La divisi¨®n en las filas de la derecha amenaza el acuerdo sobre la directiva de servicios

El principio de acuerdo sobre la directiva de servicios alcanzado el pasado mi¨¦rcoles entre representantes del Partido Popular Europeo y el Partido Socialista Europeo se encuentra seriamente amenazado por la divisi¨®n que el pacto ha generado en el seno de los conservadores. El contenido del principio de acuerdo, explicado ayer por los eurodiputados, el conservador Malcom Harbour, y la socialista, Anne Van Lancker, significa un cambio sustancial respecto a la propuesta de la directiva inicial, conocida tambi¨¦n como directiva Bolkestein. Para el diputado socialista Alejandro Cercas, "la nueva directiva es la ant¨ªtesis de la Bolkestein original". "Ahora los derechos sociales y laborales priman sobre la libertad de comercio", a?adi¨®.

El pacto alcanzado establec¨ªa que la Directiva de Servicios no incluir¨ªa ning¨²n aspecto de la regulaci¨®n laboral, ni de las condiciones de trabajo, empleo, seguridad o higiene. Tampoco los servicios sociales, ni los referentes al cuidado de los ni?os. Tambi¨¦n se hab¨ªa excluido del ¨¢mbito de la directiva los llamados Servicios de Inter¨¦s Econ¨®mico General (agua, gas, electricidad, recogida de basuras).

Las enmiendas introducidas en la nueva redacci¨®n de la Directiva evitan la expresi¨®n "pa¨ªs de origen", uno de los puntos m¨¢s pol¨¦micos y que seg¨²n la redacci¨®n original permit¨ªa a las empresas regularse seg¨²n el marco legal donde se hab¨ªan constituido y no en el del pa¨ªs en que operaban. En la nueva redacci¨®n se permite a las empresas prestar servicios en otros Estados miembros sin necesidad de establecerse en los mismos y se eliminan considerablemente las trabas administrativas y burocr¨¢ticas. Sin embargo, se introduce como prevenci¨®n la facultad de los Estados miembros en donde se prestan los servicios, de regular sus condiciones y establecer los requisitos que se consideren necesarios "por razones de seguridad p¨²blica, pol¨ªtica social, protecci¨®n de los consumidores, protecci¨®n del medio ambiente y salud p¨²blica".

Esta gen¨¦rica lista de excepciones ha sido considerada excesiva en medios conservadores como los alemanes que estiman que permitir a los Estados miembros la regulaci¨®n de los servicios que en ellos se realizan en nombre de la pol¨ªtica social o la protecci¨®n de los consumidores es una limitaci¨®n de la prestaci¨®n de servicios por parte de empresas de otros Estados.

Avance insuficiente

Para los sindicatos los cambios introducidos en el pacto son una mejora y avance significativo, pero insuficiente. John Monks, secretario general de la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos, (CES) manifest¨® ayer en Bruselas que los avances eran significativos pero que "manten¨ªan las movilizaciones" (como la manifestaci¨®n del pr¨®ximo 14 en Estrasburgo) porque todav¨ªa quedaban siete reivindicaciones pendientes de aclarar.

Se refer¨ªa a: "la ambig¨¹edad de la exclusi¨®n de la legislaci¨®n laboral, exigencia de una referencia m¨¢s clara a la negociaci¨®n colectiva, exclusi¨®n completa de las agencias temporales de contrataci¨®n, completa exclusi¨®n de los servicios de inter¨¦s econ¨®mico general, reconocimiento expl¨ªcito del derecho de los Estados a intervenir por inter¨¦s p¨²blico, eliminaci¨®n del principio del pa¨ªs de origen y eliminaci¨®n de la lista de los requisitos prohibidos los relativos a la vigilancia sobre el funcionamiento del mercado de trabajo".