Los sindicatos lanzan un ultim¨¢tum para que Villepin retire hoy la reforma laboral

Al d¨ªa siguiente de que un mill¨®n de franceses salieran a la calle contra la precarizaci¨®n del empleo de los j¨®venes, el Gobierno de Dominique de Villepin manten¨ªa el m¨¢s absoluto mutismo y los sindicatos le daban de plazo hasta la tarde de hoy para retirar el pol¨¦mico contrato de primer empleo (CPE), bajo la amenaza de nuevas movilizaciones y de convocar una huelga general. En el Ejecutivo, la consigna parec¨ªa ser mantener el envite. El ministro portavoz, Jean-Fran?ois Cop¨¦, se limit¨® a reiterar el llamamiento al di¨¢logo para reformar el CPE "en el marco de la ley".

Los sindicatos y las organizaciones de estudiantes, reforzados por el ¨¦xito de la movilizaci¨®n del s¨¢bado, piden directamente al presidente, Jacques Chirac, la retirada pura y simple del CPE -un contrato para menores de 26 a?os, que permite el despido sin justificar durante los primeros 24 meses- antes de iniciar cualquier negociaci¨®n porque "pone en entredicho el conjunto del c¨®digo de trabajo", seg¨²n el secretario general del sindicato CGT, Bernard Thibault.

El Gobierno tiene toda la jornada de hoy para mover pieza. Esta noche se re¨²nen los l¨ªderes sindicales con el arma de la convocatoria de una huelga general sobre la mesa. Fuentes sindicales apuntaban ayer que tambi¨¦n podr¨ªan anunciar una nueva movilizaci¨®n el pr¨®ximo mi¨¦rcoles.

El Gobierno guarda silencio. Desde Matignon se limit¨® ayer a anunciar que el primer ministro recibir¨¢ hoy a representantes de los empresarios y de los estudiantes. Villepin parece decidido a esperar que se abra alguna grieta entre los enemigos del CPE, probablemente en las universidades, donde se acent¨²a la presi¨®n para que se reanuden las clases ante la inminencia de los ex¨¢menes. Ayer hubo una sentada de un millar de universitarios frente al Ayuntamiento de Par¨ªs pidiendo que se reabran las aulas. La Sorbona sigue cerrada por las autoridades, al igual que Nanterre y otra media docena de universidades, mientras que el pasado viernes, 60 de las 84 universidades de Francia estaban en huelga.

Pero la mayor¨ªa parece estar en la din¨¢mica del enfrentamiento con el Gobierno. "Si todo el mundo desobedece, nadie podr¨¢ mandar", dec¨ªa una pintada fresca en las vallas que rodean La Sorbona, en Par¨ªs. "Polic¨ªa, por todas partes; justicia, en ninguna", rezaba otra. Es lo que piensa Bruno Julliard, presidente de la Uni¨®n de Estudiantes Universitarios de Francia (UNEF): "La din¨¢mica est¨¢ del lado de los opositores al CPE". "A¨²n tenemos reservas importantes en los estudiantes de secundaria, es posible movilizar a m¨¢s gente", a?adi¨®. La organizaci¨®n que re¨²ne a los alumnos de instituto, la FIDL, ya ha anunciado una manifestaci¨®n para el jueves.

Una desmovilizaci¨®n de los estudiantes a corto plazo no parece posible, todo lo m¨¢s, el primer ministro podr¨ªa confiar en que la llegada de las vacaciones de Pascua aclarara algo el panorama. Pero incluso en este caso, dif¨ªcilmente los sindicatos tirar¨ªan la toalla y menos ahora, instalados en la euforia tras el ¨¦xito del s¨¢bado. El mensaje que mandan al Gobierno se endureci¨® ayer evidentemente. Thibault lo dijo muy claro: "Estamos pensando en convocar una jornada de paro laboral nacional si el Gobierno persiste en mantener el CPE". Desde Force Ouvri¨¨re (FO), Jean-Claude Mailly insist¨ªa en la necesidad de convocar "una jornada de huelga interprofesional".

Algunos analistas apuntan a que el Gobierno sacar¨¢ hoy una versi¨®n muy aguada del CPE, reduciendo a 12 meses el periodo de prueba, y que quedar¨ªa reservado exclusivamente a los j¨®venes no cualificados o a quienes lleven al menos dos a?os en paro, que era en realidad el verdadero objetivo del pol¨¦mico contrato hasta que se convirti¨® en el referente de las supuestas intenciones del Ejecutivo conservador de desmantelar el modelo laboral franc¨¦s. El balance policial de la jornada del s¨¢bado fue de 166 detenidos y 24 heridos, entre los que hay siete polic¨ªas.