Estatuto con eclipse
De modo que como, cuando los Reyes Magos fueron guiados por la estrella hasta el portal de Bel¨¦n para ofrecer al Salvador del Mundo sus dones de oro, incienso y mirra, tambi¨¦n ahora la aprobaci¨®n del Estatut ha merecido grandes se?ales astron¨®micas. En este caso, se trata de un eclipse anular de sol. Un fen¨®meno de cuya valoraci¨®n puede dar idea el hecho de que su anterior precedente fuera observado hace 241 a?os y que los c¨¢lculos disponibles permiten asegurar que no volver¨¢ a repetirse hasta el 12 de agosto de 2026, es decir, cuando el Estatut ahora remitido al Congreso de los Diputados para su tramitaci¨®n lleve 20 a?os de vigencia.
Enseguida se ha subrayado que Espa?a ha sido el ¨²nico pa¨ªs de toda Europa donde ha podido observarse el eclipse, si bien s¨®lo en una franja cruzada de 200 kil¨®metros de anchura que iba de Pontevedra a Valencia incluyendo otras capitales como Ourense, Zamora, Valladolid, Salamanca, ?vila, Segovia, Madrid, Guadalajara, Toledo, Cuenca, Albacete y Alicante. O, dicho en t¨¦rminos auton¨®micos, en territorios de las comunidades de Galicia, Castilla y Le¨®n, Madrid, Castilla-La Mancha y Valencia. El Ministerio de Sanidad, atento a todas las perturbaciones, ha recomendado un tiempo m¨¢ximo de tres minutos para mirar al sol eclipsado incluso con las gafas protectoras de cristales ahumados reglamentarias.
Pero volvamos al Estatut y veamos su celebraci¨®n aplaudida en el Parlament puesto en pie que procedi¨® a entonar Els segadors. Compon¨ªa as¨ª una escena de evocaciones campesinas por completo anacr¨®nica, fuera del alcance del Congreso de los Diputados en la carrera de San Jer¨®nimo dado que el himno nacional carece de letra. Durante a?os se ha lamentado esa carencia como si nos situara en inferioridad de condiciones pero basta un ligero examen de los textos incre¨ªbles que otros cantan con desbordada emoci¨®n patri¨®tica para concluir cu¨¢nto mejor estamos los ciudadanos espa?oles -o por ejemplo los de la Comunidad de Madrid, en absoluto conscientes de su venturosa y deliberada orfandad tambi¨¦n por el lado auton¨®mico- a este respecto.
Enseguida querr¨¢n venir algunos con la rebaja para decirnos, aduciendo el apoyo demosc¨®pico registrado, que m¨¢s all¨¢ de los hervores de la jornada triunfal concentrados en el Parlament, la cuesti¨®n del Estatut s¨®lo importa al 4% de la poblaci¨®n. Pero, ?alguien duda de que cundir¨¢n las proclamas con insistencia suficiente para permear por ¨®smosis al conjunto de la sociedad y que, salvo que los propios entusiastas aceptaran enmendarse, lo que salga reconducido del Congreso se presentar¨¢ a los electores como una ofensa inaceptable limitadora de la decisi¨®n adoptada por las ocho novenas partes de la representaci¨®n pol¨ªtica catalana?
La nueva generaci¨®n de palmeros a la sombra de La Moncloa todo lo f¨ªan a la baraka del presidente que se ha dejado decir demasiadas veces por sus incondicionales eso de la flor en salva sea la parte hasta imbuirse del s¨ªndrome de sus antecesores como si en ¨¦l residiera la soluci¨®n de todos los problemas. Ya sea la retirada de nuestras fuerzas en Irak, la continuidad de los astilleros de Sestao, la decencia de los matrimonios de homosexuales, el control de la inmigraci¨®n o la alianza de civilizaciones. Pero la frecuentaci¨®n de los casinos ense?a la imposibilidad de jugar siempre contra la banca. La buena estrella, incluso la mejor, tambi¨¦n padece eclipses y hay toros muy toreados que para nada se prestan al lucimiento del m¨¢s consumado maestro.
Como escrib¨ªa Einstein en el verano de 1905 desde Berna a su amigo Conrad Habicht "el principio de la relatividad, unido a las ecuaciones fundamentales de Maxwell, exige que la masa sea una medida directa de la energ¨ªa que contiene un cuerpo" y por ah¨ª lleg¨® enseguida a formular la ecuaci¨®n m¨¢s famosa de la historia de la ciencia: E=mc2. Es decir, que de la misma manera que el hielo puede convertirse en agua l¨ªquida la masa puede transformarse en energ¨ªa cin¨¦tica. Cuidado.
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