Contando matrimonios

Leo en la prensa el n¨²mero de matrimonios homosexuales y en la mayor parte de los art¨ªculos, hay un reproche de fondo.

Despu¨¦s de defender rabiosamente que lesbianas y gays no pudi¨¦ramos casarnos, ahora sectores de la derecha critican el, seg¨²n ellos, escaso n¨²mero de matrimonios.

Los que nos acusaron de ser conservadores por querernos casar, ahora nos critican por no casarnos mucho, como si pasar por el juzgado fuese una obligaci¨®n para con la sociedad. Dicen tambi¨¦n los art¨ªculos que es en las ciudades grandes donde los matrimonios homosexuales alcanzan proporciones similares a los heterosexuales, pero parece que este dato no mueve a la reflexi¨®n. Un amigo gay que trabaja en Valladolid, me cuenta que por nada del mundo se le ocurrir¨ªa casarse, puesto que la empresa, y por tanto los compa?eros, lo sabr¨ªan. En los pueblos, la situaci¨®n es mucho peor.

Emplazo a esos cr¨ªticos que nos criticaban por queremos casar y luego por no hacerlo, a que sean conscientes de que son sus acciones, nada m¨¢s, las que evitan que nos casemos en mayor n¨²mero. Es de un cinismo absoluto agredir e insultar a los homosexuales para, acto seguido, criticarles por ocultarse. Si de verdad quieren que haya m¨¢s bodas homosexuales, al¨¦grense por cada una de ellas.