Atm¨®sfera campestre y exquisita

Bajo la denominaci¨®n de Rotana, la finca aparece ya citada en una cr¨®nica de 1242, fecha que provoca v¨¦rtigo por su antig¨¹edad. Doscientas hect¨¢reas de vi?edo, cereal y huerta con 600 ovejas en el valle de S'Avall, cerca de Manacor, a nombre de la princesa Loretta Zu Sayn-Wittgenstein y su esposo, Juan Ram¨®n Theler, ambos propietarios de la lujosa Reserva Rotana, en cuyos lindes se inscribe la citada heredad de Mayolet, adquirida hace tres d¨¦cadas al marqu¨¦s de apellido no menos rimbombante Mir i Muntaner, tambi¨¦n de Villalonga. Con semejante pedigr¨ª parece mentira que la casa de pastoreo haya sido convertida en hotel rural sin merma de su car¨¢cter r¨²stico, ni de su elemental simplicidad. Tanto en el acondicionamiento arquitect¨®nico como en su decoraci¨®n interior rige el canon de las proporciones justas, el equilibrio crom¨¢tico, la utilidad hospitalaria y una atm¨®sfera cordial, campechana pero exquisita.

?nicamente siete dormitorios caben entre sus someras paredes, de un tama?o muy razonable y un acondicionamiento casi completo. Algunos, con terraza propia. Falta, por norma, el tel¨¦fono. Pero ¨¦ste no es lugar para gastar el tiempo en conversaciones telef¨®nicas. Y, adem¨¢s, est¨¢n los m¨®viles particulares... La gracia reside en el mobiliario r¨²stico, las antig¨¹edades decorativas y las pinturas que cuelgan de las paredes, a caballo entre lo naif y la abstracci¨®n. Las vistas a?aden un crucigrama de vi?edos. A un costado de la casa medran hileras de shiraz. En la trasera, 700 cepas de Merlot y Cabernet-Sauvignon.

Una piscina solitaria invita al chapuz¨®n veraniego, mientras cabe hacer boca hasta la hora del almuerzo subido a una bicicleta de monta?a (hacen furor en Mallorca). Quien prefiera jugar al golf tiene a su disposici¨®n un campo de nueve hoyos compartido con el hotel Reserva Rotana, por un suplemento de 40 euros diarios por persona. Bajo ning¨²n concepto habr¨ªa que prescindir de cenar en el peque?o comedor que da a los vi?edos. Cocina de la tierra hecha con amor de madre. Igual que los desayunos, a la carta y reci¨¦n elaborados.

Como dependencia agrotur¨ªstica que es de la Reserva Rotana, la cuenta de Mayolet se salda en la recepci¨®n de aqu¨¦lla, lo que obliga a un inc¨®modo desplazamiento a trav¨¦s de los campos. Qu¨¦ se le va a hacer... El camino alivia ese estipendio con el silencio y el trino de los p¨¢jaros desde el amanecer.