El Reina Sof¨ªa duplica sus espacios p¨²blicos
Los edificios de exposiciones temporales, auditorios y bibliotecas son "un fragmento de ciudad"
El Museo Nacional Reina Sof¨ªa, situado en el Paseo del Arte madrile?o, donde se encuentran el Prado y el Thyssen, aumenta desde ayer su superficie, hasta llegar a los 84.048 metros cuadrados, un 60% m¨¢s que el edificio actual, por la ampliaci¨®n proyectada por el arquitecto Jean Nouvel, con una inversi¨®n de 92 millones de euros. El conjunto de tres edificios, dedicados a salas de exposiciones temporales, auditorios y biblioteca, unidos por una plaza p¨²blica, es "un logro de la cultura con unas condiciones excelentes para los ciudadanos", seg¨²n la ministra de Cultura, Carmen Calvo. Para el arquitecto, es "un fragmento de ciudad", un testimonio del siglo XXI y un museo que integra "conceptos sensibles, emocionales y est¨¦ticos".
"Es una vida que empieza y hay que imaginarse esta plaza y los edificios con gente". Jean Nouvel y el director del proyecto, Alberto Medem, coincid¨ªan en la emoci¨®n que sent¨ªan ante la primera presentaci¨®n de la ampliaci¨®n del Museo Nacional Reina Sof¨ªa, en una parcela entre la ronda de Atocha, Argumosa y Hospital, a la espalda del edificio actual, proyectado por Sabatini en el siglo XVIII. El pr¨®ximo lunes, la Reina asistir¨¢ a la inauguraci¨®n oficial, y por la tarde se abrir¨¢ a los profesionales. El mi¨¦rcoles se celebrar¨¢ una jornada de puertas abiertas, con el funcionamiento de la librer¨ªa, la biblioteca y la cafeter¨ªa-restaurante.
La presentaci¨®n se realiz¨® ayer en el auditorio (500 plazas), que, junto a otro de 200 butacas, una librer¨ªa con 65.000 t¨ªtulos (a cargo de La Central), una biblioteca con 100 puestos de lectura y unos almacenes de reserva de hasta 250.000 vol¨²menes, y la cafeter¨ªa-restaurante (de Sergi Arola) son los principales espacios p¨²blicos. La plaza p¨²blica mantiene, al menos durante un a?o, el pr¨¦stamo de la escultura Brushtroke, de diez metros de altura, de Roy Lichtenstein.
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, manifest¨® que "la mejora del servicio p¨²blico y de cultura" que supon¨ªa el nuevo museo era el logro de muchos a?os y de dos gobiernos, adem¨¢s de la "propuesta nov¨ªsima" de la arquitectura de Nouvel en di¨¢logo con el edificio de Sabatini. "Con los recursos p¨²blicos de los espa?oles se lleva una pol¨ªtica cultural de un proceso de modernizaci¨®n y de una mayor oferta a los ciudadanos y de mayor calidad". Ofreci¨® colaboraci¨®n a los otros centros de arte contempor¨¢neo de las autonom¨ªas y se?al¨® que "las generaciones de j¨®venes necesitan el respaldo solidario de la sociedad para seguir creando". Reconoci¨® que la ampliaci¨®n requiere m¨¢s gastos en personal y mantenimiento, aspectos que reflejan los presupuestos de 2006.
Lugares de calidad
Los seis a?os de la ampliaci¨®n, desde el proyecto a la construcci¨®n, fueron evocados por el presidente del patronato, Juan Manuel Urgoiti, para ofrecer "lugares de mayor calidad", una oferta "mejor y m¨¢s amplia para todo el mundo", "El visitante es el verdadero actor del museo", afirm¨®. A?adi¨® que el museo se sit¨²a en las ampliaciones de los ¨²ltimos a?os de grandes museos, como la reciente del MoMA de Nueva York, la de la Tate Modern en Londres y la del Centro Pompidou de Par¨ªs.
Tras felicitar a Jean Nouvel por el "magn¨ªfico espacio de la mejor arquitectura contempor¨¢nea que nos regala, un nuevo icono de Madrid", record¨® a los directores anteriores, Jos¨¦ Guirao y Juan Manuel Bonet, que han participado en la construcci¨®n de esta "atrevida y bella arquitectura".
Los nuevos retos del siglo XXI, con el crecimiento de las colecciones y visitantes, obligaron a aumentar los servicios p¨²blicos del museo, seg¨²n su directora, Ana Mart¨ªnez de Aguilar, con actividades multidisciplinares y programas educativos, adem¨¢s de continuar en dos nuevas plantas la colecci¨®n permanente en el edificio de Sabatini, que incluir¨¢ las obras a partir de los a?os ochenta que est¨¢n almacenadas.
Jean Nouvel expres¨® la emoci¨®n que sent¨ªa ante la primera visita p¨²blica a los nuevos edificios, todav¨ªa en tareas de limpieza. "Es un edificio muy ambicioso, una arquitectura de museo que antes no exist¨ªa. La primera cosa que se puede observar es que esta arquitectura no existe en la tradici¨®n espa?ola, basada en el ladrillo y el hormig¨®n. Este edificio incluye otra forma de querer construir la ciudad, es una capa que no pertenece al vocabulario de Madrid. Es un deseo audaz, un riesgo".
El arquitecto hizo varias referencias a la situaci¨®n de su proyecto junto al edificio ilustrado de Sabatini, que ya situaba "a la sombra" en la memoria del concurso. "Este proyecto intenta ser complemento de la arquitectura civil del siglo XVII, un edificio cerrado, con una fuerza enorme, que protege el espacio interior de un jard¨ªn, dentro de la historia madrile?a".
Estableci¨® las diferencias entre el edificio compacto de Sabatini y el "muy abierto" de la ampliaci¨®n. "Se trata de abrirnos a la ciudad, un fragmento de ciudad, como una esquina del barrio", con tres edificios que forman una plaza urbana, pero que son independientes y complementarios. "El museo es la suma de los dos edificios", afirm¨®; el de Sabatini, para proteger la colecci¨®n de arte y conservar obras como el Guernica, y el de Nouvel, como lugares abiertos, adem¨¢s de ser "testimonio de una est¨¦tica de principios de siglo". En lugar de ruptura, ofrece "continuidad en la historia".
Los primeros visitantes contemplaron un Madrid distinto desde las terrazas y miradores formados por vidrio y acero; vieron pasar las nubes por las hendiduras de la cubierta volada, que est¨¢ revestida de alucore y cinz; contemplaron los 4.000 cubos de vidrio del techo de la biblioteca, que se han fabricado en La Granja. Tocaron la madera de jatoba y el composite, un material de fibra de vidrio m¨¢s poli¨¦ster, con el que se envuelve el exterior y el interior del edificio del auditorio, de un tono rojizo, que identifica el edificio desde la calle. El aislamiento ac¨²stico (a la espera de que la calle sea peatonal, seg¨²n el proyecto del Sal¨®n del Prado) se consigue con gas arg¨®n y las lamas de protecci¨®n de fachadas son de aluminio extruido. Nouvel invit¨® a experimentar "las fuerzas y tensiones" entre los edificios y la plaza, donde pronto "empezar¨¢ la vida" de un museo m¨¢s urbano. "Mi alma es mediterr¨¢nea", afirm¨® el autor de la torre Agbar.
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