El enigma del metano en Tit¨¢n...

Han tardado casi un a?o en analizar y preparar los datos para su publicaci¨®n, pero los cient¨ªficos ya lo saben casi todo sobre el hist¨®rico descenso de la sonda europea Huygens en Tit¨¢n, la mayor luna de Saturno. El estudio no ha sido f¨¢cil, empezando por la distancia a que se produjo la haza?a -1.200 millones de kil¨®metros-, pero sus resultados son sorprendentes. Muestran que Tit¨¢n es un mundo ba?ado en una nube anaranjada de hidrocarburos, cuyo origen es el metano, que hace el papel del agua en la Tierra. Su suelo, que se supon¨ªa cubierto de mares, es en realidad blando, esponjoso, formado por part¨ªculas org¨¢nicas que caen en forma de lluvia sobre hielo de agua y de metano.

M¨¢s de un centenar de cient¨ªficos, europeos y estadounidenses en su mayor¨ªa, han participado en el estudio, que present¨® ayer la Agencia Europea del Espacio en Par¨ªs, y que se publica en la revista Nature. Dos de ellos, Fran?ois Raulin y Hasso Niemann, explicaron que tiene que haber una fuente continua de metano procedente del interior del planeta, dado que ¨¦ste se pierde en la atm¨®sfera. Sin embargo, no tienen ning¨²n indicio de que esta fuente sea biol¨®gica (las bacterias, por ejemplo, producen metano) y creen que es posible que en la Tierra se haya dado la misma evoluci¨®n y existan dep¨®sitos gigantescos de metano (el principal componente del gas natural). Otros datos confirman que existe actividad geol¨®gica en el sat¨¦lite.

Tit¨¢n es un cuerpo celeste particularmente interesante porque es el ¨²nico del sistema solar, adem¨¢s de la Tierra, que posee una atm¨®sfera densa, compuesta principalmente por nitr¨®geno.

Durante su descenso de dos horas y 28 minutos a trav¨¦s de la atm¨®sfera de Tit¨¢n, el 14 de enero de 2005, la sonda europea, que se hab¨ªa separado el 24 de diciembre anterior de la nave Cassini, registr¨® una multitud de datos con sus seis instrumentos, que continu¨® transmitiendo durante 72 minutos tras el aterrizaje.

Las medidas han confirmado que la presi¨®n atmosf¨¦rica es 1,5 veces la de la Tierra, y la temperatura es de 180 grados bajo cero, lo que impide la formaci¨®n de vapor de agua y, por tanto, de ox¨ªgeno, a partir del hielo de agua, seg¨²n Francesca Ferri.

En cuanto a los vientos, soplan en el mismo sentido de rotaci¨®n del sat¨¦lite y son m¨¢s r¨¢pidos, llegando a los 120 metros por segundo a 120 kil¨®metros de altura. Curiosamente, en la superficie, la sonda no detect¨® apenas viento, lo que hace preguntarse sobre el papel de ¨¦ste en los paisajes esculpidos por la erosi¨®n observados durante su descenso. Los profundos y anchos valles fotografiados parecen deberse a cursos de metano l¨ªquido.