Ciudadano Krahe

?Era posible un mejor plan para la noche del D¨ªa de los Inocentes que ir a ver actuar en directo a este defensor del placer en sus acepciones m¨¢s extensas? Cuando est¨¢ a punto de aparecer en el mercado discogr¨¢fico otra obra magna a cargo de este insigne sat¨ªrico -un disco que llevar¨¢ por sugestivo t¨ªtulo Cintur¨®n negro de karaoke-, el ciudadano Krahe regres¨® a las tablas para encontrarse con su p¨²blico en fechas tan se?aladas y poner, de paso, algo de ac¨ªbar en la almibarada dieta de las fiestas madrile?as.

Bien que lo logr¨® entre, quiz¨¢, los ¨²ltimos cigarrillos de los que pueda disfrutar dentro de una sala de conciertos. Porque, en cuanto entre de lleno la dichosa ley antitabaco, ?qu¨¦ va a ser de este artista que divide la vida en los intervalos de tiempo que hay entre encender, disfrutar, apagar un cigarrillo y vuelta a empezar? Porque Krahe es muy capaz de iniciar una nueva carrera como cantante en exclusiva de parques y jardines.

Anteanoche, armado de cuantos cigarrillos pudo fumarse en hora y pico, de un inseparable amigo en vaso largo y dos compinches musicales que acompa?an sus andanzas musicales desde los or¨ªgenes de los tiempos, Krahe volvi¨® a deleitar a una audiencia entregada y a sorprender a quienes, que los hab¨ªa, no conoc¨ªan demasiado el personaje y lo que es capaz de dar de s¨ª. El repertorio incluy¨® perlas de la Kraheolog¨ªa toda: Ulises, Par¨¦ntesis, La Yeti, Costa suiza, Vecindario, AVE, Elena e Irene, Ant¨ªpodas, Zozobras completas, Piero della Francesca o Ron de ca?a. Krahe hizo hasta trilog¨ªas de canciones en claves filos¨®ficas, m¨¦dicas, geom¨¦tricas... Asimismo, tuvo a bien el artista desempolvar algunas de las joyas de los tiempos en la sala La Mandr¨¢gora -Villatripas-, y las combin¨® con habilidad con temas nuevos tan, a priori, atractivos como No todo va a ser follar, que ilustra a la perfecci¨®n el "no est¨¢n maduras" de los maduros.

Con una paradi?a entremedias para repostar, firmar aut¨®grafos y hacerse fotos junto a incondicionales, Krahe fue capaz de sacar varias toneladas de carcajadas de un p¨²blico que lo estaba deseando, a base de canciones de humor afilado y presentaciones de dichas canciones a la altura en cuanto a l¨²cido sentido del humor. Puede decirse que con el ciudadano Krahe funcionando la Navidad deprime menos, y eso, sin tener que gastar un euro, es todo un logro.