨®n que se traslada a la ciudadan¨ªa. A partir de 2000 el Gobierno comenz¨® a denunciar constantes conspiraciones y esto ha dado paso al aumento de la represi¨®n. El r¨¦gimen vive con los nervios de punta. Es notable la falta de rumbo y el malestar interno, y todo esto est¨¢ provocando una gran inestabilidad en el pa¨ªs. La producci¨®n y exportaci¨®n de petr¨®leo no para de aumentar, pero apenas unas migajas de los beneficios del negocio llegan a la poblaci¨®n. Los hombres del r¨¦gimen est¨¢n obsesionados por enriquecerse r¨¢pidamente. El petr¨®leo crea un espejismo de desarrollo econ¨®mico que no es real, puesto que casi nada va para la creaci¨®n de infraestructuras, o a la salud o la educaci¨®n; la base del progreso.
"La producci¨®n y exportaci¨®n de petr¨®leo no para de aumentar, pero apenas unas migajas de los beneficios del negocio llegan a la poblaci¨®n"
"Proclamar un Ejecutivo en el exilio [encabezado por Severo Moto] sin contar con el voto de los guineoecuatorianos es absurdo"
P. ?Qu¨¦ margen de maniobra tiene la oposici¨®n?
R. Es muy estrecho. Vivimos vigilados y soportamos toda clase de atropellos. Las leyes en Guinea Ecuatorial son papel mojado para el r¨¦gimen. Pero a pesar de los obst¨¢culos que nos ponen para desarrollar nuestra actividad pol¨ªtica, sobre todo en el interior del pa¨ªs, intentamos no quedarnos con los brazos cruzados. Dentro de nuestras posibilidades y recursos, hacemos giras para hablar y escuchar a la gente y a nuestros colaboradores, organizamos seminarios de debate y de formaci¨®n en los valores de una convivencia democr¨¢tica y mostramos c¨®mo hacemos oposici¨®n parlamentaria. Pese al poco margen que nos deja el Gobierno, creo que tras casi 15 a?os de existencia de nuestro partido, 12 de ellos en la legalidad, hemos logrado el apoyo de muchos guineoecuatorianos que se han manifestado claramente contra el r¨¦gimen y a favor del cambio.
P. ?Cu¨¢ntos partidos forman la oposici¨®n parlamentaria?
R. En realidad, s¨®lo hay dos diputados de la oposici¨®n, nosotros. Del centenar de parlamentarios, hay 91 del gobernante Partido Democr¨¢tico de Guinea Ecuatorial (PDGE) y un bloque de siete diputados de cinco agrupaciones distintas. Este bloque es socio del Gobierno y en el Parlamento respalda sin fisuras al partido oficial.
P. ?Y con la oposici¨®n en el exilio, principalmente la que est¨¢ en Espa?a, qu¨¦ relaci¨®n tiene?
R. No tenemos ning¨²n tipo de relaci¨®n con lo que ¨²ltimamente ha aparecido como oposici¨®n en el exilio. Hist¨®ricamente, colaboramos con el Partido de la Coalici¨®n Democr¨¢tica (PCD), que est¨¢ en Madrid desde hace tiempo y cuyo m¨¢ximo exponente es Francisco Jones Ivina. Con ellos nos reunimos, intercambiamos puntos de vista, hablamos del futuro del pa¨ªs. Cuando hemos hecho campa?a en Guinea ellos han pedido a sus simpatizantes que voten por CPDS. Con los dem¨¢s partidos, como el Partido del Progreso (PP) de Severo Moto, que hoy forma parte de la plataforma Dem¨®cratas por el Cambio (Decam), tuvimos relaci¨®n en el pasado. En 1995, por ejemplo, nos juntamos en la Plataforma de Oposici¨®n Conjunta (POC) para competir en unas elecciones municipales. No obstante, se produjo una ruptura tras la actitud poco solidaria que tuvieron muchos de ellos tras mi encarcelamiento en 2002. Otro hecho que nos distanci¨® fue la formaci¨®n del Gobierno en el exilio , puesto que proclamar un Ejecutivo sin contar con el voto de los guineoecuatorianos es absurdo. Lo peor de todo, sin embargo, han sido los discursos y los mensajes contra nuestro partido, acus¨¢ndonos de colaboracionistas del r¨¦gimen de Obiang. Desde hace tres a?os, la oposici¨®n en el exilio hace m¨¢s oposici¨®n contra CPDS que contra el r¨¦gimen de Malabo. Por ¨²ltimo, de algunos nos hemos distanciado cuando han predicado la violencia como alternativa para forzar la salida de Obiang. Nosotros s¨®lo contemplamos la v¨ªa pac¨ªfica.
P. ?Qu¨¦ es lo que Espa?a hace y qu¨¦ deber¨ªa hacer para impulsar la democratizaci¨®n?
R. El Gobierno espa?ol ha manifestado que est¨¢ intentando normalizar sus relaciones con Malabo para convencerles de lo positivo que ser¨ªa para el pueblo un uso m¨¢s justo y equitativo de los ingresos petroleros. No nos parece mal que Madrid mantenga un di¨¢logo con las autoridades de Guinea Ecuatorial. Sin embargo, s¨ª creemos que esto no se puede hacer en detrimento del proceso de democratizaci¨®n y de la protecci¨®n de los derechos humanos. La pol¨ªtica espa?ola se enmarca dentro de una pr¨¢ctica muy extendida en Occidente que consiste en eludir las cuestiones que irritan a los dictadores de ?frica, como el respeto a las libertades y la convocatoria de elecciones libres y transparentes. Muchas veces las potencias pal¨ªan la falta de presi¨®n para que se respeten los derechos humanos con una gran insistencia sobre la necesidad de la redistribuci¨®n de los ingresos. Lo que ?frica necesita, por encima de todo, son Gobiernos democr¨¢ticos y transparentes, porque cuando los tengamos, entonces vendr¨¢ el desarrollo. No es suficiente con que se exija a un dictador hacer una carretera, un hospital o una escuela; debe ped¨ªrsele tambi¨¦n que deje de reprimir y atemorizar a la gente. En definitiva, lo que creo es que Espa?a debe ser el portavoz de Guinea en la comunidad internacional.
P. ?Llega a los ciudadanos algo de informaci¨®n exterior sobre el r¨¦gimen? ?Ha tenido alg¨²n tipo de repercusi¨®n el esc¨¢ndalo por los 800 millones de d¨®lares que la familia Obiang ten¨ªa en el Banco Riggs de EE UU?
R. S¨ª ha habido repercusiones por este caso, pero no tan grandes como las que se hubiesen visto en un pa¨ªs democr¨¢tico. Cuando salta el esc¨¢ndalo, el r¨¦gimen publica un comunicado calific¨¢ndolo como una maniobra para desestabilizar el Gobierno y amenaza con la c¨¢rcel a todo aquel que vierta acusaciones basadas en esos informes falsos. Lo ir¨®nico es que el esc¨¢ndalo provoc¨® un mayor desgaste del Gobierno desde dentro que desde fuera. Cuando se conocieron las millonarias cifras, muchos hombres del r¨¦gimen se enfadaron al darse cuenta de que hab¨ªan pillado menos que otros.
P. ?Cu¨¢nto da?o ha hecho este esc¨¢ndalo al r¨¦gimen?
R. Bueno, entre otras cosas ha socavado a¨²n m¨¢s la pretensi¨®n de Obiang de ser sucedido por su hijo Teodor¨ªn. Hay una buena parte de la familia y de los colaboradores m¨¢s cercanos que se opone frontalmente al ascenso de Teodor¨ªn. Obiang lo sabe y creo que por eso nunca ha querido forzar la sucesi¨®n. Aqu¨ª volvemos a la importancia de la presi¨®n de la comunidad internacional para evitar una nueva dictadura del hijo de Obiang o de cualquier otro. Occidente debe darse cuenta de que la dictadura ha generado una fuerte divisi¨®n social, ¨¦tnica, tribal y regional de la poblaci¨®n. Las injusticias y los abusos de estos 26 a?os han generado tanto odio y resentimiento, que no es impensable que un d¨ªa los espa?oles despierten viendo en la televisi¨®n un estadillo de la violencia en Guinea Ecuatorial.
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