"La condena de la Iglesia a la homosexualidad es fr¨ªvola"
La noche en que ?lvaro Pombo habla de Contra natura (Anagrama), su sal¨®n-estudio de Madrid est¨¢ inmerso en un aire caravaggiesco al calor de la chimenea. S¨®lo se oyen sus reflexiones sobre este libro escrito en menos de un a?o y en tiempo real. Una de sus novelas m¨¢s duras, er¨®ticas, crudas, sinceras y filos¨®ficas. Y sombr¨ªas. Es la historia de dos ex seminaristas sexagenarios educados en el nacionalcatolicismo que hasta ayer afrontaron la homosexualidad de manera distinta, pero que un d¨ªa se ven emboscados sentimental, sexual y ¨¦ticamente por dos hombres m¨¢s j¨®venes. Con ellos, Pombo, que se considera un "cristiano reformado", ha creado una especie de tratado del amor, del deseo y del placer que trasciende los sexos y cualquier preferencia sexual. Es la propuesta de quien es considerado uno de los narradores espa?oles m¨¢s notables de las ¨²ltimas d¨¦cadas por novelas como El metro de platino iridiado, Donde las mujeres, La cuadratura del c¨ªrculo y Una ventana al norte, editada el a?o pasado.
"Lo que decididamente es 'contra natura' es el tener miedo y no arriesgar frente al amor"
"Hay que librar a la homosexualidad del tema del sentimentalismo porque eso hace un da?o terrible"
Pregunta. Contra natura aparece en un momento pol¨ªtico y social oportuno por el debate en torno a la ense?anza de la religi¨®n y la aprobaci¨®n del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Respuesta. La novela est¨¢ escrita con una idea de contribuir a la discusi¨®n sobre este asunto de la homosexualidad. En ese sentido tiene una voluntad de actualidad. Contra natura es una toma de posici¨®n respecto a las posiciones oficiales de la Iglesia cat¨®lica espa?ola y a la Iglesia en general. La condena eclesi¨¢stica de la homosexualidad es fr¨ªvola, al igual que la condena del Papa a los seminaristas homosexuales.
P. ?Por qu¨¦ es fr¨ªvola?
R. Naturalmente que la Iglesia puede decidir que sus seminaristas no s¨®lo no sean gays, sino que se la corten; pero desde un punto de vista m¨¢s profundo y m¨¢s de interpretaci¨®n del fen¨®meno de la relaci¨®n de la homosexualidad, que es un dato humano, con la espiritualidad y con la religiosidad, no a?ade nada nuevo. La Iglesia elude la discusi¨®n seria.
P. ?Y cu¨¢l es?
R. Rechaza la homosexualidad, y naturalmente que puede rechazar el desorden amoroso, ?pero es que la homosexualidad no es un desorden amoroso! En la novela hablo de un hombre contradictorio y cruel y de otro que, sin dejar de ser homosexual, alcanza la dignidad del hombre que ama lo que ama. Y no es un asunto de sexo, sino de amor.
P. Pero los dos personajes son producto de un sistema de educaci¨®n y de una sociedad concreta.
R. Son de mi generaci¨®n. Yo nac¨ª en el 39, con lo cual cog¨ª todo el nacionalcatolicismo. Pero todos tenemos suficientes resquicios de libertad para liberarnos y ser responsables de nosotros mismos. Yo utilizo una filosof¨ªa de la libertad, una filosof¨ªa sartreana en la cual el hombre es responsable de todos sus actos. No hay que culpar a nada ni a nadie. M¨¢s que al pasado, en esta novela me refiero al presente y al futuro.
P. Tambi¨¦n habla de homosexualidades y advierte del riesgo de trivializar el tema.
R. Dentro de los l¨ªmites que tiene la ficci¨®n, hago un retrato un tanto desmitologizado y desentimentalizado de la homosexualidad. Hay que librar el tema del sentimentalismo porque eso hace un da?o terrible. Y eso incluye el querer hacer las bodas como una imitaci¨®n de las bodas heterosexuales.
P. ?Qu¨¦ buscaba al escribirla en tiempo real?
R. Es una deliberada intenci¨®n estil¨ªstica. Hay una voluntad de presencia actual para darle m¨¢s realismo y verosimilitud; que la gente reconozca el tiempo en que transcurre la historia, que la haga m¨¢s suya.
P. Una de las frases que resume el conflicto de uno de los protagonistas dice: "Detestas lo que deseas porque detestas tus propios deseos".
R. Es la manera como Salazar se ha asumido. A m¨ª me preocupa que la sexualidad se convierta en una especie de entretenimiento, estamos en un momento consumista en que la homosexualidad y la heterosexualidad tienden a trivializar el amor y las relaciones. En ese camino se han perdido muchas cosas.
P. Pero se han ganado otras, como respeto y libertad.
R. Sin duda. Antes la gente se casaba por compromiso, y se viv¨ªa en una impostura. Hemos ganado en libertades y en honradez.
P. En medio de la dureza de la historia, ha escrito una especie de tratado del amor y sus alrededores. Retrata a dos grupos: los que desean amar y los que s¨®lo anhelan ser amados.
R. Son dos b¨¢sicas maneras de enfrentar el problema del amor, del amor-pasi¨®n. Uno de los protagonistas es un hombre guapo que se ha retirado de la vida hasta que se atraviesa un chaval y eso le complica todo. Es un narciso. Alguien miedoso que no arriesg¨®, algo que caracteriza a muchos homosexuales de cierta generaci¨®n no s¨®lo de Espa?a. Es una invitaci¨®n a dejar de tener miedo. Aunque me preocupa que los enamoramientos y todo eso distrae. El amor tiene un componente delet¨¦reo. Contra natura es un estudio del amor y del miedo al amor. Y del ritmo que llevan el amor y la pasi¨®n, que no siempre se corresponden.
P. Tambi¨¦n es una cr¨ªtica a quienes, como Salazar, s¨®lo buscan ser amados, como los Er¨®menos de la antigua Grecia.
R. Es imposible el placer infinito, el gusto infinito. ?Lo ¨²nico posible es la amistad!, es el m¨¢s grande de todos los bienes. Pero la amistad no es lo que pretende este personaje siniestro m¨ªo. ?l quiere un placer interminable, la perfecta posesi¨®n sin cesar y todo el tiempo gozando. ?Imposible!
P. Aunque el t¨ªtulo se refiere a la concepci¨®n de que para muchos la homosexualidad va contra la naturaleza, la novela ofrece la lectura de que el privarse de amar a alguien y no arriesgar, eso s¨ª es contra natura.
R. Lo creo decididamente. Lo que es contra natura es el tener miedo y no arriesgar frente al amor. Pero aqu¨ª uso contra natura como una especie de reclamo, puesto que los obispos est¨¢n invocando la naturaleza y la ley natural todo el santo d¨ªa, y es un grave error. El hombre tiene historia, esp¨ªritu y no naturaleza.
P. ?Por qu¨¦ esas incoherencias entre el sentir y el actuar frente al amor y el deseo?
R. Una idea es que Salazar es como un ni?o en una pasteler¨ªa, s¨®lo que es un hombre que a los 66 a?os puede tener todos los deleites carnales. Pero eso lo conduce a la insustancialidad. La tesis es: no se puede hacer nada con la felicidad o con el placer. Con la satisfacci¨®n de los deseos no hay nada que hacer; es como un bolo alimenticio que se infla y no puedes digerir. ?El placer logrado es indigerible! El ¨²nico placer que es digerible es el que no se logra, porque no se tiene; por consiguiente, el ¨²nico placer es el no placer. El ¨²nico placer es el controlar. Es una tesis pesimista y freudiana.
P. Como la de que en la felicidad anida la desgracia.
R. En la misma esencia de querer poseer algo est¨¢ el fracaso. Querer poseer algo es como un deseo de comerlo todo. Pero no se puede comer todo. Es m¨¢s, no cabe.
P. ?Le result¨® dif¨ªcil escribir una novela tan er¨®tica y sexualmente expl¨ªcita?
R. Aqu¨ª la explicitud es muy deliberada. La escrib¨ª de un tir¨®n. Y no fue nada dif¨ªcil. Es un libro escrito muy deprisa y quiz¨¢ esa velocidad contagia al texto. No pod¨ªa eludir el erotismo y la crudeza; nada de sugerencias. Si eso atraviesa la delicada capa de prejuicios morales de la sociedad, la gente leer¨¢ la novela con inter¨¦s. Lo que no s¨¦ es c¨®mo quedan los homosexuales, si bien o mal.
As¨ª es la novela en la que ?lvaro Pombo, con un narrador de estirpe decimon¨®nica que hace gui?os al lector, invita a mirar el amor desde muchas esquinas. Y plantea la b¨²squeda de una ¨¦tica en las relaciones en un mundo enmara?ado de intereses y contradicciones. Hacia ese territorio avanzan sus palabras mientras sigue en su sill¨®n rodeado del aura caravaggiesca, animado por un vino tinto y la complicidad de una chimenea muda, cuyos chisporroteos silencian las puertas de cristal.
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