Google y t¨²
Google llama la atenci¨®n. Pocas compa?¨ªas han conseguido meterse tanto en las vidas de millones de internautas de todo el mundo, convertirse en una de las marcas de mayor valor y generar un panorama tan din¨¢mico de innovaci¨®n continua. Desde su salida a Bolsa en el verano de 2004, la acci¨®n ha incrementado constantemente su valor, hasta conseguir que algunos la calificasen de burbuja. Tampoco es, adem¨¢s, la ¨²nica empresa que hace lo que hace: est¨¢ rodeada de importantes competidores dignos de ser tenidos en consideraci¨®n, y en un entorno de clientes clasificados como veleidosos, en el que el competidor m¨¢s temible puede surgir de un garaje y ponerse a un clic de distancia en pocos d¨ªas sin gastarse un euro en publicidad. En un mundo as¨ª, ?ha conseguido Google convertirse en intocable? ?Qu¨¦ refleja una acci¨®n que ha multiplicado su valor por m¨¢s de cuatro, en el a?o y pico que lleva en el mercado? ?Qu¨¦ lleva al mercado a sostener un comportamiento as¨ª?
Google tiene recorrido y las personas adecuadas para moverse en ¨¦l. ?Garantiza eso un futuro brillante? En modo alguno
Se dice que las ventajas competitivas de las empresas emergen de factores espec¨ªficos, escasos, dif¨ªciles de replicar. ?Qu¨¦ hace a Google diferente? En primer lugar, y para m¨ª el factor sin duda m¨¢s importante, las personas. Esos autodenominados googlers, personas que no trabajan en una oficina, sino en un Googleplex, que comen gratis en un comedor para el que la compa?¨ªa contrata a los mejores cocineros, y que dedican cierto porcentaje de su tiempo a proyectos de inter¨¦s personal. Son en su gran mayor¨ªa lo que los norteamericanos llaman geeks, personalidades centradas en la tecnolog¨ªa y lo que la rodea, que reflejan bien las caracter¨ªsticas de unos fundadores que han construido un imperio lleno de personas entre las que encontrarse c¨®modos. Y adem¨¢s, personas que disfrutan de su trabajo y est¨¢n orgullosos de estar ah¨ª, una din¨¢mica de realimentaci¨®n hacia una empresa que ha hecho ricos a muchos de ellos y les ilusiona con un proyecto de enorme magnitud.
El segundo elemento, sin duda, es la claridad. Google es una compa?¨ªa que organiza la informaci¨®n del mundo para ti. En realidad, la compa?¨ªa vende lo que no posee: una informaci¨®n que no es suya, con una publicidad de otros. Que esa informaci¨®n sea lo que cuentas en tu blog, lo que dijo un peri¨®dico, un mapa de Botswana, el mensaje que escribiste hace dos meses, la pizzer¨ªa m¨¢s cercana o la p¨¢gina doce del Decamer¨®n es algo que a Google le resulta indiferente: toda informaci¨®n tiene un valor, se le a?ade m¨¢s valor al organizarla, y hay personas dispuestas a pagar por la atenci¨®n que esa informaci¨®n pueda generar. Simple, pero eficaz y probado. El negocio de Google es tomar toda la informaci¨®n del mundo y ponerla a cocer en una enorme olla en la que, sin embargo, cualquiera mete la cuchara y extrae precisamente aquello que necesita. Es el concepto de Espacio Multidimensional de Contenidos, o EMC, siglas que adem¨¢s, por su similitud con la f¨®rmula de Einstein, evocan el lado geek de una compa?¨ªa capaz de lanzar exactamente las acciones suficientes para esperar ingresar 2.718.281.828 d¨®lares, los d¨ªgitos del n¨²mero e.
?Hay nubes en este panorama? No todo es color de rosa. Aqu¨ª hay muchos factores que dependen de ti. S¨ª, s¨ª, de ti, que est¨¢s leyendo esta columna. De tu percepci¨®n de Google como una empresa buena, not evil que, a pesar de tener mucha m¨¢s informaci¨®n sobre ti y tu comportamiento que t¨² mismo, no la ceder¨¢ a quien quiera usarla mal ni la utilizar¨¢ en tu perjuicio. Como la mujer del C¨¦sar, Google debe ser buena, y adem¨¢s parecerlo.
?Vale Google lo que el mercado dice? La informaci¨®n a¨²n por organizar es enorme, y el valor que eso puede generar, tambi¨¦n. Google tiene recorrido, y las personas adecuadas para moverse en ¨¦l. ?Garantiza eso un futuro brillante? En modo alguno. Todo depende de ese dedo ¨ªndice que posas sobre el rat¨®n. Todo depende de ti.
Enrique Dans es profesor del Instituto de Empresa (www.enriquedans.com
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