Espa?a ingresa tras una larga negociaci¨®n en el observatorio astron¨®mico europeo

Tras varios meses de intensas negociaciones, los astr¨®nomos espa?oles van a ver cumplida una aspiraci¨®n que han reivindicado desde hace muchos a?os: el ingreso de Espa?a en el Observatorio Europeo Austral (ESO, en sus siglas en ingl¨¦s). Es una de las principales instituciones cient¨ªficas del mundo y el ¨²nico de los siete principales organismos de investigaci¨®n europeos al que Espa?a no pertenece. La declaraci¨®n conjunta de Espa?a y el ESO se firmar¨¢ el pr¨®ximo lunes en Madrid. La aportaci¨®n de ingreso asciende a 66 millones de euros, y la cuota anual, a 10 millones de euros.

Por parte del ESO, el consejo de los 11 pa¨ªses miembros ha dado ya el visto bueno a la entrada del nuevo socio.

El ingreso de Espa?a ser¨¢ oficial cuando se cumpla el tr¨¢mite de aprobaci¨®n por parte del Gobierno y del Parlamento, pero para el pr¨®ximo lunes se ha convocado el acto de la firma de la declaraci¨®n conjunta en el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia.

Salvador Barber¨¢, secretario general de Pol¨ªtica Cient¨ªfica y Tecnol¨®gica, coment¨® ayer a este peri¨®dico: "Estoy muy satisfecho, hemos conseguido cerrar un buen trato en una negociaci¨®n muy compleja sobre un tema muy importante". En su valoraci¨®n destac¨® "la importancia de la accesibilidad, que va a permitir a los astr¨®nomos espa?oles participar en las instalaciones del ESO, pero tambi¨¦n el hecho de que Espa?a, que ya juega en primera divisi¨®n en otros foros cient¨ªficos, entre en los grandes foros internacionales que discuten el futuro de la astrof¨ªsica".

Tambi¨¦n los responsables del ESO han manifestado su satisfacci¨®n por el largamente buscado acuerdo con Espa?a. Consideran que es muy positivo tanto para el organismo europeo como para el nuevo pa¨ªs miembro y, especialmente, para la ciencia. La organizaci¨®n ESO tiene en funcionamiento dos grandes observatorios en Chile, donde funciona el conjunto de grandes telescopios ¨®pticos VLT.

Descubrimientos

Con los observatorios europeos, los cient¨ªficos hacen continuamente descubrimientos en el cielo, como el hallazgo del planeta extrasolar m¨¢s peque?o detectado hasta ahora, que se acaba de dar a conocer. Galaxias, el entorno de agujeros negros supermasivos, poblaciones gal¨¢cticos o cu¨¢sares, por ejemplo, son objetivos habituales.

Seg¨²n el acuerdo ahora alcanzado, Espa?a satisface una cuota de ingreso (proporcional a las instalaciones costeadas por los pa¨ªses que son ya miembros) y pagar¨¢ una cuota anual acorde con su Producto Interior Bruto.

De la contribuci¨®n espa?ola se descuenta la aportaci¨®n que ya hace Espa?a de modo individual al gran radiotelescopio internacional Alma, que se construye en Chile. As¨ª, la cuota de ingreso asciende a 66 millones de euros, explica Barber¨¢. Pero una cuarta parte de esa cantidad se concreta en aportaciones en especies, es decir, en prestaciones de la astronom¨ªa espa?ola para el ESO (desarrollos de software) y en horas de uso europeo del futuro Gran Telescopio de Canarias (GTC) espa?ol para realizar ensayos tecnol¨®gicos y observaciones. El GTC, que lleva tres a?os de retraso, se inaugurar¨¢ el a?o que viene, seg¨²n Barber¨¢.

La cuota anual espa?ola en el ESO ser¨¢ de unos 10 millones de euros, pero en 2006 se pagar¨¢ la mitad, ya que el ingreso oficial ser¨¢ a mediados de a?o.

El ESO se fund¨® en 1962, en la estela del Laboratorio Europeo de F¨ªsica de Part¨ªculas (CERN), pionero en la cooperaci¨®n cient¨ªfica en el ¨¢mbito continental. Las otras cinco grandes instituciones de investigaci¨®n son: la Agencia Europea del Espacio, el Laboratorio Europeo de Biolog¨ªa Molecular, la Instalaci¨®n de Radiaci¨®n Sincrotr¨®n Europea, el Instituto Laue-Langevin (fuente de neutrones), y el Acuerdo Europeo de Desarrollo de la Fusi¨®n.

Espa?a pertenece a todas ellas, excepto al ESO, ya que en astronom¨ªa opt¨® por el crecimiento nacional al margen de la participaci¨®n en el organismo europeo correspondiente. Esta anomal¨ªa de la pol¨ªtica cient¨ªfica, durante m¨¢s de cuatro d¨¦cadas, se supera ahora con la entrada en uno de los m¨¢s competitivos organismos cient¨ªficos del mundo. Los investigadores espa?oles, a trav¨¦s de la Sociedad Espa?ola de Astronom¨ªa (SEA), han reiterado a lo largo de los a?os la importancia de formar parte del ESO tanto para tener libre acceso a sus telescopios y como para trabajar codo con codo con sus colegas europeos en los desarrollos de nuevos instrumentos de observaci¨®n.

Las negociaciones entre Espa?a y la instituci¨®n europea, iniciadas e interrumpidas en varias ocasiones, emprendieron hace un a?o y medio la trayectoria final que ha culminado ahora con ¨¦xito. Bajo la responsabilidad de Barber¨¢, ha dirigido la negociaci¨®n el director general de Pol¨ªtica Tecnol¨®gica, Carlos Alejaldre, en un comit¨¦ integrado por varios astr¨®nomos, con un papel destacado del gestor del Plan Nacional de Astronom¨ªa Xavier Barcons, del Instituto de F¨ªsica de Cantabria.