La mirada del tiempo
RAM?N IRIGOYEN
Paseando por el parque del Retiro -uno de los m¨¢s bellos del mundo, incluidos los parques de Marte con baile cantados por Marc Bolan- vi un grupo de ni?os en unos columpios y mi mente vol¨® no s¨¦ si al evangelio de San Mateo o al de San Lucas. Elucubr¨¦ como un poseso alimentado con azufre, pues no estaba lejos de la glorieta del ?ngel Ca¨ªdo al que el poeta Luis Cernuda prefer¨ªa llamar por su nombre de pila: el Demonio. "Demonio, hermano m¨ªo, mi semejante...", cant¨® Cernuda en un poema que fue precursor de la canci¨®n Sympathy for the devil (Simpat¨ªa por el diablo) de los Rolling Stones. Si fu¨¦ramos como ni?os que est¨¢n siempre instalados en el presente -y Jesucristo declar¨® al As de su ¨¦poca que si no somos como ni?os no entraremos en el reino de los cielos- vivir¨ªamos siempre cantando y bailando y no nos importar¨ªa un r¨¢bano el pasado.
Pero, ay, el pasado se nos acaba de aparecer en el quiosco. Los lectores de EL PA?S recibimos el domingo pasado, con la compra del peri¨®dico, el volumen 7 del maravilloso coleccionable La mirada del tiempo. Y La Transici¨®n (1975-1982) habit¨® entre nosotros, como se dice en el ¨¢ngelus, pues previamente ya le hab¨ªamos saludado al quiosquero con el alegre "He aqu¨ª la esclava del Se?or, h¨¢gaseme en m¨ª la Transici¨®n seg¨²n tu palabra, al recibir la primera entrega de la memoria gr¨¢fica de la historia y la sociedad espa?olas del siglo XX". Los m¨¢s reacios a volver al pasado se defendieron con aquello de "ay, qu¨¦ pesado, qu¨¦ pesado, siempre pensando en el pasado", del infantil grupo Mecano, pero ese ni?o con el pu?o en alto que aparece en la cubierta del volumen 7 del coleccionable -y magn¨ªficamente glosado por Juan Luis Cebri¨¢n en su pr¨®logo- hace vencer por fin todas las comprensibles resistencias a volver a aquel 21 de noviembre de 1975 en que los Reyes fueron fotografiados frente al cad¨¢ver de Francisco Franco en el palacio de Oriente. El volumen 7 se centra sobre todo en Madrid, la capital del Reino. A partir de ambas fotos, la pel¨ªcula es fascinante.
Los excelentes comentarios de los pies de foto de Juan Eslava Gal¨¢n sit¨²an las im¨¢genes en el tiempo. El caballo de Francisco Franco que asiste -como un viudo- al entierro de su amo, siguiendo una antigua tradici¨®n militar, nos produce una pena que algunas criaturas insensibles no podemos sentir por el propietario del noble animal ni a las ya casi 150 d¨¦cadas de su muerte. De los enemigos de Franco s¨®lo he le¨ªdo palabras de respeto respecto a su persona ya muerta en un art¨ªculo de mi admirado Juan Goytisolo. Aquel texto, por su santidad, me dej¨® helado: "Venciendo todas mis resistencias, escribir¨¦ lo que m¨¢s me cuesta decir: descanse en paz", escribi¨® Juan Goytisolo -la cita es de memoria- refiri¨¦ndose a Franco y quiz¨¢ entren¨¢ndose para escribir la tercera parte -la segunda ya la escribi¨® P¨ªo Baroja- del teresiano Camino de perfecci¨®n.
Desfilan en estas espl¨¦ndidas fotos del coleccionable el templo de los Jer¨®nimos, la antigua c¨¢rcel de Carabanchel, la Gran V¨ªa, con unos estudiantes encadenados a unos bancos en su protesta por no haber sido admitidos en la Facultad de Medicina; la calle de Atocha, con el despacho profesional donde fueron asesinados los inolvidables abogados laboralistas; el palacio de la Zarzuela, donde don Juan present¨® su renuncia al trono; Vallecas, donde el padre Llanos daba sus m¨ªtines comunistas. Y muchas docenas de otros lugares madrile?os con los m¨¢s variados personajes.
Este viaje a nuestro pasado reciente me anim¨® a asistir a la representaci¨®n de La Celestina, de Fernando de Rojas, en soberbia adaptaci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Ruano de la Haza, en Galileo Teatro, tan pr¨®ximo a la glorieta de Quevedo. Zampan¨® Teatro (www.zampanoteatro.com), la compa?¨ªa dirigida por Jos¨¦ Maya, ha cumplido 25 a?os montando a nuestros cl¨¢sicos. La maravilla del texto tan excelentemente adaptado y la espl¨¦ndida interpretaci¨®n de los cuatro actores -Amaya Curieses, Jos¨¦ Maya, Eva Rufo y Francesc Galcer¨¢n- convierten esta representaci¨®n en una aut¨¦ntica fiesta teatral. Las representaciones finalizan ma?ana domingo, 19 de febrero. Es de esperar que la Comunidad de Madrid llevar¨¢ este espect¨¢culo a las salas de teatro de la provincia que ella administra. De la Transici¨®n volamos, pues, a la ¨²ltima d¨¦cada celestinesca del siglo XV, que tambi¨¦n nos queda a un tiro de agridulce piedra.
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