El chico malo de Hollywood
Joaquin Phoenix, candidato al Oscar por 'Gladiator' y asiduo a papeles de malvado, tiene fama de poderoso en escena e imprevisible en los rodajes. Quiz¨¢ por eso s¨®lo ha interpretado personajes secundarios. Hasta ahora, que encarna al gran m¨²sico Johnny Cash en 'En la cuerda floja'.
Con Joaquin Phoenix, el sentimiento de abandono es inmediato y absoluto, el mismo con el que se deja caer en la silla envuelto en el humo del cigarrillo que ya trae puesto. No quiere estar ah¨ª, en la silla del entrevistado; preferir¨ªa pasar inadvertido, desaparecer. Se nota. Y eso es exactamente lo que hace cada vez que interpreta: desaparecer en sus personajes, ya sea en el amenazante Commodus de Gladiator, en el simpl¨®n hermano menor de Signs o en ese gentilhombre, valiente y enamorado, que volvi¨® a interpretar junto a M. Night Shyamalan en The village. Adem¨¢s de en el irreconocible periodista de Hotel Rwanda, breve pero con la verdad en la mano. Pero durante la entrevista no hay personaje en el que ocultarse. Tiene que ser Joaquin Phoenix, el hermano menor del que la revista Time define como el icono del potencial perdido, el fallecido River Phoenix. El mismo Phoenix vegetariano que naci¨® en Puerto Rico hace 31 a?os mientras sus padres recorr¨ªan Latinoam¨¦rica como una familia hippy estadounidense que predicaba las creencias de esa secta religiosa conocida como los Ni?os de Dios a la que pertenec¨ªan. El actor candidato al Oscar por Gladiator, que, pese a su reconocida val¨ªa entre la cr¨ªtica, suele ser tan imprevisible en sus trabajos que no pasa de papeles secundarios. Al menos hasta ahora. Estrena como protagonista En la cuerda floja, centrada en la vida de uno de los grandes de la m¨²sica americana, Johnny Cash. Y esa notoriedad no le gusta. De ah¨ª que cuando levanta la vista, con la intensidad de sus ojos pardos perfilados por unas pesta?as negr¨ªsimas, este hombre sea todo agresividad, rebeld¨ªa y sarcasmo. La intensidad de un James Dean o de un Montgomery Clift con los que tanto ha sido comparado. Y sus ¨²nicas palabras de saludo, tras otra calada para crear m¨¢s humo entre el que desaparecer, forman la expeditiva pregunta de "?Cu¨¢nto tiempo tenemos?". No quiere agradar ni divertir. Tan s¨®lo acabar cuanto antes y poder dejar de ser Joaquin Phoenix. "Esta parte de la industria no me gusta; es lo m¨¢s alejado de lo que para m¨ª significa ser actor, de lo que quiero ser. Lo paso mal aceptando, ya sabes, esto. No ten¨ªa ni idea de esto cuando comenc¨¦. Ll¨¢mame ingenuo. Me cri¨¦ sin tele, nunca le¨ª revistas de cine ni nada por el estilo. Adem¨¢s es extra?o que esperen de ti que prepares el papel en dos semanas y luego te pidan tres meses de promoci¨®n y prensa. Ah¨ª hay algo err¨®neo. Se me hace raro".
"Hice de la guitarra lo mismo que John, una barrera de protecci¨®n"
"Todos tenemos nuestros demonios. Otra cosa es reconocerlos"
Entonces, ?por qu¨¦ lo acepta?
Ll¨¢malo obligaci¨®n contractual. ?Denuncia por incumplimiento? ?Imperativo legal?
?Y d¨®nde queda su poder como estrella?
No nos enga?emos, hay mucha gente con talento ah¨ª fuera, y el talento s¨®lo es una cierta parte del negocio. El dinero es el que manda. Que los filmes tengan ¨¦xito. Y un actor como yo que no hace pel¨ªculas con ¨¦xito garantizado, de esas de acci¨®n o comedias rom¨¢nticas que suelen funcionar, tiene que asegurarse de que la cosa marche para poder continuar haciendo lo que quiere hacer. Pero nunca har¨ªa una pel¨ªcula que no creyera que merece la pena ser vista.
?Es eso lo que le llev¨® a ser actor?
Ya no s¨¦ exactamente de qu¨¦ se trata. ?Sabes ese instante cuando est¨¢s en medio de una historia y sientes que todas las piezas encajan? ?Que las palabras fluyen y expresan a la perfecci¨®n lo que quieres decir? ?Conoces esa excitaci¨®n? Eso es lo que me gusta. Momentos as¨ª que la vida nunca es capaz de duplicar con nada. [Larga pausa. Mueca de sarcasmo]. Sueno como un vendedor. No me gusta pontificar sobre la interpretaci¨®n. Es aburrido. Estoy cansado de o¨ªrme hablar? Deber¨ªa dejar de fumar. Seguro [mira el cigarro antes de llev¨¢rselo a los labios entre juramentos]. Pero no puedo. Alg¨²n d¨ªa. [Se vuelve a abandonar en el asiento. Luego se levanta de golpe y, sin mediar una explicaci¨®n m¨¢s, se marcha de la entrevista].
Su agente de toda la vida, Iris Burton, el que descubri¨® a Phoenix y a sus cuatro hermanos (River, Rain, Liberty y Summer), siempre lo ha dicho: Joaquin no deber¨ªa hacer entrevistas. "Se pone nervioso", afirm¨® desde que le vio debutar con ocho a?os en series de televisi¨®n como Hill Street Blues. Poco ha cambiado desde entonces. Phoenix es demasiado delicado y agresivo a la vez como para concentrarse en crear su propia persona, un arte que otras estrellas en Hollywood dominan al dedillo. Con ¨¦l nunca se sabe. Como le despidi¨® Jay Leno tras una desastrosa e incoherente entrevista ante las c¨¢maras de televisi¨®n hace unos a?os: "Esperemos que Joaquin venga a estar con nosotros en persona la pr¨®xima vez".
Todo sigue igual. Este comportamiento es conocido tambi¨¦n en la industria donde, como asegura James Mangold, "embarcarte en una pel¨ªcula con Joaquin es como montarte en un carrusel del que puedes salir disparado". "Llegu¨¦ a ser muy duro con ¨¦l, pero le gusta que le pulses todos los botones", reconoci¨® James Gray tras rodar The Yards. Philip Kaufman es de los que le comparan con Montgomery Clift y John Garfield, galanes de otra ¨¦poca que le vienen a la memoria cuando recuerda que trabajar a su lado es todo tensi¨®n y resistencia. "Como viajar con alguien que tiene miedo a volar. No hay nada mejor que llegar a destino; la ansiedad domina todo el trayecto. Espero que encuentre alg¨²n m¨¦todo que alivie este sufrimiento", resume de su experiencia durante el rodaje de Quills. Mel Gibson parece m¨¢s ben¨¦volo. Lo que recuerda de Phoenix tras Signs es que es un rom¨¢ntico: "Un inocent¨®n de lo m¨¢s dulce, que puede ser un gamberro". A Shyamalan le encanta trabajar con ¨¦l, y tras dos pel¨ªculas juntos asegura ser el ¨²nico que le ofrece "papeles normales, sin demencia".
Mangold le escogi¨® por su parecido f¨ªsico con un joven Cash, pero especialmente por su aire de James Dean. "Esa incre¨ªble masculinidad vulnerable, ese rostro complicado", se ha hartado de repetir este director que quiso hacer de la biograf¨ªa de Cash el nuevo Al este del Ed¨¦n, una tragedia americana. Adem¨¢s, el m¨²sico estuvo de acuerdo. Cash tambi¨¦n fue alguien complicado, excesivo en las drogas y en la religi¨®n, pero sobre todo en la m¨²sica, su arte, ese que le quem¨® por dentro hasta su muerte. Quiz¨¢ por eso vio en Phoenix su mejor retrato, otro artista torturado, honesto pero inarticulado, al que la actuaci¨®n quema tanto que se olvida de ser ¨¦l mismo. El actor, de regreso en la silla, sin disculpa ni explicaci¨®n, vuelve a poner una mueca cuando recuerda el que ser¨ªa su ¨²nico encuentro con el cantante al que acabar¨ªa interpretando antes de su fallecimiento en 2003. "Conoc¨ª a John y June (Carter, su esposa y tambi¨¦n cantante, papel que interpreta Reese Witherspoon) antes de saber de la pel¨ªcula. Cenamos en su casa poco despu¨¦s de Gladiator. Era una cena familiar, y John y Jane se pusieron a cantar On the banks of the river Jordan mir¨¢ndose a los ojos. Y pese a lo c¨ªnico que he sido siempre con esto de los amantes cantores, hab¨ªa algo m¨¢s en esa habitaci¨®n, no era una puesta en escena. Hab¨ªa algo honesto en el cari?o con el que cantaba este hombre que hab¨ªa puesto en pie a una prisi¨®n entera con letras como I shot a man in Reno just to watch him die.
Tambi¨¦n era un gran cin¨¦filo, le hab¨ªa encantado su trabajo en 'Gladiator'?
S¨ª, me lo dijo. Y me record¨® que su frase preferida era la de "tu esposa gimi¨® como una puta mientras la violaban una y otra vez". Me lo dijo con la misma mala baba del personaje, ?alguien que minutos antes estaba acaramelado junto a su esposa! Es lo que me gust¨® de ¨¦l. Que se trataba de un hombre complejo. Son muchos los cantantes que ponen fachada, que crean un personaje. ?se no era Cash. Le resumen como el Man in Black, hombre de negro, pero era mucho m¨¢s que su mera apariencia.
Seg¨²n el director, lo ¨²ltimo que deseaba para el filme era un imitador de Cash. Quer¨ªa un actor que supiera capturar su coraz¨®n, y por eso le contrat¨®.
Eso tambi¨¦n me interes¨®. Me pas¨¦ tanto tiempo vaci¨¢ndome de mis propias experiencias como llen¨¢ndome de las suyas. Por una vez fueron cuatro meses de preparaci¨®n. Trabajando cinco horas al d¨ªa en una cosa y dos y media en otra. ?Preg¨²ntale a Reese! Ella sab¨ªa mejor mi horario que nadie [risas]. Fui a Memphis, donde me instal¨¦ como ¨¦l hizo durante a?os. Me gustaba que me llamaran JR, las iniciales por las que se hac¨ªa llamar Johnny Cash. Pude perderme en su vida.
?Le admiraba de antes?
Recuerdo que la primera vez que escuch¨¦ Folsom prision blues estaba en el coche. Era joven y, cuando o¨ª lo de Fuck the police, me dej¨® sorprendido. ?Era legal decir algo as¨ª en una canci¨®n? Yo no ten¨ªa sus discos ni sab¨ªa mucho de su vida. Crec¨ª escuchando a Lennon; los Beatles me encantaban, y luego, el rock and roll de los setenta, los Stone, Led Zeppelin. Pero nunca me dio por la m¨²sica popular contempor¨¢nea.
Al menos pose¨ªa o¨ªdo musical? ?para tener el valor de cantar en el filme!
?No fue idea m¨ªa! ?Tengo un gran respeto por los cantantes y no soy nada eg¨®latra! No pensaba que ser¨ªa posible y les dije que hicieran lo que fuera mejor para la pel¨ªcula. Que no hab¨ªa problema con que me doblaran para las canciones. T-Bone Burnett (el creador de la banda sonora de O brother where art thou?) me escuch¨® cantar y me dijo que no era muy bueno, pero que se pod¨ªa trabajar. Pens¨¦ que me quer¨ªa humillar? Fue tan raro? Yo soy m¨¢s nasal y me hac¨ªan encontrar una voz cada vez m¨¢s baja [hace m¨ªmica con la boca como si cantara, pero sin emitir ruidos]. ?A m¨ª, que no canto ni en el coche!
?Le fue m¨¢s f¨¢cil con la guitarra?
?En mi casa sabe tocar la guitarra hasta mi madre! Todos menos yo. Pura iron¨ªa? Fue lo primero que dijo John, que quien finalmente le interpretara tendr¨ªa que saber c¨®mo sujetar la guitarra? Tengo que mirar las notas de prensa para estar de acuerdo con lo que dicen que dijo, pero eso fue lo que dijo [se r¨ªe]. La guitarra era como una extensi¨®n de su cuerpo, pero para m¨ª en un principio fue un objeto inc¨®modo y extra?o. Luego, a base de pr¨¢ctica, hice de la guitarra lo que era para John, su primera l¨ªnea de defensa, la ¨²nica barrera que le proteg¨ªa de su p¨²blico.
Y su primera canci¨®n fue?
La verdad es que lo primero que aprend¨ª a tocar fue un acorde en re y otro en sol, pero un amigo me dijo que sonaba a Everybody hurts, de REM [se carcajea].
Lo que para Cash fue la guitarra, para Phoenix es el paquete de cigarrillos y su mechero, esa barrera con la que no para de juguetear mientras busca sus respuestas, a veces ofreci¨¦ndolas animadamente y otras retra¨ªdo, cansado de hablar de s¨ª. Es otro de los puntos que tiene en com¨²n con su personaje, con el que f¨ªsicamente no existen tantas similitudes como pudiera parecer en foto. Phoenix es considerablemente m¨¢s bajo que Cash, y su peculiar cicatriz en el labio no figura en el rostro del m¨²sico. Adem¨¢s, a Cash le gustaba hacerse ver, caminando sin doblar las rodillas, como aclara Phoenix. Al actor s¨®lo le gusta hacerse ver dentro de su personaje.
Pero hay aspectos comunes que Phoenix prefiere no ver. Ambos perdieron a su hermano mayor en muertes que llegaron demasiado pronto y de forma nada natural. Cash, a los 12 a?os, en un accidente en una serrer¨ªa perdida; Phoenix, a los 19, delante del mundo entero, de una sobredosis cuando River ten¨ªa 23 a?os y era el ¨²ltimo descubrimiento de Hollywood, el nuevo DiCaprio antes de DiCaprio. Adem¨¢s, tanto la obra de Cash como la de Phoenix mantienen un dudoso equilibrio entre el genio art¨ªstico de sus autores y sus demonios. Equilibrio fr¨¢gil que en el caso del primero le hizo pasar por un proceso de desintoxicaci¨®n en dos ocasiones y apoyarse en la religi¨®n, y en el del segundo, acudir a un centro de alcoh¨®licos an¨®nimos tras concluir el rodaje. "Todos tenemos nuestros demonios. Todos en esta habitaci¨®n [echa un vistazo hacia representantes, camareros, cualquiera a su alrededor]. Otra cosa es reconocerlos. Si la cosa fuera tan f¨¢cil, todos har¨ªamos algo al respecto? A m¨ª se me dan bien los demonios? Fue algo que estudi¨¦ mucho para preparar el papel, y as¨ª conoc¨ª los programas de Alcoh¨®licos An¨®nimos. No siempre lo que importa es la cantidad que consumes, sino c¨®mo lo consumes o cu¨¢l es tu comportamiento, tu forma de pensar con el alcohol.
?Y esos otros demonios, las tragedias personales que cada uno arrastra consigo?
S¨¦ por d¨®nde vas, y te puedo decir desde ahora que no pienso hablar de mi vida personal. No hablar¨¦ de ello [reitera entre juramentos y haciendo m¨¢s patente su incomodidad]. Entiendo que la gente crea que uno usa estas experiencias personales como fuente de inspiraci¨®n, pero a m¨ª nunca me han ayudado, y el resto son idioteces. Nunca me ha parecido beneficioso utilizar mi vida como inspiraci¨®n, y s¨®lo hace las cosas m¨¢s dif¨ªciles porque me hace m¨¢s consciente de qui¨¦n soy y no de qui¨¦n tengo que ser en la pel¨ªcula.
Pero hay ciertos paralelismos innegables?
La primera vez que pens¨¦ en cualquier relaci¨®n entre mi vida personal y la de Cash fue con la promoci¨®n, cuando me empezaron a hacer preguntas. Mientras le¨ªa el gui¨®n, nunca se me cruz¨® tal idea. No fue parte de mi realidad mientras trabajaba. Al rev¨¦s. Me hubiera sacado de mi personaje.
A pesar de su honestidad al hablar, una vez pasada la furia inicial, su desapego es dif¨ªcil de creer. Al menos en Hollywood, donde, a pesar de los a?os, el apellido Phoenix sigue unido al de esa estrella que nunca fue o que se apag¨® demasiado pronto consumida por uno de los mayores t¨®picos de esta industria. Es a¨²n m¨¢s curioso cuando la vida de Joaquin Phoenix y de sus hermanos es todo menos t¨ªpica para los est¨¢ndares americanos. De hecho, Joaquin naci¨® en Puerto Rico, de donde le viene el nombre, y a¨²n le queda el suficiente castellano como para soltarse sus parrafadas con acento decente. Su familia, predicadores y n¨®madas, se mud¨® 40 veces de residencia en 20 a?os. Seg¨²n recuerda Burton, el agente que los descubri¨® mientras su madre, ya separada, trabajaba en Los ?ngeles, era una familia que s¨®lo dispon¨ªa de un esp¨ªritu abierto (dispuestos a resurgir de las cenizas como el ave f¨¦nix del que tomaron el apellido) y de la seguridad de dedicarse a la interpretaci¨®n. Primero fue River. Luego, Joaquin, que durante un tiempo se hizo llamar Leaf (hoja) porque cre¨ªa que los estadounidenses confund¨ªan su nombre con walking. Seg¨²n Burton, River Phoenix siempre dijo que Joaquin era el mejor. Leyenda entre hermanos. Lo cierto es que Joaquin s¨®lo vive para interpretar. Aunque nunca vaya al cine. Ni siquiera se plantea tener pareja (mantuvo una relaci¨®n con Liv Tyler tras trabajar con ella en Inventing the Abbotts) porque su pasi¨®n por actuar se lo impide. "Mi trabajo siempre est¨¢ por delante. Requiere toda mi concentraci¨®n, as¨ª que no tengo lo que se dice madera de novio. Imag¨ªnate ahora con En la cuerda floja? Por cierto, ?por qu¨¦ me preguntas cosas rom¨¢nticas? ?Est¨¢s interesada? No soy buen partido. De lo m¨¢s vulgar [se r¨ªe a pleno pulm¨®n]".
?C¨®mo es el Joaquin del d¨ªa a d¨ªa? ?Existe?
?Mis hobbies y as¨ª? No tengo. Honestamente, no soy un buen partido. Y no me gusta hablar de estas cosas. Luego, en casa, me enfado por haber abierto la boca. Soy supersticioso como todo actor y no me gusta contar lo que a¨²n no he hecho. Me levanto a las 9.30, enciendo un cigarrillo y lo disfruto. Es siempre lo primero que hago. Eso y conectar mi correo electr¨®nico. Soy un adicto. Y eso que s¨®lo recibo spam. Pero me encanta recibir correos. Y luego me siento y pienso un par de horas. ?se es mi fuerte. Ya te digo. Soy un aburrido.
Y si tanto le gusta el cine, ?por qu¨¦ no le gusta ir al cine?
Quiz¨¢ cuando deje de trabajar en el cine?
?Tiene intenciones?
?Tienes alguna oferta?
No le deben de faltar, en especial ahora que el Oscar parece bastante seguro, al menos la candidatura, por 'En la cuerda floja', y esta vez como mejor actor.
Afortunadamente, mi fama no tiene nada que ver con la de Johnny Cash, de lo cual me alegro. Es dif¨ªcil interpretar a alguien que ha existido y sobre el que existe tal volumen de informaci¨®n disponible. Est¨¢ claro que un trabajo as¨ª atrae m¨¢s atenci¨®n porque el sujeto es conocido. Pero el Oscar, los premios, son lo ¨²ltimo en mi cabeza. Nunca he aceptado una pel¨ªcula pensando en el resultado. S¨®lo me quiero asegurar de hacer un buen trabajo.
?Alg¨²n g¨¦nero en particular?
No soy de los que s¨®lo quieren hacer obras independientes, experimentales o art¨ªsticas. Pero tampoco me veo en una de estas superproducciones porque s¨ª. El dinero no es la motivaci¨®n. Al menos, eso digo [se pone el tap¨®n del agua mineral en la boca]. Mejor me callo, porque nunca se sabe. Quiz¨¢ acabe siendo productor? O me dedique al teatro. Aunque me aburre un poco. Y pagan mal. ?O quiz¨¢ me da miedo?
Y en el cine, ?hay algo que le da miedo?
He tenido experiencias terribles porque yo quer¨ªa una cosa, y el resto, otra. Y hay veces que me paso en mis esfuerzos por conseguir algo. Lo s¨¦ [se r¨ªe]. Eso s¨ª, una vez que he acabado me alejo lo m¨¢s posible de lo que hago. De hecho, empiezo a notar la distancia como un par de semanas antes de concluir el rodaje. Mi cuerpo se va preparando para la desintoxicaci¨®n porque s¨¦ que me voy a quedar sin lo que me rodea, y mi cuerpo empieza a rechazar mi ¨²ltima encarnaci¨®n. Soy igual que los callos que me salieron cuando aprend¨ª a tocar la guitarra. Ahora ni tengo callos ni s¨¦ c¨®mo tocarla. Claro que no es lo mismo ponerme a tocar la guitarra as¨ª que frente a una audiencia como si fuera Johnny Cash. Estoy seguro de que ah¨ª volver¨ªa a sentirme c¨®modo una vez m¨¢s con mi piel.
La pel¨ªcula 'En la cuerda floja' se estrenar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 3 de febrero en cines de toda Espa?a. M¨¢s informaci¨®n en: www.walkthelinethemovie.com.
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