M¨²sicas para fiestas

Para empezar, resulta dif¨ªcil encontrar un ep¨ªgrafe que se ajuste a la definici¨®n de lo que propugna este inclasificable y recientemente creado quinteto. Tal vez pudiera encuadr¨¢rsele, con sus diferencias, en la l¨ªnea de Mastretta o de Racalmutto, la banda del saxofonista Miguel Malla.

La Orquesta Pinha es m¨²sica instrumental que no se ci?e a la concepci¨®n piramidal y mercadot¨¦cnica de la m¨²sica popular del momento. En su concierto en Madrid en estas navide?as fechas, demostraron que lo suyo va por el lado de las orquestas que, humildemente, solo aspiraba a entretener y hacer bailar a una audiencia all¨¢ por los a?os 50 y 60 del pasado siglo, justo antes que las servidumbres del pop y su supuesta contemporaneidad arrasasen con todo.

Una base r¨ªtmica semiac¨²stica sirve de sost¨¦n a los deambulares mel¨®dicos de una guitarra ac¨²stica enchufada, junto a un viol¨ªn y un clarinete, instrumentos estos dos ¨²ltimos que parecen dif¨ªciles de encajar en el sonido moderno como no sea insertos en estilos musicales como el jazz y la m¨²sica norte?a, por citar solo dos. Aqu¨ª, sin embargo, los tres instrumentos corretean alegremente entre twist, tangos, boleros, habaneras, polkas, swings y otros estilos del mismo ¨¢mbito popular del pasado, con un resultado final bien enternecedor, entretenido, sensible y con un componente claramente visual que lo emparenta con las bandas sonoras de las pel¨ªculas en blanco y negro de los per¨ªodos citados, con Nino Rota asomando por el horizonte.

M¨²sica tremendamente personal y aconsejable en ¨¦poca de fiestas como ¨¦sta, la Orquesta Pinha reivindica al m¨²sico por vocaci¨®n y el directo como estatus primero de los m¨²sicos, entendiendo por tales a aquellos que, aunque solo sea una, se saben una canci¨®n y la ejecutan con la suficiente gracia como para que al oyente le sugiera algo y le haga pasar un buen rato. La Orquesta Pinha se sabe m¨¢s de una canci¨®n -en su actuaci¨®n tocaron 24-, as¨ª que no hay excusa para perd¨¦rselos