Pago por el resto de la vida
Una renta vitalicia es un pago peri¨®dico, normalmente mensual, por el resto de la vida de una persona. La paga un fondo de pensiones, una mutualidad o una aseguradora a cambio del importe acumulado en un sistema de pensiones o, en t¨¦rminos m¨¢s generales, de una aportaci¨®n de capital. Su importe se calcula en funci¨®n de los tipos de inter¨¦s, otras caracter¨ªsticas de la renta vitalicia (la reversi¨®n, entre ellas), la edad y el sexo.
El anteproyecto del IRPF ha puesto de moda las rentas vitalicias y otros conceptos asociados a ella. Los "mecanismos de reversi¨®n" se refieren a la renta pagadera a los beneficiarios designados, normalmente el c¨®nyuge e hijos, tras el fallecimiento del titular, en una determinada proporci¨®n (por ejemplo, el 50% para el c¨®nyuge y el 10% por hijo).
Los sistemas complementarios no tienen que replicar exactamente a la Seguridad Social
Los "periodos ciertos de prestaci¨®n" implican que la renta se pagar¨¢ mientras viva el titular y, como m¨ªnimo, durante un determinado plazo (5, 10, 15 a?os...). Existen tambi¨¦n rentas que garantizan todo o parte del nominal del capital aportado.
Las "f¨®rmulas de contraseguro en caso de fallecimiento" son una forma de cubrirse contra la eventualidad de que se fallezca pronto. Se paga una prima a un asegurador y ¨¦ste se compromete a abonar una indemnizaci¨®n si el titular fallece "anticipadamente. Todas estas f¨®rmulas tienen un coste, que puede ser muy significativo, lo que reduce a¨²n m¨¢s el importe final de la renta vitalicia.
Varios son los aspectos positivos de las rentas vitalicias:
- Es la v¨ªa m¨¢s segura, aunque no siempre m¨¢s rentable, para garantizar que los apoyos fiscales que reciben los sistemas de pensiones complementarios se traduzcan en una renta ligada a las necesidades de los jubilados.
- Ponen en com¨²n el riesgo de longevidad (no olvidemos que vivir m¨¢s es bueno pero cuesta dinero). Son el sistema financiero-actuarial m¨¢s eficiente de convertir un capital en una renta.
- Aseguran que la gente recibir¨¢ una prestaci¨®n, a cargo de sus ahorros, con independencia de cu¨¢nto vivan, sin agotar su patrimonio antes de tiempo.
Entre sus inconvenientes destacan:
- Los bajos tipos de inter¨¦s y el incremento de la expectativa de vida hacen que su importe sea, actualmente, bajo. De hecho, se ha reducido a la mitad en los ¨²ltimos diez a?os. Hoy en d¨ªa, la renta mensual, a los 65 a?os, es igual, aproximadamente, al capital aportado dividido por 200 o 300. As¨ª, para cobrar 250 euros al mes hace falta un capital de, al menos, 50.000 euros.
- La renta vitalicia es un seguro y no es una inversi¨®n. Esto se comprende y se acepta mal. As¨ª, lo mismo que no se hace "negocio" con el seguro del autom¨®vil, tampoco se hace con una renta vitalicia.
- Est¨¢ demostrado que la gente infravalora su expectativa de vida o, al menos, centra su atenci¨®n sobre la p¨¦rdida del dinero si fallecen pronto, en comparaci¨®n con la posibilidad de vivir mucho.
En relaci¨®n con la propuesta del IRPF, es conveniente se?alar que los sistemas complementarios no tienen que replicar exactamente a la Seguridad Social, que es el mejor ejemplo de renta vitalicia. Las pensiones complementarias deben tener unas caracter¨ªsticas de flexibilidad y adaptabilidad, complemento a la estandarizaci¨®n del sistema p¨²blico. A ello nos lleva su car¨¢cter de suplementarias, capitalizadas y voluntarias. Todo ello es precisamente posible y deseable por el importante papel que tiene la Seguridad Social.
Tambi¨¦n es necesario desarrollar previamente un mercado eficiente de rentas vitalicias. Finalmente, quien est¨¦ preocupado con generar una prestaci¨®n suficiente, sin que se agote antes de tiempo, tiene otras soluciones, que no son perfectas, pero pueden ser muy ¨²tiles. Por ejemplo, si alguien, con 65 a?os, retira un 5%-6% anual de una cartera de bonos y acciones, tiene much¨ªsimas posibilidades de que, al final, le sobre dinero.
Jon A. Aldecoa es Secretario T¨¦cnico de la Federaci¨®n de EPSV de Euskadi.
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