Mentirosos
Nos educaron para ocultar el interior y despistar a depredadores. La gente hace preguntas capciosas, indiscretas o est¨²pidas. Nos ense?aron a contestar, por si las moscas, algo que despiste al interlocutor y ofusque la verdad. En este contexto, las mentiras son fundamentales para la convivencia en todas las civilizaciones; quien diga lo contrario miente o no se entera. Alguien tan serio como Calder¨®n de la Barca lleg¨® a la conclusi¨®n de que la vida es sue?o, ilusi¨®n, mentira. Pero hay personas que se toman al pie de la letra estas cosas y enga?an de forma compulsiva, no por malicia sino por h¨¢bito cultural. Los portavoces de cualquier cosa, con muy pocas excepciones, son expertos en la cuesti¨®n; lo que m¨¢s interesa no es lo que dicen sino lo que ocultan.
Esta pandemia tambi¨¦n afecta al ciudadano de a pie. Conozco a una persona que goza enga?ando a cualquiera que se le ponga por delante, incluidos sus allegados. Le pregunta un turista en la Puerta del Sol que por d¨®nde se va a Callao. ?l explica amablemente: "Baje usted al Metro; cuando llegue a Mar de Cristal, empalma con la avenida de las Pir¨¢mides, donde se baja usted y coge el autob¨²s oportuno que le dejar¨¢ justamente donde estamos ahora. Una vez aqu¨ª, me busca y yo le conduzco a Callao, que es esa plaza de enfrente".
Asimismo, convenci¨® a unos japoneses de que el t¨²nel de la risa era un bar de Atocha donde daban cerveza gratis si no cesabas de re¨ªr. Desde entonces, los nipones se desternillan en esa taberna, mas no por jocosos, sino porque los enga?¨® Vicent¨ªn, que ¨¦se es el nombre del individuo.
A pesar de todo ello, los mentirosos no carecen de gracia y tienen contestaciones para todo.
-Aqu¨ª traigo esta docena de rosas para la mujer m¨¢s bella del mundo.
-?D¨®nde est¨¢n las rosas?
-?Y d¨®nde est¨¢ la mujer m¨¢s bella del mundo? Lo que m¨¢s me gusta de tu pelo son tus pelucas, mi amor.
Los mentirosos, acorralados, son v¨ªboras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.