El Rey, en Francia

La visita de Estado de tres d¨ªas que los reyes de Espa?a iniciaron ayer a Francia, sumergida en la protesta social por el contrato de empleo juvenil, se produce en un momento inmejorable de las relaciones bilaterales, calificadas como de "luna de miel" por la diplomacia francesa, pero tambi¨¦n con el trasfondo del anuncio de alto el fuego permanente de ETA, en vigor desde el pasado d¨ªa 24. El monarca, con su discreci¨®n habitual, eludi¨® anoche hacer una referencia directa al proceso que se ha abierto con el comunicado etarra durante la cena de gala ofrecida por el presidente Jacques Chirac en el palacio del El¨ªseo. El Gobierno y el Rey act¨²an al un¨ªsono, como no puede ser de otro modo en una monarqu¨ªa parlamentaria, y su cautela es la del Ejecutivo de Zapatero. Eso s¨ª, el monarca agradeci¨® al pa¨ªs vecino su cooperaci¨®n frente al "largo y duro desaf¨ªo" del terrorismo etarra. El momento no pod¨ªa ser m¨¢s oportuno, pues tal colaboraci¨®n francesa ha sido esencial para acorralar a ETA hasta llevarla a una situaci¨®n como la actual y seguir¨¢ siendo esencial a la hora de mantener la presi¨®n sobre la banda terrorista y de cooperar, previsiblemente desde fuera, en el proceso abierto.

Dentro de la solidaridad con Espa?a y la esperanza que ha despertado en la Uni¨®n Europea el paso dado por la banda, el Gobierno franc¨¦s se ha convertido a¨²n m¨¢s en el primer valedor espa?ol, al anunciar que mantendr¨¢ una comunicaci¨®n permanente con el de Madrid y apoyar¨¢ todas las acciones que hagan triunfar la paz desde la firmeza contra el terrorismo. Es tambi¨¦n l¨®gico que as¨ª sea, pues a Par¨ªs le alcanzan las detenciones de etarras en c¨¢rceles galas y las reivindicaciones territoriales en el sur de Francia.

La vitalidad de las relaciones franco-espa?ola queda reflejada con esta visita. Don Juan Carlos fue el primer mandatario invitado a hablar ante la Asamblea Francesa, en su primera visita de Estado a Par¨ªs en 1995. En esta ocasi¨®n volver¨¢ hoy a la Asamblea y el Senado, pero no con un discurso formal como el de entonces. En Toulouse visitar¨¢ las instalaciones de la empresa EADS, el fabricante de Airbus, que constituye probablemente el mejor y m¨¢s exitoso ejemplo de cooperaci¨®n e integraci¨®n europea. En esta ciudad del sur de Francia, en un gesto cargado de simbolismo, tambi¨¦n se encontrar¨¢ con representantes de los exiliados espa?oles o de sus descendientes, que tuvieron que marcharse de Espa?a a ra¨ªz de la Guerra Civil. La reuni¨®n de Toulouse, la m¨¢s pr¨®xima de las capitales del exilio espa?ol, ser¨¢ un encuentro del Rey con republicanos espa?oles. ?stos son tiempos de reconciliaciones, y ¨¦se es el papel de un Rey casi republicano, de visita oficial en una rep¨²blica casi mon¨¢rquica.