El valor del esfuerzo
Los expertos coinciden en que la motivaci¨®n es condici¨®n indispensable para que el alumno se esmere con sus estudios
Esfuerzo. Esta palabra, aparentemente sin esquinas, encierra m¨¢s de un ¨¢ngulo en el mundo educativo. Todo el mundo sabe que cualquier logro requiere, al menos, un m¨ªnimo esfuerzo, pero si esta palabra aparece en determinados contextos algunos rememoran tiempos peores; otros, sin embargo, lamentan su p¨¦rdida. ?Se ha perdido, de verdad, el esfuerzo en la escuela? ?C¨®mo se fomenta el esfuerzo, nace por s¨ª s¨®lo? Entre el pasar de todo y la letra, con sangre entra hay muchos matices. Un grupo de expertos pedagogos expone aqu¨ª sus opiniones sobre el esfuerzo, la disciplina y la motivaci¨®n.
M. FERN?NDEZ ENGUITA "No deber¨ªa ser objeto de pol¨¦mica"
"El que no trabaja no come. Es un lema universal que han suscrito personas tan distintas como san Agust¨ªn y Lenin. Nuestra sociedad no vive del aire, ni del man¨¢, sino del trabajo y del ahorro", opina Mariano Fern¨¢ndez Enguita, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad de Salamanca. La escuela, dice, "puede y debe" encargarse de sembrar esta idea. "Esto no deber¨ªa ser objeto de pol¨¦mica entre la izquierda y la derecha".
Pero advierte que lo anterior "no tiene nada que ver con los m¨¦todos de evaluaci¨®n tradicionales, y aqu¨ª es donde resulta m¨¢s dif¨ªcil ponerse de acuerdo. El esfuerzo se asume y se aprende, sobre todo, cuando la tarea tiene sentido". No cree que una "pedagog¨ªa del esfuerzo" dependa del n¨²mero ni de la frecuencia de los ex¨¢menes sino "del sentido del trabajo y del ejemplo de los profesores", a?ade.
A su juicio, "vincular la pedagog¨ªa del esfuerzo a la selectividad, que es lo que hacen quienes cifran el problema en si hay m¨¢s o menos ex¨¢menes, m¨¢s o menos repeticiones, o si ¨¦stas tienen lugar al cabo del curso o del ciclo, es otra cuesti¨®n. En realidad es tanto como decir: los que no llegan hasta el final en esta carrera es simplemente porque no se esfuerzan, y ahora llegan demasiados a pesar de no haberlo hecho. A la clase media y alta le gusta pensar que est¨¢ ah¨ª porque se lo ha ganado y s¨®lo por ello, pero eso tiene poco que ver con la realidad", explica. "Hablando de esfuerzo, la cuesti¨®n es que tambi¨¦n se esfuercen el centro y el profesor, dedicando m¨¢s recursos y tiempo a los alumnos que lo necesiten. Entonces, y s¨®lo entonces, podr¨¢n exigir que su esfuerzo sea correspondido".
FERNANDO G. LUCINI "No ayudan los programas que venden ¨¦xito f¨¢cil"
"El esfuerzo es un valor en crisis", se?ala el maestro y pedagogo Fern¨¢ndo Gonz¨¢lez Luicini, experto en educaci¨®n en valores. Pero aumentar el n¨²mero de ex¨¢menes "es un camino in¨²til, un alumno no se esforzar¨¢ m¨¢s por eso, porque el esfuerzo depende de la motivaci¨®n y de la confianza o esperanza en el futuro", sostiene. Pero lamenta que la juventud "est¨¢ perdiendo la capacidad de so?ar en horizontes que merezcan la pena, inmersos en el materialismo y la mediocridad cultural". En nada ayudan, a?ade, programas televisivos que venden ¨¦xito f¨¢cil. La escuela reproduce modelos sociales y se est¨¢n sobrevalorando la eficacia y la rentabilidad, que en las aulas se traduce en cantidad de contenidos mientras se pierde la motivaci¨®n por el aprendizaje. Influyen en ello las formas de ense?ar, dice, pero tampoco ayuda el reconocimiento que las familias otorgan al profesorado. "Les interesa si el ni?o va bien en matem¨¢ticas, pero no si el maestro cultiva en el cr¨ªo su inteligencia emocional". "Hay que educar en el esfuerzo, s¨ª, pero hay que saber c¨®mo", concluye.
FLORENCIO LUENGO Ni permisivos, ni rigurosos
"No hay ninguna teor¨ªa del aprendizaje que no relacione el esfuerzo y su influencia en el nivel de ¨¦xito o fracaso del alumnado, pero tampoco es el elemento ¨²nico y determinante", comienza Florencio Luengo, pedagogo y coordinador general del proyecto de escuelas democr¨¢ticas Atl¨¢ntida. Cree que, para fomentar el esfuerzo, hay que conjugar tres variables. Primero, "resistirse al modelo de ¨¦xito f¨¢cil que a diario preconizan campa?as medi¨¢ticas, combatirlo en casa y en la escuela". Segundo: "Hay que cuestionar el modelo de ense?anza que trata de instruir de forma homog¨¦nea a un alumnado muy diverso. Conviene acercarse al aprendizaje que facilita tareas pr¨¢cticas, de cierto ¨¦xito, para ir despu¨¦s aumentando su complejidad". Y, por ¨²ltimo, considera que "la familia debe actualizar su formaci¨®n, con apoyos, en el tratamiento de etapas como la infancia y la adolescencia para superar modelos excesivamente permisivos y excesivamente rigurosos o punitivos", concluye.
C?SAR COLL La escuela como refugio de los valores
"Sin esfuerzo no hay aprendizaje,pero el esfuerzo no es gratuito", dice el catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n de la Universidad de Barcelona C¨¦sar Coll. "El esfuerzo no es una condici¨®n sino el resultado de un proceso en el que interviene la motivaci¨®n del alumno. Se esforzar¨¢ si piensa que vale la pena, por tanto, es un problema que se traslada a los profesores y al sistema educativo". Los alumnos, opina, deben darle sentido a lo que aprenden. "Siempre ha habido profesores magn¨ªficos que han conseguido eso", pero tambi¨¦n hay que tener en cuenta, dice, que a todos los alumnos no les sirve la misma receta. "Hay tambi¨¦n un problema de cultura", resume: "No se puede estar lanzando mensajes del tipo 'aprenda ingl¨¦s en cuatro d¨ªas y sin esfuerzo". En contra de lo que se oye a veces, Coll cree que la escuela es "de los pocos sitios donde se cultiva todav¨ªa esa cultura del esfuerzo. Ah¨ª s¨ª, y no en los discursos pol¨ªticos. Hay motivo de preocupaci¨®n, s¨ª, pero quiz¨¢ en la escuela se intenta que la distancia entre lo que se predica y lo que se hace sea m¨¢s corta".
SENADOR PALLERO Valorar el trabajo diario
"Les damos m¨¢s de lo que necesitan y as¨ª les adormecemos su voluntad y su garra", se?ala este orientador educativo, experto en pedagog¨ªa del esfuerzo. Por otro lado, dice Senador Pallero, "no valoramos el trabajo que hacen a diario y as¨ª nos encontramos con que se abandonan y lo dejan para el final". Trabajar el esfuerzo requiere una gran tarea diaria para el profesor: "Valorar el trabajo diario en clase, concretar contenidos, planificar, acordar con el resto del profesorado sobre lo que pueden y tienen que hacer los alumnos, adaptar la ense?anza a lo que son los chicos y no a lo que querr¨ªamos que fueran, valorar el hacer m¨¢s que el recordar, potenciar el trabajo cooperativo y desarrollar h¨¢bitos de convivencia podr¨ªa ayudar a que se desarrollen sus voluntades", resume como receta.Educaci¨®n
La discusi¨®n pol¨ªtica
La palabra esfuerzo aparece en la nueva Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE) una quincena de veces. Se habla del esfuerzo personal del alumno "que no debe ser ignorado", y el esfuerzo "compartido" de toda la comunidad educativa para "lograr una educaci¨®n de calidad". Y as¨ª una y otra vez en varios cap¨ªtulos. Sin embargo, el PP y otras organizaciones conservadoras han lamentado en repetidas ocasiones que esta ley no deja el esfuerzo en el lugar que merece. En el "proyecto de ley" que ha redactado este partido como alternativa a la LOE tambi¨¦n se pide al alumnado un esfuerzo personal. Lo califican como un "presupuesto inexcusable de cualquier tarea de aprendizaje" y como una "garant¨ªa del progreso personal". De no ser as¨ª, advierten, los adolescentes se "sumergir¨¢n en un espejismo" que traer¨¢ un elevado "coste personal y social".
Si no se reconoce este valor, los grupos sociales m¨¢s perjudicados, a?ade el texto, ser¨¢n los menos favorecidos. En cambio, "en un clima ordenado, afectuoso, pero exigente", la escuela compensar¨¢ las diferencias "de origen social".
A pesar de las similitudes de ambos textos, los dos partidos pol¨ªticos mayoritarios extraen de la palabra esfuerzo interpretaciones diferentes. Hace apenas un par de semanas, la responsable de Pol¨ªtica Social del PP, Ana Pastor, se refiri¨® de nuevo a esta cuesti¨®n plante¨¢ndola como una asignatura pendiente. Es fundamental, dijo, recuperar para la escuela la "disciplina y el esfuerzo". Le contest¨® el portavoz socialista de Educaci¨®n en el Congreso, Raimundo Benzal: "El PP sigue en la l¨ªnea de la letra con sangre entra".
En algunas encuestas los alumnos admiten que no se esfuerzan lo suficiente. Pero tambi¨¦n se preguntar¨¢n si los que les piden ese esfuerzo son los pol¨ªticos que dejaron pr¨¢cticamente vac¨ªo el hemiciclo el d¨ªa que se debat¨ªan las enmiendas a la ley de educaci¨®n.
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