Democracia
?Ver para creer! Resulta que el mayor productor del mundo de EPO, la empresa norteamericana Amgen, patrocinar¨¢ la Vuelta Ciclista a California. As¨ª, como suena. Y uno se pregunta si ser¨¢ posible m¨¢s cumplida forma de cinismo. Pues bien, la respuesta es s¨ª y no hace falta irse tan lejos ni al dopaje. ?Les suena el apellido Atutxa? Como recordar¨¢n, el se?or Atutxa se neg¨® a cumplir la sentencia del Supremo (en su versi¨®n tribunal y no celeste, aunque qui¨¦n sabe) referente a la disoluci¨®n del grupo parlamentario de SA. Ahora que seg¨²n ¨¦l la justicia le ha dado la raz¨®n -mentira, el tribunal s¨®lo ha dicho que no es competente para juzgar a un aforado como ¨¦l y quienes le acompa?aban en la causa-, resulta que la democracia es m¨¢s democr¨¢tica. Y lo dice jubiloso y exultante. No hace falta tirar de hemeroteca para acordarse de que, cuando el Supremo le oblig¨® a que cumpliera la sentencia, dijo m¨¢s bien lo contrario, que no hab¨ªa independencia judicial sino un contubernio dirigido por el PP con la complicidad del PSOE; en una palabra, que la democracia estaba podrida. ?Qu¨¦ dir¨¢ si el Supremo, a quien la acusaci¨®n particular ha apelado, le condena? Con toda seguridad, lo mismo. Y es que el se?or Atuxa vive la democracia como un p¨¦ndulo. Si las tornas le favorecen, hay democracia; si no le favorecen no hay democracia, independientemente de que ¨¦l mismo fuera representante de un Estado cuyo antidemocr¨¢tico marco le permiti¨® incluso desobedecer. Esperemos que hasta cierto punto.
Porque ser¨ªa un poco raro que el tribunal que le oblig¨® a que acatara una sentencia se lavase las manos ante quien se la pas¨® por el forro. De ah¨ª que, mal que le pese al oscilante sentido democr¨¢tico del se?or Atutxa, igual le cae algo. Es cierto, la sentencia que acaba de emitir el TSJPV es irreversible, como proclama a los cuatro vientos el se?or Atutxa, pero es irreversible en aquello que ha sentenciado, a saber, que se declara incompetente para juzgarle porque fue aforado. No cuenta el ex representante del Estado se?or Atutxa con que el Supremo pueda juzgarle por haber sido un chico d¨ªscolo y desobediente, cosa que no tiene que ver con que lo fuera. Como tampoco tiene que ver que se mostrara tan creativo a la hora de urdir triqui?uelas que pudieron incurrir en fraude de ley y las disfrazara de la aut¨¦ntica palabra de Dios, es decir, del otro Supremo, para evadir sus responsabilidades. Lo verdaderamente extra?o ser¨ªa que un comportamiento tan antidemocr¨¢tico como el del se?or Atutxa -m¨¢s grave a¨²n por cuanto fue servidor del Estado-, que acepta y acata la ley y la democracia s¨®lo cuando le favorecen, no tuviera ninguna consecuencia, vamos, que se fuera de rositas, porque se crear¨ªa una jurisprudencia a la que podr¨ªa acogerse cualquier robaperas.
El ex representante del Estado se?or Atutxa es muy libre de creerse impune mientras llega la resoluci¨®n del Supremo, lo que ya es m¨¢s dif¨ªcil es que se le pueda permitir mostrarse tan impertinente y, sobre todo, falt¨®n. Porque ha sacado a relucir unos modos bastante barriobajeros al dirigirse a quienes en su d¨ªa le censuraron por desobediente y contumaz. Ha dicho el se?or Atutxa que por aquel entonces "trag¨® sapos como platos" (por m¨¢s que no quisiera -dijo tambi¨¦n- "tragar ruedas de molino" cuando de la Justicia se trat¨®). Hombre, si trag¨® lo que se trag¨®, no deber¨ªa resultar chocante que ahora expulse por la boca, he dicho por la boca, sapos y culebras. Pero sus sapos y culebras hubieran debido ser m¨¢s finos; quiero decir que pod¨ªa haberse ahorrado los insultos contra el PSE y el PP, quienes, ellos s¨ª, se limitaron a someterse a las reglas del juego democr¨¢tico, incluidas las que ten¨ªan que ver con sentencias y muchachos desobedientes. Llamarles miserables como les ha llamado el se?or Atutxa y exigirles que le pidan perd¨®n por algo que se atuvo impecablemente a derecho roza el fuera de juego democr¨¢tico. Yo le recomendar¨ªa al se?or Atutxa que, si le vuelve a fallar la democracia, se apunte al Tour de California. A lo mejor gana algo.
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