El canadiense Avi Lewis retrata la lucha obrera en Argentina

Ocupar. Resistir. Producir". Parece el lema para la convocatoria de una manifestaci¨®n antiglobalizaci¨®n. Y a su manera lo es. La frase resume el manifiesto cinematogr¨¢fico que muestra una nueva alternativa, desde la lucha obrera, frente al sistema capitalista, y que cobr¨® auge en Argentina tras la crisis econ¨®mica de 2001 (el corralito). Se trata de La Toma, el primer largometraje del canadiense Avi Lewis, con gui¨®n de Naomi Klein, y que se estrena hoy en Espa?a.

"Todo empez¨® con una idea abstracta", explic¨® el director la semana pasada en Madrid, que se convirti¨® luego en 250 horas de metraje, con un presupuesto de 250.000 euros y un arduo proceso de edici¨®n. La luz y los colores a?aden un toque de esperanza a un documental desgarrador, que muestra a un grupo de obreros desempleados, que ven c¨®mo su dignidad se viene abajo y deciden ocupar las f¨¢bricas abandonadas en las que estaban contratados y sacar la producci¨®n adelante.

El filme recoge los testimonios de un grupo de trabajadores de la empresa La Forja, que fue ocupada, as¨ª como la lucha de los obreros de la empresa de c¨¦ramica Zan¨®n, que lleva dos a?os funcionando bajo el lema "Un trabajador, un voto y salarios para todos"; y los empleados de la f¨¢brica de tejidos Brukman, que el Gobierno expropi¨® a sus due?os, gracias a la presi¨®n del pueblo. En la actualidad, unas 200 industrias en Argentina han seguido el mismo camino, con unos 15.000 obreros al frente de ellas, desde centros m¨¦dicos, escuelas o empresas textiles.

"La pel¨ªcula no sugiere que el movimiento en Argentina sea la soluci¨®n a la globalizaci¨®n, pero es una reflexi¨®n que muestra una alternativa local que ha funcionado frente al sistema en el que vivimos", explica el cineasta, que aclara no estar en contra de la globalizaci¨®n: "No creemos en la globalizaci¨®n de los ganadores y los perdedores, sino en la de la igualdad y la justicia". El documental recoge tambi¨¦n el punto de vista de uno de los empresarios, el propietario de la f¨¢brica de c¨¦ramica Zan¨®n. "Fue el ¨²nico que accedi¨® a nuestra entrevista entre una treintena de due?os de f¨¢bricas". Una de la mayores satisfacciones para el cineasta fue cuando la nieta de Zan¨®n se le acerc¨® el mes pasaso en el Festival de Cine de Sidney: "Me dijo llorando y muy emocionada: mi abuelo nunca me cont¨® toda la verdad, dile a los obreros que estoy de su lado".

El filme no s¨®lo aborda las consecuencias del modelo neoliberal de privatizaciones, la desre-gularizaci¨®n de los mercados, la deslocalizaci¨®n de las empresas y la fuga de capitales. "Tambi¨¦n muestra la revoluci¨®n interna de los obreros", puntualiza Lewis. Y es que "Ocupar. Trabajar. Resistir, no es una idea subversiva", en palabras del director: "Realmente est¨¢n tomando parte de una acci¨®n capitalista, la diferencia est¨¢ en que es el trabajador quien gestiona la empresa".