De escuela en escuela, de pueblo en pueblo
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La maestra Dori ten¨ªa 23 a?os cuando empez¨® a trabajar en la escuela de Villar de Oma?a, en las monta?as de Le¨®n. Los ni?os no llegaban a la media docena pero todos ten¨ªan "ese af¨¢n de aprender" capaz de colmar la vocaci¨®n incluso del que no la tenga. Dori la ten¨ªa. Sus hermanas le recuerdan que cuando era chica s¨®lo quer¨ªa "jugar a las maestras". Y rememora bajito, como hurgando en sus recuerdos, aquellos ni?os de los a?os setenta que la miraban "con los ojos de plato" en Villar, primero, en Villavelasco despu¨¦s, en Espinoso de Compludo. "Ten¨ªas toda la ilusi¨®n, eran tiempos de cambio, empezaban los trabajos manuales, la gimnasia, la escuela era otra", recuerda. Ahora, con 59 a?os, quiere jubilarse ya. "Hay que dejar paso a la gente joven". El curso que viene ser¨¢ el primero en m¨¢s de un tercio de siglo que no entre a las aulas cada ma?ana.
Hoy, como homenaje a todas las maestras, para celebrar por adelantado el d¨ªa de la mujer, ha prestado su historia, que es la de muchas de sus compa?eras, para este reportaje.
Aquellos ni?os de los setenta ten¨ªan todas las edades, problemas diversos, muchas virtudes, los hab¨ªa de todas las clases, y todos metidos en una sola aula al cuidado de la maestra, en la que los padres hab¨ªan depositado sus esperanzas para mejorar el futuro. "Estaban todos los ni?os atentos a ver qu¨¦ dec¨ªas", sigue recordando Dori.
Dori Reyero se quedaba en una pensi¨®n del pueblo, "con una patrona encantadora". "No me dejaba pelar patatas, ni sacar agua del pozo, ni traer la le?a, porque no quer¨ªa que me estropeara las manos", se r¨ªe. A cambio, la mujer le ped¨ªa que charlaran cada noche al abrigo de la lumbre. ?Ense?aba Dori a la patrona? "No, fue ella la que me ense?¨® a m¨ª. Quer¨ªa que aprendiera a hacer ganchillo, y aprend¨ª. ?bamos dando la vuelta al tronco en la chimenea y hac¨ªamos ganchillo, una noche tras otra".
Cuando llegaba el fin de semana la maestra caminaba ocho kil¨®metros hasta otro pueblo para pasar los dos d¨ªas con otros colegas. Y el lunes, de vuelta a Espinoso de Compludo. Andando. "Me manten¨ªa como una gacela", r¨ªe de nuevo.
Aquellas escuelas unitarias, rurales y desangeladas, fueron cerrando. "Un d¨ªa subi¨® la inspectora, otra mujer encantadora de la que guardo un recuerdo entra?able, nos vio all¨ª a los ni?os y a m¨ª, muertos de fr¨ªo -cada uno llev¨¢bamos un poquito de le?a- y le dio una pena tremenda. Me encarg¨® que echara un vistazo por el pueblo, a ver la gente joven que se quedar¨ªa all¨ª, las posibilidades de que creciera el n¨²mero de alumnos... Pero era imposible, as¨ª que cerr¨® la escuela".
Dori se cas¨®, tuvo cuatro hijos y se asent¨®, por ¨²ltimo, en San Miguel de las Due?as, para dar clases en un centro agrupado donde se educaban alumnos de todas las escuelitas rurales de la zona. El centro escolar est¨¢ al lado de un monasterio del C¨ªster. "La vida de esas monjas, sus horarios, su orden, me han servido de gu¨ªa. Ora et labora. Yo se lo dec¨ªa a mis alumnos: su 'ora' es nuestro silencio en clase, porque nosotros no oramos, claro".
La vocaci¨®n de esta maestra no se ha apagado -"lo llevo en el coraz¨®n"- pero los ¨²ltimos a?os no han sido f¨¢ciles para muchos docentes. Tampoco para ella. "A veces le decimos al psic¨®logo del colegio que no avanzamos, que no vemos el fruto. Algunas colegas lo pasan muy mal". Pero ¨¦l les recuerda que muchos de sus antiguos alumnos son hoy hombres y mujeres de provecho. "Y es verdad, algunos son m¨¦dicos, otras profesoras, a una alumna la vi el otro d¨ªa trabajando en la televisi¨®n auton¨®mica". La vida va tomando otras formas, pero esta maestra guarda la satisfacci¨®n de "haber sacado generaciones adelante".
La de los docentes es una de las profesiones m¨¢s feminizadas, donde la figura de la mujer nunca ha sido extra?a. Cuando Dori echa un vistazo atr¨¢s con perspectiva de g¨¦nero dice: "Yo estaba sola de pueblo en pueblo. No hab¨ªa hombres. La verdad es que hac¨ªa y deshac¨ªa a mi antojo". Cuando ha tenido compa?eros su relaci¨®n con ellos, dice, ha sido siempre "cordial".
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