La magia de los n¨²meros
Un profesor de la Escuela de Ingenieros de Montes de la Complutense utiliza el ilusionismo para explicar matem¨¢ticas
Un hombre saca una baraja de cartas, la extiende sobre la mesa y le dice a alguien: "Elige una, la que quieras, y que yo no la vea". Elegida la carta, el hombre separa los naipes en dos montoncitos y desecha uno de ellos. Repite esa operaci¨®n hasta que s¨®lo queda la carta que hab¨ªan elegido sin que ¨¦l la viera.
Esta escena no se produce en un local o en un teatro, sino en una clase de matem¨¢ticas en la que un profesor est¨¢ explicando qu¨¦ es un algoritmo. "El m¨¦todo de la bipartici¨®n, el que se usa en un algoritmo para hallar el punto de intersecci¨®n de una curva en el eje de las equis, es el que se usa tambi¨¦n en este truco de cartas". Fernando Blasco, profesor de matem¨¢ticas de la Escuela T¨¦cnica de Ingenieros de Montes de la Universidad Complutense, es un enamorado de la magia y de las matem¨¢ticas, y se ayuda de la primera para ense?ar la segunda.
Se trata de despertar el esp¨ªritu cr¨ªtico, que los chavales cuestionen por qu¨¦ ocurren las cosas
Blasco, en sus clases de la universidad, utiliza poco estos trucos, pero est¨¢ convencido de que la magia puede ser un instrumento valios¨ªsimo para difundir esta materia y despertar el inter¨¦s de los chavales. Ya ha participado en varios encuentros, como la Semana de la Ciencia que se celebra en Madrid o la Semana Europea de la Ciencia y la Tecnolog¨ªa de Ginebra.
El profesor Blasco, junto con dos estudiantes de matem¨¢ticas, Alberto y Jos¨¦ Navarro, desarrolla en estos eventos una actividad de media hora llamada Matemagia, que no es otra cosa que un espect¨¢culo de ilusionismo en directo. Pero con una salvedad: durante la primera parte de la representaci¨®n, los tres magos realizan trucos sin explicar c¨®mo los han hecho y, en la segunda parte, van acompa?ando los n¨²meros de su correspondiente explicaci¨®n matem¨¢tica. "Los nudos de las cuerdas responden a f¨®rmulas que hacen que, seg¨²n tires de una parte u otra, se deshagan o no", se?ala Blasco.
Las cuerdas entran en escena, pero las cartas son la estrella. El profesor saca seis naipes. El espectador va apuntando en un papel el n¨²mero de cada una de las cartas que van saliendo -el uno, el cuatro, el dos...-. Despu¨¦s, multiplica la cifra resultante por cualquier n¨²mero del uno al seis. Y da igual por qu¨¦ n¨²mero lo multiplique: el resultado va a aparecer siempre en un papel que el mago ha tenido cerrado en todo momento dentro de un sobre. "Esta es la teor¨ªa matem¨¢tica de los n¨²meros c¨ªclicos", explica Blasco mientras vuelve a barajar los naipes, que no suelta en ning¨²n momento de la conversaci¨®n.
Fernando Blasco, profesor titular de la Escuela de Montes desde 1991, habla con el mismo entusiasmo de las matem¨¢ticas que de sus trucos. Fue cuando estudiaba educaci¨®n secundaria en el instituto cuando se aficion¨® a la magia y siempre ha sido un gran seguidor de la secci¨®n "Juegos matem¨¢ticos", de la revista Scientific American, a cargo, durante a?os, de Martin Gardner, "el m¨¢s importante divulgador de las matem¨¢ticas en el siglo XX y mago aficionado", espec¨ªfica.
La convergencia de sus dos pasiones ha llevado a este profesor de la Complutense a poner en marcha durante los dos ¨²ltimos a?os un curso de magia en la escuela de Ana Tamariz, la hija de uno de los magos m¨¢s famosos de Espa?a, Juan Tamariz. Blasco habla con mucho respeto de Tamariz -"un historiador de la magia", dice-, que ha dado conferencias en universidades de Estados Unidos y Jap¨®n sobre ilusionismo, un arte que ya se usa como material did¨¢ctico en muchos campus espa?oles.
La Universidad de Burgos celebra cada a?o unas jornadas de ilusionismo y la Universidad de Valladolid ofrece un curso de iniciaci¨®n. La Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a cuenta con Magic Andreu para impartir clases en el m¨®dulo de comunicaci¨®n del MBA y la Universidad del Pa¨ªs Vasco ha tenido una asignatura de libre elecci¨®n de Iniciaci¨®n al Ilusionismo, impartida por el profesor Pedro Alegr¨ªa.
Fernando Blasco cree profundamente en el poder did¨¢ctico de la magia, sobre todo en las edades m¨¢s tempranas. "En la universidad tenemos muy poco margen de maniobra para hacer este tipo de actividades durante las clases. Pero quiz¨¢ en los institutos podr¨ªan funcionar muy bien para atraer la atenci¨®n de los chavales hacia las ciencias, porque tambi¨¦n hay muchos trucos que son pura f¨ªsica o pura qu¨ªmica", se?ala.
Los expertos en educaci¨®n coinciden en se?alar que el esfuerzo de los alumnos depende de su motivaci¨®n. Desde hace d¨¦cadas, los matem¨¢ticos han intentado buscar m¨¦todos que hagan m¨¢s atractiva esta materia a sus estudiantes. La magia, para Fernando Blasco, puede ser ese enganche que despierte el inter¨¦s de muchos chavales por estas materias. Pero, adem¨¢s, podr¨ªa hacer algo tanto o m¨¢s importante: "Despertar su esp¨ªritu cr¨ªtico al preguntarse por qu¨¦ ocurre eso".
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