Un im¨¢n para el p¨²blico

La evoluci¨®n de las cifras en Arco dice mucho de uno de los principales ¨¦xitos de la feria de arte madrile?a: el p¨²blico. Cada a?o se forman largu¨ªsimas colas de una masa heterog¨¦nea de personas de todas las edades y procedencias, deseosas de acceder, en una sola visita, a toda la actualidad del arte contempor¨¢neo. En las facultades de Bellas Artes suelen aparecer por estas fechas los viajes organizados a Arco. Largos trayectos en autob¨²s, periplo por la feria y regreso agotador esa misma noche.

Y eso, pese a las advertencias de los organizadores que subrayan el car¨¢cter profesional del evento y a los precios cada vez m¨¢s altos de las entradas. Este a?o la entrada general se encuentra entre los 24 y 30 euros. Una medida que ha llegado a disuadir el a?o pasado a casi 20.000 visitantes.

Pero los pasillos siguen llenos, las zonas de descanso y chill out pasaron a formar parte de los proyectos anuales en el dise?o de los espacios de la feria, y la sensaci¨®n de agobio, sobre todo el fin de semana, son factores que los visitantes habituales conocen a la perfecci¨®n. Si los profesionales se han quejado con frecuencia de que esta situaci¨®n no es beneficiosa para las ventas, muchos son conscientes tambi¨¦n de que la feria madrile?a tiene su signo de distinci¨®n en estas aglomeraciones. Y no s¨®lo eso. Cuando empieza Arco, Madrid se une a la celebraci¨®n. No en vano una de las cifras de mayor crecimiento es la de los medios de comunicaci¨®n representados. De los 182 que se acreditaron en 1982, se ha pasado a los 3.400 el a?o pasado. Arco llega a todo le mundo.