La mayor vigilancia en Canarias desv¨ªa la presi¨®n migratoria hacia Ceuta y Melilla
A medida que se blindan las fronteras se hace m¨¢s arriesgado el periplo de los 'sin papeles'
Tan dif¨ªcil como retener agua en las manos. El blindaje progresivo de las costas del Estrecho y Canarias ha logrado reducir la llegada de pateras, pero al precio de desviar la presi¨®n migratoria hacia Ceuta y Melilla, cuyas vallas fronterizas han sido objeto de avalanchas masivas en las ¨²ltimas semanas. Las estad¨ªsticas demuestran que las medidas de control no acaban con la migraci¨®n clandestina, pero la hace m¨¢s peligrosa para quienes se embarcan en ella.
En los nueve primeros meses de 2005, un total de 19.451 inmigrantes irregulares fueron detenidos en las provincias andaluzas de C¨¢diz, M¨¢laga y Granada, en las Canarias y en Ceuta y Melilla. Esta cifra es inferior en un 6,5% a la que se registr¨® en el mismo periodo de 2004 y pr¨¢cticamente igual a la registrada en 2002 y 2003. La primera conclusi¨®n, por tanto, es que no hay -como podr¨ªa deducirse del enconado debate pol¨ªtico- un aumento significativo de la presi¨®n migratoria irregular, pero tampoco una reducci¨®n sustancial, a pesar de las ingentes inversiones realizadas en los ¨²ltimos a?os.
M¨¢s que acabar con las pateras, lo que han hecho los radares y c¨¢maras t¨¦rmicas del SIVE (Sistema Integral de Vigilancia del Estrecho) ha sido desviar las rutas de la emigraci¨®n clandestina hacia trayectos cada vez m¨¢s largos y peligrosos. La implantaci¨®n del SIVE en C¨¢diz, en 2002, provoc¨® una dr¨¢stica ca¨ªda de las pateras detectadas en dicha provincia, que pasaron de 589 a 157. Pero las pateras no desaparecieron, sino que buscaron lugares de desembarco m¨¢s discretos en las costas de M¨¢laga, Granada o Almer¨ªa. En el a?o 2003 lleg¨® a detectarse una patera en Murcia y, al a?o siguiente, en Ibiza.
El flujo m¨¢s importante se dirigi¨®, sin embargo, hacia Canarias, donde en 2002 se detectaron 643 pateras, m¨¢s del doble que el a?o anterior.
La respuesta del Gobierno fue la extensi¨®n progresiva del sistema de vigilancia inaugurado en Algeciras. En diciembre pasado entr¨® en funcionamiento en la costa de Granada; tambi¨¦n se ha implantado en la isla de Fuerteventura y antes de 2008 est¨¢ previsto que se ampl¨ªe a Almer¨ªa, Huelva, Lanzarote y Gran Canaria. En total, una inversi¨®n de 232 millones de euros.
Los efectos de esta actuaci¨®n saltan a la vista: en los nueve primeros meses del a?o se han reducido notablemente las detenciones de inmigrantes irregulares en Canarias y, en menor medida, en Granada y C¨¢diz. En cambio, han aumentado sustancialmente los arrestados en Ceuta y Melilla (el 40% y el 120%, respectivamente).
En las dos ciudades norteafricanas no s¨®lo se ha producido un aumento de la presi¨®n migratoria, sino que ¨¦sta se ha hecho cada vez m¨¢s multitudinaria. Hasta finales de septiembre, el salto m¨¢s numeroso a la valla hab¨ªa sido protagonizado por 300 individuos. En las ¨²ltimas semanas se ha llegado al millar.
Los expertos se?alan que el blindaje de las fronteras espa?olas ha tenido cierta eficacia con los inmigrantes marroqu¨ªes, pero no con los subsaharianos. En virtud del acuerdo de cooperaci¨®n fronteriza de 1992, Marruecos acepta la entrega inmediata de sus nacionales. Estos saben que, si son sorprendidos sin documentaci¨®n por las autoridades espa?olas, ser¨¢n devueltos a su pa¨ªs. Su objetivo es burlar sistemas de vigilancia como el SIVE.
Por el contrario, los subsaharianos piensan que, si son detenidos en territorio espa?ol o rescatados de la patera, Espa?a no podr¨¢ repatriarlos, pues carecen de papeles y no hay forma de acreditar su nacionalidad. Su objetivo es, por tanto, colarse por cualquier grieta de la muralla y llegar hasta la tierra prometida.
Cuando se levantaron las vallas fronterizas, tomaron la ruta del Estrecho; cuando ¨¦sta se fue cerrando, pasaron por Canarias; y ahora que las islas se blindan, regresan otra vez ante las vallas, recrecidas hasta seis metros y coronadas de espino. Lo ¨²nico que de verdad les asusta es, como ha pasado por primera vez esta semana, ser devueltos a Marruecos.
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