El Gobierno de Kirchner rescinde el contrato de Aguas Argentinas, participada por Agbar

El Gobierno argentino rescindi¨® ayer el contrato que ten¨ªa con Aguas Argentinas, cuyos principales accionistas son la francesa Suez, con un 39,9% del capital y con la que el presidente N¨¦stor Kirchner ha mantenido duros enfrentamientos en los ¨²ltimos meses, y la espa?ola Aguas de Barcelona (Agbar), empresa controlada por La Caixa, con un 25%. El motivo aducido es el peligro potencial que, seg¨²n el Ejecutivo, representa el consumo del agua servida por esta empresa para 11 millones de personas en la capital federal y la provincia de Buenos Aires, tras la detecci¨®n en varios lugares de elevadas concentraciones de sustancias que pueden resultar perjudiciales para la salud.

El anuncio fue realizado por el ministro de Planificaci¨®n Federal, y hombre muy cercano a Kirchner, Julio de Vido, flanqueado por el gobernador de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Telerman, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Luis Felipe Sol¨¢. "El agua potable es considerada un derecho humano", subray¨® De Vido, quien inform¨® de la creaci¨®n de una empresa estatal denominada Aguas y Saneamientos Argentinos (AISA), que a partir de ahora se ocupar¨¢ del suministro y gesti¨®n del alcantarillado. La nueva empresa creada por el Gobierno argentino tendr¨¢ un 90% de propiedad del Estado, mientras que el 10% estar¨¢ en manos de los trabajadores mediante el denominado Programa de Propiedad Participada. Sin embargo, el Ejecutivo a¨²n no ha hecho p¨²blico si tiene previsto devolver la gesti¨®n de las aguas a manos privadas. De Vido se?al¨® que "la empresa hoy es estatal y ma?ana ya veremos".

Acusaciones cruzadas

El Ejecutivo acusa a Aguas Argentinas de no mantener sus compromisos. "El Estado debe proteger a los habitantes tras el abuso ejercido sin descaro por Aguas Argentinas", subray¨® De Vido, para quien ser¨ªa una "irresponsabilidad" no rescindir el contrato.Agbar declin¨® comentar las acusaciones del Gobierno argentino y esperar¨¢ a recibir una notificaci¨®n oficial de su decisi¨®n antes de entrar en valoraciones. Lo que s¨ª apunt¨® la compa?¨ªa controlada por La Caixa y Suez es que la rescisi¨®n del contrato "no es una sorpresa", que espera "instrucciones" del Ejecutivo argentino para pactar su salida "de una manera ordenada y responsable" y que la rescisi¨®n "ratifica nuestra decisi¨®n de abandonar el pa¨ªs", informa Ariadna Trillas.

En su d¨ªa, la inversi¨®n en Aguas Argentinas y la crisis de 2001 en el pa¨ªs tuvieron un impacto negativo en las cuentas de Agbar de cerca de 200 millones de euros. La asamblea de Aguas Argentinas hab¨ªa aprobado ya a finales del pasado septiembre la rescisi¨®n de contrato decidida por Suez y Agbar. La empresa se quejaba de la congelaci¨®n de tarifas y acusaba al Ejecutivo de incumplir sus compromisos, mientras, el Estado advert¨ªa de que la empresa no se ocupaba del mantenimiento de la red.

Ayer, los representantes de las diferentes administraciones acusaron reiteradamente a Aguas Argentinas de incumplimiento de contrato y volvieron a rechazar las quejas por la congelaci¨®n de tarifas y su transformaci¨®n de d¨®lares a pesos tras la crisis. El Ejecutivo asegur¨® que ha habido subida de precios en distintas ocasiones. "La crisis de 2001 afect¨® a todos los argentinos y a ninguno de nosotros se nos autoriza a incumplir con nuestras obligaciones", subray¨® De Vido.

El ministro destac¨® que en numerosas zonas no se hab¨ªa construido el alcantarillado prometido y que no se han realizado los trabajos necesarios para evitar la contaminaci¨®n de aguas destinadas al consumo. No obstante, quiso tranquilizar a los consumidores y destac¨® que el consumo humano de agua del grifo tanto en la capital argentina como en las poblaciones que la rodean no representa un riesgo para salud.

Al igual que Agbar, el Grupo Suez tiene presentada una demanda contra Argentina ante el tribunal de arbitraje del Banco Mundial por valor de 1.200 millones de d¨®lares.