El detenido por el asesinato de un abogado tiene orden de expulsi¨®n

El detenido por el asesinato del abogado de Castell¨®n Carlos Reverter tiene en vigor una orden de expulsi¨®n de Espa?a, adonde lleg¨® hace al menos cuatro meses. En contra de las primeras hip¨®tesis, su complexi¨®n fuerte y su agresividad inducen ahora a la polic¨ªa a pensar que pudo ser el ¨²nico autor del crimen. Herido el martes al tratar de escapar de la comisar¨ªa de Castell¨®n, est¨¢ ingresado en un hospital de la ciudad.

El reloj y alguna otra pertenencia de la v¨ªctima hallados en su domicilio fueron los elementos que forzaron a D. J. C. I, de 28 a?os y de nacionalidad venezolana, durante el interrogatorio, a confesarse autor del asesinato, el pasado d¨ªa 20, del abogado Carlos Reverter, seg¨²n apuntaron ayer fuentes del caso. Adem¨¢s, su voz se distingue en las grabaciones de las llamadas que el letrado pudo realizar desde el maletero de su propio coche antes de morir a causa de un brutal paliza. La polic¨ªa analiz¨® esas grabaciones e investig¨® hasta llegar al presunto autor del crimen.

El detenido vive, desde hace algunos meses, en Castell¨®n con un permiso de residencia. Sin embargo, sobre ¨¦l pesaba una orden de expulsi¨®n que no se hab¨ªa podido ejecutar, debido a que se encontraba en paradero desconocido. En cualquier caso, el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Antoni Bernab¨¦, asegur¨® ayer que carec¨ªa de antecedentes en Espa?a, con lo que la orden de expulsi¨®n pudo decretarse por alguna falta o delito menor. Por eso, la polic¨ªa investiga su posible participaci¨®n en otros robos o atracos a¨²n sin esclarecer. Seg¨²n una informaci¨®n emitida ayer por la televisi¨®n auton¨®mica valenciana Canal 9, el detenido viv¨ªa en un piso compartido desde hace dos meses. Daniel, que es el nombre del supuesto homicida, contest¨® a un anuncio publicado en prensa por la propietaria del inmueble, en el que se ofertaba el alquiler de una habitaci¨®n. Del testimonio de sus compa?eros de piso se desprende que no trabajaba y que, seg¨²n les hab¨ªa asegurado, ten¨ªa problemas econ¨®micos, aunque su inter¨¦s por encontrar trabajo no era muy grande.

La excusa de un robo

Los habitantes de la casa tambi¨¦n se?alaron que, el d¨ªa de la muerte del abogado, el ahora detenido lleg¨® herido, con un ojo morado y manchas de sangre. Seg¨²n dijo, sus lesiones eran consecuencia de un robo del que hab¨ªa sido v¨ªctima. A la propietaria del piso le sorprendi¨® la parquedad de las palabras de Daniel, ya que, tal como explic¨®, "siempre saluda mucho". El hombre, seg¨²n el mismo testimonio, lleg¨® con su novia, una joven espa?ola que tambi¨¦n se encuentra detenida como presunta encubridora del crimen. "Entraron directamente a la habitaci¨®n y, al momento, ella me pidi¨® si ten¨ªa agua oxigenada", explic¨® la propietaria.

Seg¨²n los datos con los que contaba la polic¨ªa, el ahora detenido, al ser sorprendido en el interior del Audi TT de la v¨ªctima por agentes que buscaban al abogado secuestrado, salt¨® por un barranco, con lo que se sospechaba que pod¨ªa presentar alguna herida.

El detenido como presunto autor del secuestro y asesinato del abogado Carlos Reverter, de 43 a?os, permanece estable en la UCI del Hospital General de Castell¨®n, despu¨¦s de ser intervenido de una fractura en el f¨¦mur que sufri¨® cuando trat¨® de escapar la noche del martes de la comisar¨ªa de polic¨ªa de la capital de La Plana.

En su intento de huida recibi¨® dos disparos. Uno de ellos roz¨® al detenido en la zona abdominal, lo que le produjo una herida leve. El otro le alcanz¨® en una pierna y caus¨® una lesi¨®n m¨¢s grave, con una fractura espiroide del f¨¦mur, a la altura de la rodilla, que por su aparatosidad oblig¨® a su traslado a un hospital de Valencia, donde se le intervino. A primera hora de la ma?ana fue trasladado de nuevo al Hospital General de Castell¨®n, donde se recupera de las lesiones, vigilado por un fuerte dispositivo de seguridad tanto para evitar otro intento de huida como por sus caracter¨ªsticas f¨ªsicas -mide 1,85 metros y es muy corpulento- y su agresividad.