Elogio de Aznar
ANDA, ANDA, QUE se quejar¨¢n en el PSOE, se quejar¨¢n de Aznar. ?Si tendr¨ªan que ponerle un piso! La criatura les ha dado alegr¨ªa durante toda la semana, y les ha puesto otra vez en fila india. Con un poco de pesquis, ZP nombrar¨ªa a Aznar ministro de la Oposici¨®n Destemplada y Salvaje, y el PSOE gobernar¨ªa hasta el a?o 3000. No es que estuvieran los socialistas hundidos en las encuestas. Por lo visto, ya andaban recuper¨¢ndose del estatutazo, pero s¨ª se les ve¨ªa con la moral regular, mirando de reojo hacia La Moncloa, pensando: "?Seguro que la intuici¨®n basta? ?Seguro que no habr¨ªa que estar m¨¢s seguro? ?Seguro que ¨¦ste lo tiene dominado?". Se les ve¨ªa, c¨®mo decirlo... inseguros. Entre el trabalenguas del principio del fin del terrorismo, el patriotismo antialem¨¢n con la OPA sobre Endesa y la ministra Trujillo regalando zapatillas para buscar piso, estaba la afici¨®n socialista alica¨ªda. Pero basta que salga Aznar a calentar en la banda y ya ruge la grada. Tiene el carisma de los grandes ¨ªdolos. Un catalizador. Es nuestro Darth Vader. M¨¢s bajito y con bigote, pero tambi¨¦n decepciona Darth Vader cuando se quita el mascar¨®n negro. A los dos les mueve la misma fe en el lado oscuro de las cosas.
Basta que salga Aznar a calentar en la banda y ya ruge la grada. Tiene el carisma de los grandes ¨ªdolos
Es clar¨ªsimo que en la pol¨ªtica espa?ola falta un malo, y sin malo no hay relato. Sin malo no hay nada. Por eso los dirigentes del PP, que son grandes aficionados a la ficci¨®n, como todo el mundo sabe, intentan convertir a ZP en malo. Pues buenas noches y buena suerte, machotes. M¨¢s probabilidades de ¨¦xito tendr¨ªan si lo intentaran con Blancanieves. Xabier Arzalluz tambi¨¦n colg¨® las botas, y desde entonces tampoco nada ha vuelto a ser como era. En su momento se intent¨® que el malo de la pol¨ªtica espa?ola fuera Carod-Rovira. Lo intenta a veces ¨¦l mismo, en un caso de entrega voluntaria al martirio. Es un personaje de Monthy Pyton. Se cree gladiador y a las puertas del circo exige que le echen a las fieras: "?Hagan el favor de martirizarme, tengo derecho a mi martirio!". Adem¨¢s, desde su primer show, aquella gloriosa expedici¨®n con los ojos vendados y en coche oficial con el objetivo de resolver el terrorismo etarra en un plis-plas y sacarse el Premio Nobel de la Paz en un finde, ya se vio que el papel que le correspond¨ªa a Carod no era el de malo, sino el de... El de... Bueno, ya nos entendemos. No el de malo. Ah, c¨®mo debi¨® ser aquel viaje: "V¨¦ndeme los ojos, se?or encapuchado. Yo no le veo a usted, pues que usted no me vea a m¨ª. Es justo". Tampoco da de malo Pasqual Maragall. Demasiado exc¨¦ntrico.
En realidad, es dif¨ªcil encajar la pol¨ªtica catalana en el relato general de la pol¨ªtica espa?ola. La pol¨ªtica catalana tiene relato aparte, tipo Ars¨¦nico por compasi¨®n, una comedia en la que estuvieran todos locos. Sin embargo, en Catalu?a, m¨¢s que en ning¨²n otro sitio, Aznar es el rey. M¨¢s que Darth Vader y la madrastra de Blancanieves juntos. Dices: "?Aznar!", y relinchan los caballos, como en El jovencito Frankenstein. Es divertido, aunque, como dijo el cl¨¢sico: "Antiaznarismo, antiaznarismo, cu¨¢ntas cosas se disimulan en tu nombre".
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