Goytisolo y Pamuk se sumergen en la complejidad de Turqu¨ªa

Musulmanes, fundamentalistas isl¨¢micos, kurdos, nacionalistas, marxistas, militares; de todo hay en la ciudad de Kars, donde se desarrolla Nieve, la ¨²ltima novela de Orhan Pamuk, y que visit¨® Juan Goytisolo para elaborar un reportaje. Una ciudad fea, conflictiva, que fue conquistada por los rusos durante una ¨¦poca y que hoy muestra la variedad y complejidad de un pa¨ªs embarcado en el desaf¨ªo de incorporarse a la Uni¨®n Europea. Los dos escritores empezaron por ah¨ª en el di¨¢logo que tuvo lugar ayer en Barcelona.

En una atm¨®sfera distendida, amable, donde los comentarios de los dos escritores provocaron continuas risas, Juan Goytisolo y Orhan Pamuk mostraron sus profundas complicidades y se empe?aron en revelar los m¨²ltiples rostros de Turqu¨ªa. "Hay una Turqu¨ªa occidental, moderna, que lucha por incorporarse a Europa, y hay otra, atravesada a¨²n por viejos conflictos y anclada en tradiciones muy diferentes", coment¨® Goytisolo. Pamuk habl¨® de que buscaba conocer cuando lleg¨® a Kars qu¨¦ produce la rabia y el resentimiento de tanta gente contra Occidente, contra Europa, contra los que viven felices.

Atravesado y condimentado por an¨¦cdotas de episodios vividos en distintas ciudades de Turqu¨ªa, el di¨¢logo tambi¨¦n ilumin¨® las propuestas literarias de los dos escritores, recuper¨® fragmentos de la historia turca, dio cuenta de sus paisajes y sus gentes, y mostr¨® algunos puntos de contacto entre turcos y espa?oles. "Una vez me comentaron en Barcelona que no me preocupara, que si los espa?oles hab¨ªan entrado en Europa, los turcos entrar¨ªan tambi¨¦n", cont¨® Pamuk. Goytisolo record¨® que en 1955 a los espa?oles los apartaban en las estaciones de tren de Francia para desinfectarlos. La humillaci¨®n que provocan los europeos sobre los turcos s¨®lo desencadena orgullo, coment¨® Goytisolo. Pamuk lament¨® la cultura de la intolerancia, tan extendida ahora y que complicar¨¢ la incorporaci¨®n de Turqu¨ªa a la UE. De un lado a otro, de un problema al de m¨¢s all¨¢, as¨ª fueron los dos escritores levantando acta de un pa¨ªs extra?o y pr¨®ximo, complejo, lleno de conflictos.

Con el di¨¢logo con Pamuk se cerraron ayer los actos de homenaje a Juan Goytisolo por la publicaci¨®n de sus Obras completas (Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores) que se han celebrado durante los dos ¨²ltimos d¨ªas. Empezaron el lunes con una rueda de prensa de presentaci¨®n del primer volumen del proyecto, en la que intervinieron los traductores Peter Bush y Aline Schulman, los ensayistas Xavier Antich y Ana Nu?o, y Ferran Nu?o, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona. Por la noche, y bajo el t¨ªtulo de El archipi¨¦lago de la amistad, N¨²ria Amat, Josep M. Castellet, Gregorio Mor¨¢n, Jos¨¦ Mar¨ªa Ridao y Miquel Riera hablaron sobre su relaci¨®n con el autor. Al final, Goytisolo ley¨® una serie de piezas breves, algunas in¨¦ditas, todas ellas engarzadas alrededor del t¨ªtulo A la escucha de las voces del mundo. Textos breves, escritos a partir de detalles nimios de la vida cotidiana -la conversaci¨®n con un taxista, un anuncio, una noticia-, y que flu¨ªan con la cadencia habitual de la prosa de Goytisolo, cargados algunos de sarcasmo, otros llenos de gui?os humor¨ªsticos, otros rotundos como piedras contra el conformismo de una sociedad opulenta, pero insatisfecha. La provocaci¨®n, el af¨¢n transgresor y la elegancia estil¨ªstica volvieron a destacar en esos fragmentos que machacan los t¨®picos sobre el inmigrante o dan noticia del vac¨ªo y la soledad del mundo que habitamos.

En las intervenciones de sus amigos volvi¨® a resaltarse la singularidad del desaf¨ªo literario y humano de Juan Goytisolo. Castellet lo record¨® como el viejo amigo que tantas cosas hizo en Par¨ªs por quienes habitaban bajo la dictadura de Franco y lo mal que recibieron su obra sus coet¨¢neos. Mor¨¢n destac¨® la perversi¨®n de una cultura (y una sociedad) que ha cerrado las puertas a la literatura de Goytisolo convirti¨¦ndola en una anomal¨ªa. Ridao subray¨® el valor de un autor que ha sabido situarse frente a la tradici¨®n de la que forma parte sin olvidar pronunciarse sobre la realidad en la que vive.