Jam¨¢s llev¨® bigote
ALGUIEN PUEDE LLEVAR BIGOTE, arrepentirse, afeit¨¢rselo y no dej¨¢rselo crecer nunca m¨¢s. Puede volverse un mani¨¢tico del antibigotismo, publicar siete libros contra los bigotes, impulsar una Asociaci¨®n Planetaria contra el Bigote, denunciar a quien se deja crecer bigote, advertir a los adolescentes de los peligros del bigote y hasta promover un refer¨¦ndum que exija la desaparici¨®n de todos los bigotes, incluidos los postizos, pintados, de papel o pelo natural. Puede hacer todo eso y cien mil cosas m¨¢s. Lo ¨²nico que no puede decir es que jam¨¢s llev¨® bigote... salvo que se trate de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. ?l s¨ª puede. Es un hombre excepcional, y a los hombres excepcionales les est¨¢ permitida la excepci¨®n.
Con sus cr¨ªticas a la pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno, Aznar no s¨®lo rechaza que se hayan abierto expectativas inciertas sobre el fin del terrorismo de ETA, en lo que est¨¢ de acuerdo mucha gente. No s¨®lo critica que los Gobiernos democr¨¢ticos de Espa?a acudan a la llamada de una banda terrorista cada vez que la banda terrorista dice que se lo est¨¢ pensando, en lo que est¨¢ de acuerdo mucha gente. Aznar hace m¨¢s que eso: asegura que ¨¦l nunca lo hizo. Aznar dice que no hay que hablar con asesinos, y basta un vistazo a la hemeroteca para leerle frases de perd¨®n, generosidad, di¨¢logo, paz, esperanza y discreci¨®n. La evidencia es tan brutal como lo ser¨ªa escuchar a Aznar proclamar desde una tribuna: "?Jam¨¢s llev¨¦ bigote!". No dice: "Me equivoqu¨¦ llevando bigote". No dice: "El bigote es muy malo, porque si comes lentejas bla bla bla". No. Dice: "Jam¨¢s llev¨¦ bigote". Es asombroso.
M¨¢s asombrosa es la maquinaria pol¨ªtica y medi¨¢tica que trata de convencer de que el bigote no existi¨®. Los mismos medios que alababan el bigote y el bigotismo, que regalaban coleccionables con grandes bigotes de la historia de la humanidad, y emplazaban a todos a dejarse crecer bigote, niegan que jam¨¢s haya existido el bigote, y atacan descarnadamente a quien diga lo contrario. Los mismos pol¨ªticos que compartieron plaza en el Consejo de Ministros del Gobierno que autoriz¨® los contactos con ETA lo niegan indignados. "?No era un bigote! En todo caso fueron una serie de pelos que conflu¨ªan bajo la nariz, y quiz¨¢ formaran un dibujo que pudiera recordar un bigote. No es lo mismo, no es lo mismo".
La contundencia en los argumentos sobre pol¨ªtica antiterrorista es rocosa, muy fuerte, y esa agresividad verbal la esgrimen exactamente las mismas personas que tras el mayor atentado terrorista en Espa?a dijeron que era obra de ETA, despu¨¦s dijeron que nunca llegaron a decirlo porque hablaban de dos v¨ªas de investigaci¨®n, despu¨¦s dijeron que en realidad ETA y Al Qaeda son lo mismo, y si hoy se les pregunta dicen todas esas cosas sucesiva o simult¨¢neamente, sin atender contradicciones y aplaudiendo a su l¨ªder mientras grita: "?Jam¨¢s llev¨¦ bigote!". Este grupo es capaz de dirigirse a sus adversarios, que son todos los dem¨¢s, incluyendo algunos de dentro del PP, y gritarles: "?Bigotudos!". Y todav¨ªa hay quien espera que Mariano Rajoy se desmarque de este grupo. ?Qu¨¦ quieren, que se lo coman? Un poco de comprensi¨®n. No es f¨¢cil llevar la contraria a tus jefes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.