Trogloditas del Ej¨¦rcito en Espa?a

The New York Times public¨® ayer un editorial titulado Trogloditas del Ej¨¦rcito en Espa?a en el que juzga lamentable que "el Partido Popular parezca m¨¢s interesado en elaborar excusas para los militares que en defender el orden democr¨¢tico en el que juega un papel vital". El comentario est¨¢ relacionado con la reacci¨®n del PP al arresto y destituci¨®n del teniente general Jos¨¦ Mena por invocar la posible intervenci¨®n del Ej¨¦rcito si la reforma del Estatuto catal¨¢n desborda la Constituci¨®n. ?ste es el texto del editorial:

"Es un principio b¨¢sico de la democracia que los mandos del Ej¨¦rcito no desaf¨ªan en p¨²blico la legitimidad de los gobiernos electos ni dicen que van a llevar a sus tropas a la capital para revocar decisiones del Parlamento. Sin embargo, justo eso ha ocurrido por dos veces este mes en Espa?a, un pa¨ªs cuya historia en el siglo XX obliga a tomar en serio tales amenazas, incluso cuando la posibilidad de que la insubordinaci¨®n de palabra pase a serlo de obra parezca muy improbable.

La respuesta del Gobierno de centroizquierda del presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ha sido adecuadamente firme, incluyendo la destituci¨®n y arresto de uno de los culpables, un general de alto rango del Ej¨¦rcito. Lamentablemente, el Partido Popular, de centroderecha, el principal grupo de la oposici¨®n, parece m¨¢s interesado en elaborar excusas para los militares que en defender el orden democr¨¢tico en el que juega un papel vital.

La transici¨®n r¨¢pida y sosegada hacia la democracia moderna tras la muerte de Francisco Franco en 1975 facilita el olvido de los horrores de la Guerra Civil y la brutal dictadura que precedi¨® a aqu¨¦lla. Aquellas pesadillas comenzaron cuando militares de derecha se rebelaron contra un Gobierno electo de izquierda que consideraban ileg¨ªtimo y demasiado condescendiente con los separatistas regionales.

La sociedad espa?ola, los pol¨ªticos espa?oles, y en su mayor parte, los militares espa?oles han recorrido un largo camino desde aquella ¨¦poca, moderando sus puntos de vista y profundizando su compromiso con las mutuas concesiones de la democracia. Pero el Partido Popular ha pasado una mala ¨¦poca tras su derrota electoral hace casi dos a?os, unos d¨ªas despu¨¦s de los atentados contra los trenes de cercan¨ªas de Madrid. Realmente, nunca ha aceptado la legitimidad democr¨¢tica de esa votaci¨®n. Es hora de que el Partido Popular d¨¦ un paso adelante. La democracia espa?ola necesita y merece de un vigoroso apoyo bipartidista".