Y a m¨ª, ?qui¨¦n me paga?
El 6 de septiembre le¨ªa en su diario la petici¨®n de los taxistas al alcalde por las p¨¦rdidas estimadas de 250 euros al mes motivadas por las obras de la capital. Esto me ha hecho reflexionar y darme cuenta de que, desde que se han iniciado las "grandes obras", mis p¨¦rdidas mensuales son mucho mayores. Mi cuenta de combustible se ha incrementado en m¨¢s de 200 euros, no s¨®lo como consecuencia de la subida del petr¨®leo, sino por tener el motor en marcha en los colosales atascos matutinos y vespertinos durante m¨¢s de dos horas de media diaria; un trayecto que antes de las obras tomaba 15 minutos se ha convertido en una hora.
Debido a las obras, el ritmo de visitas a clientes, habitualmente ubicados en los grandes centros industriales de la Comunidad, se ha reducido sensiblemente. Si, antes de las obras pod¨ªa visitar a tres clientes por la ma?ana y a dos por la tarde cuatro d¨ªas a la semana (el viernes, habitualmente realizo los trabajos de oficina), ahora s¨®lo puedo visitar a dos por la ma?ana y uno por la tarde.
Esto significa dos visitas a clientes menos por d¨ªa, durante 16 d¨ªas laborables de media al mes, vemos que no puedo atender correctamente a 32 clientes. Teniendo en cuenta mi historial de efectividad por visita, superior a un 60%, estoy perdiendo negocio, para m¨ª y para mi compa?¨ªa, en 19 clientes, lo que afecta a mi bolsillo de una forma real, mes a mes, en m¨¢s de un 20% respecto a las cantidades variables que percib¨ªa antes de las obras.
Si a?adimos a esto los elementos de coacci¨®n al contribuyente que, en forma de c¨¢maras de tr¨¢fico, agentes de movilidad, obreros con se?ales de tr¨¢fico que cortan calles cuando quieren, amenazas de corte de agua cuando se derrocha en construcci¨®n y riego de c¨¦sped en zonas que no deber¨ªan tenerlo y, en definitiva, los gastos m¨¦dicos que tendr¨¦ que pagar como consecuencia de este estr¨¦s y poluci¨®n ac¨²stica y ambiental a?adida, mis p¨¦rdidas netas alcanzan casi el 30% de mi sueldo mensual.
Pero los impuestos volver¨¢n a subir, los contribuyentes continuaremos haciendo esfuerzos para pagarlos. Tal y como est¨¢n las cosas, y en vista de que a m¨ª no me paga nadie y ni siquiera la Comunidad me ayuda a financiar mi sufrimiento, espero que sea temporalmente, pero s¨®lo me queda lo que le queda a la minor¨ªa: cambiar de residencia, emigrar, buscar un lugar donde la justicia social sea distinta de la que hoy tenemos en Madrid, donde haya oportunidades de desarrollar una actividad profesional y personal acorde a las capacidades de cada uno.
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