Desencanto 'naranja'

La severa derrota en las elecciones parlamentarias del presidente de Ucrania, V¨ªktor Y¨²shenko, que apenas obtuvo un 15% de los votos, supone un serio rev¨¦s para las fuerzas liberales que hace poco m¨¢s de un a?o fueron capaces de liquidar el reinado autoritario de Leonid Kuchma. Sobre todo porque el vencedor de los comicios -milagros de las elecciones libres- es el ex primer ministro Yan¨²kovich, cooperador necesario en el fraude electoral de 2004 orquestado a medias entre Mosc¨² y Kiev.

El destacado segundo puesto de Yulia Timoshenko, que compartiera tormentoso idilio pol¨ªtico con Y¨²shenko, deber¨ªa empujar a los dem¨®cratas ucranios a buscar una reconstrucci¨®n de la alianza naranja que obtenga el visto bueno del Parlamento y mantenga en la oposici¨®n a Yan¨²kovich, representante de los intereses prorrusos. Y¨²shenko y Timoshenko, aglutinantes de la revoluci¨®n, resultaron incapaces, una vez en el poder, de desarrollar una agenda coherente de gobierno. Sus discrepancias culminaron con la destituci¨®n el verano pasado de la primera ministra, una populista vol¨¢til partidaria de medidas dr¨¢sticas. El presidente de Ucrania no ha dejado de perder puntos desde entonces.

La desconfianza ha sustituido en poco tiempo a la euforia en Ucrania. El declive econ¨®mico y las extendidas sospechas de corrupci¨®n en los pasillos del poder alimentan el desencanto ciudadano. El perdido pulso con Mosc¨² este invierno por los precios del gas ruso ha venido a recordar a muchos los peligros de unas malas relaciones con el poderoso vecino. Los objetivos de Ucrania -recuperaci¨®n econ¨®mica y acercamiento a Europa- estar¨ªan mejor servidos con una alianza liberal, que sumar¨ªa al menos el 37% de los votos frente al 30% de Yan¨²kovich. El fracaso en conseguirla dejar¨ªa al devaluado Y¨²shenko en manos de su enemigo hist¨®rico y provocar¨ªa la desbandada de los votantes que compartieron el ideal democratizador en las noches blancas de la plaza de la Independencia de Kiev. Un precio a todas luces excesivo.