La ¨²ltima batalla del comercio mundial
Los pa¨ªses emergentes plantan cara a EE UU y la UE ante la cumbre de Hong Kong
"Las subvenciones agr¨ªcolas son un obst¨¢culo para el desarrollo, debilitan nuestra econom¨ªa y empobrecen a nuestros campesinos". Las palabras de Alpha Oumar Konar¨¦, presidente de la Comisi¨®n de la Uni¨®n Africana, pronunciadas recientemente en Bruselas, ponen el dedo en la llaga de los efectos de la falta de unas relaciones comerciales equilibradas. El l¨ªder africano advert¨ªa, con desconfianza, de que la agricultura, la ¨²nica actividad que pod¨ªa sacar a ?frica de las hambrunas, estaba siendo aniquilada por la invasi¨®n de productos de los pa¨ªses ricos. Son productos realizados, adem¨¢s, gracias a las elevadas ayudas estatales y, lo que a¨²n es peor, con fuertes subvenciones a la exportaci¨®n.
Detr¨¢s de las discusiones t¨¦cnicas sobre aranceles y subvenciones aparece una dram¨¢tica realidad. Durante los ¨²ltimos a?os, los pa¨ªses ricos han seguido aumentando las subvenciones a sus agricultores, a pesar de las promesas de reducirlas. Los subsidios de Estados Unidos y la Uni¨®n Europea a la producci¨®n agr¨ªcola ascienden a unos 350.000 millones de d¨®lares al a?o, seg¨²n los datos que ofrece el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El apoyo directo a los productores que mantienen los precios nacionales por encima de los mundiales es de 279.000 millones de d¨®lares, seg¨²n datos de la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®mico (OCDE). Estas ayudas representan el 56% del valor total de la producci¨®n agr¨ªcola en Jap¨®n, el 33% en la Uni¨®n Europea y el 18% en Estados Unidos.
EL PROBLEMA Subsidios y ayudas
Los aranceles de importaci¨®n que aplican algunos pa¨ªses desarrollados ricos superan el ciento por ciento en el caso del arroz, el az¨²car y las frutas. Naciones Unidos resume as¨ª esta situaci¨®n: "Los pa¨ªses ricos gastan un poco m¨¢s de 1.000 millones anuales en asistencia al sector agr¨ªcola de los pa¨ªses pobres y un poco menos de 1.000 millones diarios en sustentar sus propios sistemas". Los costes para los pa¨ªses en desarrollo del apoyo a la agricultura que aplican los pa¨ªses ricos podr¨ªan llegar a sumar 72.000 millones al a?o, cifra equivalente a todo el flujo oficial de ayuda en 2003, seg¨²n PNUD.
Durante los ¨²ltimos a?os, los obst¨¢culos que impiden el comercio internacional han crecido y tambi¨¦n lo han hecho las protestas de los perjudicados. La ronda de Doha, puesta en marcha en 2001 y que se fij¨® como objetivo lograr que el comercio entre naciones sirviera "para aumentar el desarrollo", intenta cambiar las reglas del juego de este panorama. Naciones Unidas se?ala que un acuerdo en la ronda de Doha que liberalice el 40% del comercio de productos agr¨ªcolas y manufacturados generar¨ªa beneficios estimativos de 70.000 millones de d¨®lares.
BRASIL Un l¨ªder en desarrollo
La incursi¨®n de los pa¨ªses emergentes, especialmente Brasil, China e India, que exigen un nuevo tipo de relaciones con los pa¨ªses desarrollados, est¨¢ configurando un nuevo escenario de las relaciones internacionales. Un reciente informe de la OCDE se?alaba que si los pa¨ªses desarrollados, b¨¢sicamente Estados Unidos y la Uni¨®n Europea, redujeran sus aranceles y sus subvenciones a los agricultores en un 50%, producir¨ªan unos beneficios a la econom¨ªa brasile?a de unos 1.700 millones de d¨®lares anuales, equivalentes al 0,3% de su Producto Interior Bruto.
Cada vez m¨¢s conscientes de su poder y de los efectos de estas limitaciones, los pa¨ªses en desarrollo y los pa¨ªses pobres se unieron en sendas organizaciones, a ra¨ªz de la conferencia de la OMC que se celebr¨® en Canc¨²n en septiembre de 2003. Los pa¨ªses en desarrollo m¨¢s avanzados como India, Brasil, China o Argentina constituyeron el G-20 con el objetivo de lograr la rebaja de los aranceles, las subvenciones a los productores y a las exportaciones por parte de los pa¨ªses desarrollados. Por otra parte, los pa¨ªses pobres, eufem¨ªsticamente denominados pa¨ªses menos desarrollados, crearon el G-90, integrado por el Grupo de la Uni¨®n Africana y los pa¨ªses ACP (?frica, Caribe y Pac¨ªfico), muchos de los cuales sufren un creciente empobrecimiento.
La conferencia de Canc¨²n fracas¨® y el lema de la ronda de Doha de convertir el comercio en un instrumento para aumentar el desarrollo qued¨® s¨®lo en buenos prop¨®sitos. Brasil y sus aliados rechazan cualquier concesi¨®n de liberalizaci¨®n de intercambios si no es rec¨ªproco. Estados Unidos y Europa pueden esperar hasta 17 a?os si quieren vender autom¨®viles a Argentina, se?ala una fuente pr¨®xima a las negociaciones.
La firme defensa de sus intereses por parte de los pa¨ªses emergentes ha creado una especial preocupaci¨®n tambi¨¦n entre las grandes firmas multinacionales, que se encuentran cada vez con unos interlocutores m¨¢s tenaces. Una selecta representaci¨®n de las 60 corporaciones internacionales m¨¢s importantes (Vivendi Universal, Deustche Bank, Microsoft, Repsol, Basf, Siemens, Philips, Nokia, Novartis, Mitsubishi, Fiat, Volvo, Ericsson y Pfizer, entre otras) ha dirigido esta semana un escrito a los directivos de la OMC en el que les exigen que redoblen sus esfuerzos para alcanzar un acuerdo. Los ejecutivos de las firmas m¨¢s influyentes del mundo expresan en el documento su "convicci¨®n de que el ¨¦xito de la ronda de Doha es vital para permitir que las empresas desempe?en un papel importante en la erradicaci¨®n de la pobreza y en el aumento global de los niveles de vida".
ESTADOS UNIDOS El algod¨®n, no
Despu¨¦s de casi dos a?os de inactividad, y a la vista del protagonismo de los nuevos pa¨ªses emergentes, Estados Unidos sorprendi¨® a principios del pasado mes de octubre con una propuesta en materia agr¨ªcola. Ofreci¨® eliminar las subvenciones a la exportaci¨®n en el plazo de cinco a?os (2010), accediendo as¨ª a las exigencias de los pa¨ªses del G-20. La propuesta americana tambi¨¦n propon¨ªa rebajar en un 60% las ayudas que m¨¢s distorsionan el mercado y exig¨ªa que la UE rebajase de forma equivalente las suyas, que, seg¨²n el sistema de c¨¢lculo europeo, supone un recorte del 83%.
Pero la oferta agraria norteamericana tambi¨¦n tiene importantes excepciones. En el caso del algod¨®n, Estados Unidos ha pedido aplazar la eliminaci¨®n de las subvenciones 18 a?os, es decir, hasta 2023. Los 20.000 agricultores de algod¨®n de Estados Unidos recibir¨¢n del Gobierno pagos que ascienden a 4.700 millones de d¨®lares en 2005, monto que supera el valor del mercado del cultivo y supera la ayuda que el pa¨ªs entrega a ?frica Subsahariana, seg¨²n Naciones Unidas. Unas ayudas que adem¨¢s hacen caer los precios internacionales hasta el 13%.
Algunos observadores se?alan que la oferta estadounidense ha sido infravalorada. Otros han insinuado, incluso, que se trataba de una trampa para distraer la atenci¨®n hacia otros puntos. Pero la oferta del representante estadounidense, Rob Portman, qued¨® encima de la mesa de la reuni¨®n en Z¨²rich el pasado 10 de octubre. Unas semanas despu¨¦s, el 29 de octubre, el comisario de Comercio europeo, Peter Mandelson, contraatac¨® con otro paquete de rebajas que alcanzaba tambi¨¦n a los llamados tres pilares que sustentan los mecanismos de protecci¨®n agr¨ªcola (subvenciones a las exportaciones, ayudas directas a los agricultores y aranceles).
UNI?N EUROPEA Az¨²car en peligro
Despu¨¦s de intensas negociaciones, la oferta europea incluye actualmente la supresi¨®n total de las exportaciones en la fecha acordada, si los otros pa¨ªses hacen lo mismo. Sin embargo, en la UE hay cierta inquietud por las subvenciones a la exportaci¨®n encubiertas a trav¨¦s de empresas estatales de comercializaci¨®n (el llamado Grupo Cairns, formado por Australia, Canad¨¢ y Nueva Zelanda) o las ayudas alimentarias que practica Estados Unidos.
En las ayudas directas a los agricultores, la UE propone una rebaja del 70% en los casos de las que producen distorsiones m¨¢s graves del mercado. Respecto a los aranceles, la rebaja propuesta es del 60% para los m¨¢s elevados cuando se trata de pa¨ªses desarrollados y del 40% en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. El arancel m¨¢ximo ser¨¢ del 100%, aceptando as¨ª la petici¨®n de los pa¨ªses en desarrollo. Se except¨²an los llamados productos sensibles, que representan un 8% de las l¨ªneas arancelarias y que se refieren especialmente a vacuno, aves, frutas y hortalizas, mantequilla y az¨²car.
La situaci¨®n del az¨²car tambi¨¦n es dram¨¢tica. Los agricultores y procesadores reciben cuatro veces el precio vigente del az¨²car del mercado mundial y generan un excedente de cuatro millones de toneladas. Luego inundan los mercados mundiales con la ayuda de m¨¢s de 1.000 millones en subsidios a la exportaci¨®n. La propuesta europea tambi¨¦n ha causado desgarros en el interior de la UE. Francia mantiene una postura muy cr¨ªtica y asegura que el comisario Mandelson ha rebasado el mandato del Consejo Europeo.
Debido al retraso, las negociaciones se han concentrado en los productos agr¨ªcolas, pero el comercio industrial es cada vez m¨¢s importante y tambi¨¦n campo de serias discrepancias. Hay que tener en cuenta que las transacciones de productos industriales representan el 70% de las operaciones comerciales que realizan los pa¨ªses emergentes entre s¨ª. Se trata, pues, de que se est¨¢ incrementando el paso de las relaciones sur-sur que, seg¨²n una fuente pr¨®xima a las negociaciones, muchas veces no se valora suficientemente por parte de los pol¨ªticos.
Tanto Estados Unidos como Jap¨®n apoyan las rebajas propuestas por Europa en comercio industrial. Pero Brasil e India siguen expresando serias reticencias, como las manifestadas el pasado viernes por el ministro de Exteriores brasile?o, Celso Amorim, uno de los m¨¢s destacados l¨ªderes del G-20. Ambos pa¨ªses consideran que los recortes arancelarios exigidos a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo son desproporcionados en relaci¨®n con las reducciones arancelarias propuestas en agricultura.
En el campo de los servicios, la Comisi¨®n Europea est¨¢ decidida a exigir el mismo nivel de ambici¨®n que en el caso de la agricultura y la industria. Sin embargo, muchas delegaciones discrepan de esta propuesta en cuanto a las cifras. La mayor parte de ellas considera que la propuesta de la Uni¨®n Europea es demasiado ambiciosa.
LA CUMBRE El fracaso anunciado
El probable fiasco de la reuni¨®n de la OMC, que se celebrar¨¢ en Hong Kong entre el 13 y el 18 de diciembre, supone un serio riesgo para la ronda de Doha, que deber¨ªa finalizar los trabajos en 2006. La OMC agrupa a 148 pa¨ªses que controlan el 95% del comercio mundial. Lo m¨¢s inquietante es que la alternativa al esquema multilateral que hace funcionar a este organismo, en el que cada pa¨ªs tiene un voto y garantiza los mismos deberes y derechos, es la proliferaci¨®n de los acuerdos bilaterales y regionales, mucho menos democr¨¢ticos y que suponen una seria discriminaci¨®n para muchos pa¨ªses y sectores. Muestra de este peligro es que el n¨²mero de acuerdos bilaterales ha pasado de s¨®lo 13 en el a?o 1975 a los 100 que se firmaron en el a?o 2000 y, despu¨¦s, los 180 que estaban vigentes a mediados de 2005.
Tambi¨¦n resulta un serio peligro para la liberaci¨®n del comercio internacional la creciente corriente proteccionista en Estados Unidos, que impulsa una nueva legislaci¨®n para alargar los actuales subsidios agr¨ªcolas desde 2007 hasta 2011.
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