La vida sin Pau
No suele ser conveniente ni tampoco especialmente recomendable hablar de los ausentes m¨¢s de la cuenta cuando te enfrentas a un reto de la categor¨ªa de un campeonato europeo de selecciones. Pero guste o no, en esta ocasi¨®n resulta del todo inevitable. La sombra de Pau Gasol no es s¨®lo alargada en cent¨ªmetros, sino que para lo bueno y para lo malo, planear¨¢ sin descanso sobre nuestros jugadores y t¨¦cnicos y rara vez abandonar¨¢ la mente de los aficionados. Todo lo que ocurra a partir de hoy se explicar¨¢ en clave de ausencia y depender¨¢ del desarrollo de los acontecimientos el n¨²mero de veces que nos acordemos del gran Gasol. En la falta del mayor talento baloncest¨ªstico que ha dado Espa?a en toda su historia resulta complicado extraer alguna derivaci¨®n positiva, por mucho que el alem¨¢n Nowitski haya dicho que Espa?a es m¨¢s peligrosa sin ¨¦l, halago que sin duda resulta un reconocimiento hacia nuestros jugadores pero se ajusta bien poco a la realidad. Pero s¨ª al menos nos va a dejar observar otra realidad de nuestra selecci¨®n. Un jugador como Gasol, con su calidad, ambici¨®n y capacidad de liderazgo, esconde mucho de sus compa?eros. Su enorme presencia en n¨²meros y protagonismo acaparaba gran parte de problemas y soluciones. Privado de su concurso, Espa?a es otro equipo, bien diferente, y que de una forma u otra se ve obligado a suplir de forma conjunta todo lo que Pau era capaz de aportar. Y precisamente en ese reto radica el gran atractivo de este europeo.
Este campeonato servir¨¢ para poner a cada uno en su lugar y saber a ciencia cierta sus capacidades reales. Ser¨¢ la prueba del algod¨®n para gente como Navarro, Calder¨®n, Felipe Reyes y, sobre todo, Fran V¨¢zquez, jugador reconocido internacionalmente como demostr¨® su posici¨®n en el ¨²ltimo draft de la NBA y el multimillonario contrato que le ha unido al Askasvayu de Girona y que debe corresponderse con un rendimiento deportivo acorde con las expectativas creadas a su alrededor. Todos han sido colocados en el centro del foco de atenci¨®n deportivo y medi¨¢tico que hasta esta ocasi¨®n acaparaba casi en su totalidad nuestra superestrella y en su capacidad para soportar esta sin duda pesada carga, radicar¨¢ buena parte del posible ¨¦xito espa?ol.
La p¨¦rdida de potencial es evidente y ser¨ªa hasta contraproducente el no admitirlo. Cierto que no habiendo ninguna selecci¨®n inaccesible cualquier meta es factible, pero las posibilidades de ser derribado por cualquiera se han visto ampliadas. Con el objetivo m¨ªnimo exigible que no es otro que la sexta posici¨®n y el pasaporte para el mundial japon¨¦s del a?o pr¨®ximo, el equipo nacional y sobre todo sus jugadores m¨¢s importantes van a pasar una prueba de fuego. Demostrar que hay vida sin Pau, que la competitividad y excitaci¨®n que nos han producido en los ¨²ltimos a?os no s¨®lo ten¨ªa su raz¨®n de ser en un nombre y un apellido. Dura tarea pero que tambi¨¦n tiene que resultar para todos tremendamente motivadora.
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