Psicotoreo
Cuando lleg¨® Castilla del Pino la sala estaba abarrotada de p¨²blico con un inter¨¦s muy justificado porque, tras la presentaci¨®n que llev¨® a cabo Pedro Romero de Sol¨ªs, comenz¨® a hablar con la cuidada y culta oratoria que emplea en sus conferencias, mirando a los asistentes por encima de sus gafas con la mirada incisiva pidiendo atenci¨®n, y sus palabras fueron tan inteligentes como amenas.
El motivo de la presencia del profesor era la presentaci¨®n del n¨²mero 19-20 de la Revista de Estudios Taurinos, dedicada al tema Toros y psicoan¨¢lisis, cuyos art¨ªculos de Desmonde, Gomez Pin, Hunt, Pratt, Ingham, Douglas, Schmid Noerr y Eggert entre otros, Castilla del Pino consider¨® antropolog¨ªa social o cultural sobre los ritos del toro, ya que el psicoan¨¢lisis no ofrece explicaci¨®n del toreo sino interpretaciones que siempre se prestan a equ¨ªvocos. De todos modos consider¨® raro que no existieran an¨¢lisis psicodin¨¢micos ya que Espa?a fue el primer pa¨ªs que tradujo a Fre¨¹d en 1924; as¨ª como tambi¨¦n lament¨® que no se hubiera penetrado en la vocaci¨®n del torero que ¨¦l, pasando por alto el atractivo econ¨®mico, calific¨® de compulsiva. Como ejemplo cont¨® la an¨¦cdota de un prestigioso profesor que le confes¨® su fantas¨ªa de haber sido torero con una frase: "Preferir¨ªa ser Manolete muerto que lo que soy vivo".
Alab¨® varios art¨ªculos de la revista, entre ellos el que estudia la conexi¨®n entre el torero y don Juan, tema que consider¨® tan interesante como saber qu¨¦ es lo que lleva a alguien a ser torero, qu¨¦ se propone jug¨¢ndose la vida en solitario, su relaci¨®n con el toro y el p¨²blico, su concepto de honor, su idea de la muerte y su ¨¦xito entre las mujeres. Me imagino un posible motivo de habernos privado tantos a?os de esos an¨¢lisis tan interesantes: tendr¨ªa que llevarlo a cabo un psiquatra tan conocedor del toreo que probablemente ser¨ªa, o acabar¨ªa siendo, aficionado a ello, y como las compulsiones suelen encerrar alguna debilidad personal, al salir a la luz desmitificar¨ªa un poco ese toreo. Por otro lado me pregunto si el ¨¦xito entre las mujeres ser¨¢ el mismo tras la evoluci¨®n por la que hemos pasado; aunque de lo que no cabe duda es de que aun existen muchos fieles admiradores. Yo entre ellos.
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