Bajo la sombra de Johnny Cash
Embarcado en la gira europea de promoci¨®n de su ¨²ltima pel¨ªcula, En la cuerda floja, Joaquin Phoenix ha recalado en Madrid y parece aquejado del s¨ªndrome de si-hoy-es-martes-esto-es-B¨¦lgica. En un momento del encuentro, al o¨ªr hablar en espa?ol, se muestra asombrado y suelta algunas palabras en este idioma, aprendidas en su Puerto Rico natal, cuando su familia formaba parte de una misi¨®n de los Ni?os de Dios. Ese volver a su infancia no es suficiente para incitarle a hablar de aquella dudosa organizaci¨®n religiosa con ra¨ªces hippies. Tuerce el morro: "No me parece pertinente para tratar de una pel¨ªcula".
Quiz¨¢ en este caso, s¨ª. Vistas desde aqu¨ª, las manifestaciones de la religiosidad estadounidense siempre nos asombran. Por ejemplo, el hecho de que Johnny Cash fuera un creyente tan ferviente y que, al mismo tiempo, tuviera opiniones liberales en lo pol¨ªtico.
?Johnny Cash un liberal? No lo veo?
-Bueno, s¨ª dentro de los esquemas ideol¨®gicos del 'country'. Se enfrent¨® con el Ku Klux Klan cuando acusaron a su primera mujer de tener sangre negra. Sin olvidar la reivindicaci¨®n de los derechos de los indios, la simpat¨ªa por los encarcelados, el apoyo a heterodoxos como Bob Dylan o Kris Kristofferson?
No lo hab¨ªa pensado as¨ª. Posiblemente, Johnny era como todos nosotros: un l¨ªo de contradicciones. Tambi¨¦n estuvo a favor de la guerra de Vietnam. Lo pas¨® mal en la Fuerza A¨¦rea, pero luego hizo giras por bases militares.
Igual ve¨ªa a los reclutas un poco como a los prisioneros para los que tanto le gustaba cantar.
?Personas que no estaban all¨ª por su propia voluntad? S¨ª, algo parecido. Hay que recordar que en el Ej¨¦rcito hasta le rebautizaron: sus padres le inscribieron como JR [no eran iniciales, era su nombre completo], y los militares se lo cambiaron a John.
Tambi¨¦n est¨¢ su desprecio por quienes representaban la autoridad, desde el alcaide de la prisi¨®n hasta los jefes del negocio musical.
No le hac¨ªa gracia que los poderes de Nashville le rechazaran a la vez que se deleitaban con sus problemas: en el country se prefiere que los artistas rebeldes mueran j¨®venes, como sucedi¨® con Hank Williams, para que su tragedia reconfirme su estilo de vida convencional. Y el jefe de una prisi¨®n no suele ser una persona muy querible.
La escena suya cuando canta en la c¨¢rcel resulta muy impactante. Los espectadores ?eran penados de verdad?
?Est¨¢s loco? Nadie se atrever¨ªa ahora a rodar en una penitenciar¨ªa, la compa?¨ªa aseguradora se echar¨ªa las manos a la cabeza. No, eran extras, pero muy convincentes: algunos daban miedo. Dentro de unas semanas, yo voy a la prisi¨®n de Folsom a presentar la pel¨ªcula a los penados.
?Tiene alg¨²n mensaje para ellos?
Yo creo que ellos sent¨ªan que, con un poco de mala suerte, Johnny hubiera podido terminar all¨ª. Al rev¨¦s, tambi¨¦n ve¨ªan que era un ejemplo positivo: el posible mensaje es que puedes enderezar tu vida si realmente te empe?as. Aunque Johnny ten¨ªa a su lado a alguien tan fuerte como June Carter, no todos tienen tanta suerte.
Pero El Hombre de Negro reincidi¨®. La pel¨ªcula no cuenta que volvi¨® a las drogas de farmacia en los a?os setenta y ochenta.
Es que En la cuerda floja no pretende ser una biograf¨ªa completa de Johnny Cash: es la historia de los primeros a?os de su relaci¨®n con June. Adem¨¢s, tambi¨¦n era un puritano en cuesti¨®n de drogas: siempre presum¨ªa de no tomar ni coca¨ªna ni hero¨ªna, que le parec¨ªan detestables por ser sustancias recreativas. ?l us¨® analg¨¦sicos, relajantes, estimulantes, somn¨ªferos?
?Qu¨¦ llevaba a Johnny Cash a tocar en las c¨¢rceles? Era bueno para su imagen, claro, pero ?hab¨ªa algo m¨¢s profundo?
June dec¨ªa que hab¨ªa dos personas en Johnny Cash. Que era el mejor marido y padre posible, pero tambi¨¦n alguien atra¨ªdo por el lado oscuro, y eso inclu¨ªa las drogas y los forajidos. A un cristiano normal no se le habr¨ªa ocurrido eso de "dispar¨¦ a un hombre en Reno / s¨®lo por verle morir". En realidad, apenas pas¨® por la c¨¢rcel [su mayor encontronazo con la ley ocurri¨® en 1965, fue detenido con un cargamento de anfetaminas compradas en M¨¦xico]. Hay cantantes country como Merle Haggard o Johnny Paycheck que s¨ª estuvieron largas temporadas dentro. Lo de Johnny parece m¨¢s identificaci¨®n con los que no han tenido demasiada suerte en la vida. Aparte de que tener a un p¨²blico cautivo es la mejor situaci¨®n para un entretenedor, te obliga a embelesarle.
De Johnny Cash no falta material. Escribi¨® dos biograf¨ªas, grab¨® centenares de canciones, hizo mucha televisi¨®n, hasta ejerci¨® de actor. ?No era abrumador tener tantos espejos para compararse?
Creo que, en realidad, nada me ayud¨® m¨¢s que verle una noche cantando con su esposa, tras haber cenado con ellos. Si logr¨¢bamos captar esa intimidad, esa devoci¨®n mutua?
?Hablaron de m¨²sica?
No, ¨¦l quer¨ªa verse con el actor que sal¨ªa en Gladiator. Y yo tampoco iba a contarle mis opiniones. Por ejemplo, yo afirmo que los Beatles son las figuras musicales m¨¢s importantes del siglo XX. No es una opini¨®n, es un hecho que se puede demostrar en una pizarra, con cifras y fechas.
?En qu¨¦ momento sinti¨® que hab¨ªa llegado a ponerse bajo su piel?
Cuando estoy haciendo como que compongo sus temas m¨¢s famosos. Creo que expresar sus sentimientos m¨¢s ¨ªntimos era algo extremadamente duro para Johnny, que sus canciones sal¨ªan de las v¨ªsceras. S¨ª, era como un parto. Yo tampoco soy bueno a la hora de revelarme emocionalmente.
Desde hace bastantes a?os, los actores de Hollywood parecen fascinados por la m¨²sica pop. Montan locales de actuaciones, forman grupos, graban discos, hacen videoclips, se empe?an en protagonizar 'biopics' musicales. ?Qu¨¦ les atrae del rock y m¨²sicas vecinas?
Habr¨ªa que pregunt¨¢rselo a cada uno. Imagino que, desde fuera, cualquier actividad ajena resulta m¨¢s atractiva. La vida de los m¨²sicos parece m¨¢s libre, disfrutan de una mayor tolerancia para su comportamiento. Pero no les envidio: cantar y tocar es un oficio muy duro. Yo ya he perdido los m¨²sculos que desarroll¨¦ para cantar y tocar guitarra en la pel¨ªcula?
As¨ª que Joaquin Phoenix no va a seguir una carrera musical.
No, no, no. La verdad es que, ahora que s¨¦ c¨®mo se construyen las grabaciones y las canciones, me parece que eso ya no tiene magia. Adem¨¢s, como profesi¨®n me da bastante miedo. Johnny empez¨® a tomar dexedrinas para aguantar la vida en la carretera, hubo a?os en que dio 300 conciertos. Las estrellas actuales del rock no saben lo que es trabajar de verdad. ?Ni las del cine, claro!
Cash, en discos
La banda sonora de En la cuerda floja (Sony BMG) ofrece temas de Cash y contempor¨¢neos en versiones de Phoenix y otros actores. Para escuchar al verdadero Cash, se publica la antolog¨ªa Ring of fire. The legend of Johnny Cash (Universal), de sus primeras grabaciones a los discos oto?ales con el productor Rick Rubin. Las poderosas y lac¨®nicas sesiones de los cincuenta se resumen en el triple Walking the line. The legendary Sun recordings (Nuevos Medios). Para apreciar su magnetismo en directo, Dock distribuye su Live from Austin, Texas, en CD y DVD, un concierto de televisi¨®n de 1987.
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