Ailanto m¨¢s cerca

Para el gran p¨²blico, la pasarela es "eso que sale al final de los telediarios". Y tener en el armario una pieza con nombre de desfile tiene un precio. Los dise?adores vascos afincados en Barcelona I?aki y Aitor Mu?oz (1968), gemelos fundadores de la marca Ailanto, reconocen que "la gente normal, con un nivel adquisitivo medio, no puede permitirse" pagar sus exclusivas colecciones de 150 prendas, que van de los 100 euros de una camiseta a los 500 del vestido m¨¢s caro.

Desde que crearon su firma en 1992 son "la joven promesa", primero de Gaud¨ª y ahora de Cibeles. Una empresa de 10 personas, incluidas costureras -y donde cada puntada se mima-, que ha recibido buenas cr¨ªticas y numerosos premios. Coloca prendas en 70 tiendas punteras, como Momo en Madrid, Aquagirl en Tokio o Vionnet en Los ?ngeles. "Esta bien que exista un punto medio entre las tiendas de los dise?adores y Zara o Mango", comentan los gemelos. En busca de ese dise?o asequible se han aliado ahora con la firma Naf Naf.

El gigante franc¨¦s habita al otro lado del espectro textil. Con 30 a?os de historia, factura 32 millones de euros al a?o y est¨¢ presente en 2.500 puntos de venta en todo el mundo. S¨®lo en Espa?a, donde tienen tres tiendas propias, Naf Naf coloca un mill¨®n de prendas al a?o en 700 tiendas multimarca, 16 franquicias y 67 centros de El Corte Ingl¨¦s. Naf Naf y Ailanto son dos caras muy distintas de la industria. Y han tenido un ni?o: Naf Naf by Ailanto, una minicolecci¨®n de 50 prendas dise?adas por los hermanos Mu?oz y producidas y distribuidas por la filial espa?ola del grupo franc¨¦s. "A nosotros nos da la posibilidad de llegar a mucha m¨¢s gente y aprender c¨®mo trabaja una empresa supergrande", comentan los hermanos Mu?oz. Desde Naf Naf, Miquel Esteva, director general del grupo en Espa?a, explica: "Con este proyecto intentamos acercarnos al cliente con un producto diferencial que aporte moda". Un pedacito de pasarela, "prendas que hagan so?ar a la consumidora".

El breve matrimonio de H&M con Karl Lagerfeld, dise?ador de Chanel, en la temporada de oto?o-invierno 2004 fue el ejemplo m¨¢s sonado de este tipo de colaboraciones. Las prendas volaron de las tiendas en unas horas, y a los pocos d¨ªas Lagerfeld declaraba su molestia por la escasa distribuci¨®n de su ropa en la cadena. Pasada una semana, las supuestas prendas democr¨¢ticas -la m¨¢s cara costaba 149 euros- duplicaban su precio en Internet. H&M repiti¨® al a?o siguiente con Stella McCartney y mejor fortuna. En Espa?a, la firma Don Algod¨®n contrat¨® durante varias temporadas al dise?ador Juan Duyos como director art¨ªstico.

"Naf Naf by Ailanto tiene nuestro sello sin ser lo mismo, ya que ser¨ªa contraproducente para todos", dicen los dise?adores vascos. La clave est¨¢ en que la colecci¨®n h¨ªbrido no se parezca demasiado, o demasiado poco, a una u otra marca. "Y no queremos confundir a nuestro p¨²blico", apunta Esteva desde Naf Naf. El precio es determinante para que estos dise?os sean golosinas en la calle. Se han fabricado 12.500 prendas de la nueva marca, en tallas de la 36 a la 44, colocadas en 200 puntos de venta. Miquel Esteva lo define en t¨¦rminos empresariales como "un posicionamiento intermedio". Vamos, que ni Naf Naf, ni Ailanto: la camiseta, entre 40 y 50 euros; el vestido, entre 120 y 170.

A¨²n es pronto para conocer la reacci¨®n de las compradoras, pero hay indicios de que la pareja funciona. De momento ya han tenido otro ni?o, la colecci¨®n Naf Naf by Ailanto para oto?o-invierno. El ¨¦xito de su presentaci¨®n en las ferias de Bread & Butter (Barcelona) y Who's Next (Par¨ªs) ha captado el inter¨¦s de las filiales europeas de Naf Naf. La pr¨®xima temporada, el experimento espa?ol cruzar¨¢ fronteras.

?Miedo al gran p¨²blico? Parece que no. "Aunque nuestra colecci¨®n es m¨¢s minoritaria, llevamos 10 a?os vendiendo Ailanto", defienden los hermanos Mu?oz. "No somos el t¨ªpico dise?ador que hace dos desfiles y luego no encuentras las prendas en ning¨²n sitio". ?C¨®mo explicar¨ªan esta colecci¨®n en cuatro palabras? "Colorista, con texturas, muy gr¨¢fica. Y, esperemos, f¨¢cil de entender y vender? O sea, comercial". Y a?aden: "Bueno, comercial entre comillas".