De Barcelona a Barcelona
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos", escribi¨® el poeta. De Barcelona-1995 a Barcelona-2005 no s¨®lo han transcurrido 10 a?os. Han sucedido muchas cosas. De entrada, los asistentes son distintos, m¨¢s numerosos, y exhiben diferente formato. No s¨®lo porque ahora acudan jefes de Estado y de Gobierno, mientras que hace 10 a?os fueron sus ministros de Exteriores. Sino, m¨¢s decisivo, porque los 15 Estados miembros de la UE y los 12 socios del Sur originarios se han trocado en 25 norte?os y 10 ribere?os del Sur.
Europa es otra. Acumula una moneda ¨²nica, una creciente pol¨ªtica exterior com¨²n, una obsesi¨®n por la seguridad y un sincopado proceso constitucional. Pero sobre todo se ha ampliado al Este, con ocho nuevos pa¨ªses; ha integrado a dos de los antiguos meds, Chipre y Malta, y ha colocado en su antesala de adhesi¨®n a una Turqu¨ªa m¨¢s liberal y desarrollada.
Tras la ampliaci¨®n de la UE al Este, el Sur mediterr¨¢neo tiene la oportunidad de convertirse en la gran prioridad vecinal de los europeos
?Sirve el proyecto, pese a sus lentitudes y a la permanencia de las desigualdades? Todos creen en su arquitectura y esperan que despegue
Al extender sus fronteras orientales, ha inventado en 2004 la nueva Pol¨ªtica Europea de Vecindad (PEV), destinada a afirmar un c¨ªrculo de cercan¨ªa: por el Este, a Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Moldavia; por el Sur, a los mediterr¨¢neos de siempre.
El designio ¨²ltimo de esa PEV es compartir con todos ellos all, but institutions. O sea, el mismo mercado interior, id¨¦ntica pol¨ªtica de cohesi¨®n, las mismas reglas, la misma seguridad... aunque sin integrarlos en las instituciones pol¨ªticas comunes. Objetivo m¨¢s ambicioso que el triple desider¨¢tum de la conferencia fundadora: una prosperidad basada en un libre comercio general para 2010; paz y seguridad; intercambio cultural entre sociedades c¨ªvicas maduras.
Barcelona-2 aparece as¨ª como plataforma y s¨ªmbolo de la gran oportunidad del Sur. El bello sue?o para el nuevo Mare Nostrum de los viejos pioneros europeos, con los espa?oles como protagonistas, fue establecer un paralelismo entre Este y Sur. El comisario Manuel Mar¨ªn (sobre la experiencia anterior de su colega Abel Matutes) fue el arquitecto de esa regi¨®n a la par multilateral (la zona de librecambio) y bilateral (mediante los acuerdos euromediterr¨¢neos pa¨ªs por pa¨ªs, sobre igual planillo). Felipe Gonz¨¢lez obtendr¨ªa en Cannes (junio de 1995) de Helmut Kohl el dinero para la cooperaci¨®n (70% de los recursos destinados al Este), y el entonces ministro Javier Solana arranc¨® de madrugada y con f¨®rceps el acuerdo germinal de la capital catalana.
Con una Europa a 25, la obsesi¨®n por el paralelismo carece ya de sentido. El Sur puede devenir al fin la prioridad vecinal de la Uni¨®n. Y adem¨¢s, al impulso espa?ol -irregularmente flanqueado por Francia e Italia- se le a?aden nuevas complicidades, n¨®rdicas, eurocentrales... Y anglosajonas: no en vano esta cumbre decenaria se celebra bajo presidencia brit¨¢nica.
Tambi¨¦n los sure?os han cambiado. Algunos se han encaramado al Norte. Y en sus extremos (Turqu¨ªa, Marruecos, T¨²nez) han apuntado potencialidades de crecimiento econ¨®mico y de transici¨®n a la democracia. Han mejorado su prosperidad per c¨¢pita, pues el crecimiento decenal de su PIB (3,9% de media) super¨® al de su poblaci¨®n (1,9%). Aunque la brecha no se ha cerrado, porque el bienestar del Norte creci¨® m¨¢s, sigue quintuplicando al del Sur, que registra el 18,1% respecto al de la UE (medido en paridad de poder de compra), algo menos que entonces. Con la globalizaci¨®n, otras regiones (Asia, Latinoam¨¦rica) han crecido mucho m¨¢s, y con la proliferaci¨®n audiovisual, el abismo sangra e incentiva las migraciones y la tensi¨®n entre civilizaciones. Adem¨¢s, las disparidades entre los propios norteafricanos han aumentado. Apenas despierta la apertura Sur-Sur, pese al esfuerzo de la cumbre de Agadir de 2004 (Marruecos, T¨²nez, Jordania, Egipto) por lograrla. Y la pobreza, el conflicto palestino y la invasi¨®n de Irak han creado un caldo de cultivo para el terrorismo yihadista.
Ante ello, palidecen avances notables como la potente apertura comercial del Sur al exterior; un cierto saneamiento macroecon¨®mico o las decenas de proyectos sectoriales conjuntos, sobre transportes, agua, educaci¨®n, derechos de la mujer.
?Sirve pues el proceso de Barcelona? Todos creen que su arquitectura, desplegada en entidades, programas y consejos, y reforzada por la incipiente PEV, sigue siendo v¨¢lida. Todos saben que el conflicto de Oriente Pr¨®ximo ha ralentizado la creaci¨®n de la regi¨®n euromed y ha aplazado la dimensi¨®n de seguridad -la Carta para la Paz y la Estabilidad-, aunque no ha anulado el ¨²nico foro permanente donde los grandes enemigos siguen encontr¨¢ndose.
Y todos esperan que el Mediterr¨¢neo, esa regi¨®n del mundo en la que coexisten, en el m¨¢s peque?o espacio, las m¨¢s grandes disparidades econ¨®mico-sociales, acabe despegando. S¨ª, pero ?cu¨¢ndo? De momento, los 35 no han logrado desmentir a Leonardo da Vinci cuando describ¨ªa el Mediterr¨¢neo como un espacio en el que "da Oriente a Occidente in ogni punto ¨¨ divisione".
![El fallecido l¨ªder palestino Yasir Arafat saluda al pr¨ªncipe Felipe en la anterior cumbre de Barcelona.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IPAR5HPL2BHMLUPV4JACV2EE3I.jpg?auth=91670028b73ea1887e244d7f94431e3c2731fe18933116834289bdfa1f0b48a7&width=414)
Los obst¨¢culos al proceso y los retos de esta cumbre
OBST?CULOS M?LTIPLES al proceso de Barcelona. El principal ha sido el cuello de botella de Oriente Pr¨®ximo, omnipresente en las siete conferencias celebradas y en las decenas de otros consejos ministeriales y de t¨¦cnicos. Pero tambi¨¦n la lentitud de varios pa¨ªses en firmar sus acuerdos bilaterales, entramado
homog¨¦neo imprescidindible para la zona econ¨®mica multilateral: s¨®lo ahora acaba de pactarse el ¨²ltimo (Siria) y quedan varios por ratificar. Tampoco ha sido ajena la resistencia europea a la apertura comercial agr¨ªcola (la industrial registra buen ¨¦xito) y la morosidad de la Uni¨®n en la ejecuci¨®n presupuestaria de las transferencias de solidaridad: al quinto a?o (1999) s¨®lo se gastaba el 26% de los recursos disponibles, y s¨®lo en 2003-2004 se lleg¨® al 100% (aunque el total de los cr¨¦ditos te¨®ricos o "de compromiso"se redujo).
Frente a ellos, los retos que esta cumbre podr¨ªa impulsar son, al menos, cuatro. Uno, la perspectiva de crear un secretariado permanente, pedido por la Asamblea Parlamentaria de ambas riberas, que dar¨ªa m¨¢s visibilidad al proceso. Dos, la duplicaci¨®n de los fondos europeos dedicados a la pol¨ªtica migratoria, hasta 400 millones de euros durante el septenato 2007-2013, propuesta por el Gobierno espa?ol y que deber¨ªa decidirse en el paquete presupuestario plurianual a aprobar en diciembre. Tres, la presi¨®n hacia la constituci¨®n de un Banco Euromediterr¨¢neo que multiplique la l¨ªnea o facilidad crediticia del Banco Europeo de Inversiones (2.000 millones de euros anuales), una opci¨®n que debe adoptarse o rechazarse hacia finales de 2006. Y cuatro, el dif¨ªcil avance hacia un espacio de Justicia e Interior com¨²n, con un C¨®digo antiterrorista.
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