Langostinos de Ibarra
Sucedi¨® en Ibarra, el pueblo guindillero que queda m¨¢s cerca de Tolosa que de San Sebasti¨¢n, pero ah¨ª mismo. Un tipo con antecedentes fue capturado por la Ertzaintza poco despu¨¦s de que intentara robar en la guarder¨ªa de la localidad. Cuando los agentes proced¨ªan a identificarlo pidi¨® que le soltaran porque para eso estamos en tregua. S¨®lo es el principio de lo que vendr¨¢. Sin ir m¨¢s lejos, Batasuna se llev¨® a tres meteor¨®logos, uno de ellos especializado adem¨¢s en t¨¦mporas, para la manifestaci¨®n del s¨¢bado en Bilbao que buscaba escenificar el poder¨ªo de una de las partes en tregua. Que hubiera meteor¨®logos en la manifestaci¨®n no resulta excesivamente chocante, ya que el lema de la misma rezaba "Es tiempo de decisiones". Pero, ya que estaban all¨ª, seguro que los aprovecharon para tomar la temperatura del alto el fuego as¨ª como para evitar que les lloviese sobre la reivindicaci¨®n o para que les saliera con las mejores isobaras.
S¨ª, esto no ha hecho m¨¢s que empezar y ya hay demasiado trueno. Y no s¨®lo por aqu¨ª. Tomemos, por ejemplo, a Carod. El muy iluminado (o rel¨¢mpago) no pudo contenerse y tuvo que soltar que estas treguas vienen de aquellos perpi?anes suyos. Est¨¢ absolutamente convencido de que la causa primera del alto el fuego fue ¨¦l; y lo fue tanto y en tan duras condiciones -lo desollaron vivo pol¨ªticos, comentaristas y ga?anes de toda laya- que, a la larga, le ha causado la dolencia cardiaca que le mantiene apartado de los mentideros. Con lo que, es lamentable decirlo, el primer m¨¢rtir de la tregua no se habr¨ªa registrado en Euskadi.
Tampoco tienen desperdicio las esclarecedoras declaraciones del donostiarra Joseba ?lvarez, responsable de relaciones internacionales de Batasuna, que se ha ido a Roma para exclamar: "En 30 a?os hemos demostrado que sabemos resistir, pero con la resistencia no se gana. Tampoco se pierde, pero no se gana, as¨ª que hemos pasado a una nueva fase constructiva, por v¨ªa no pol¨ªtico-militar, para tener derecho a la victoria". Ni m¨¢s ni menos. ?lvarez reivindica el derecho a la victoria, y en un punto muy concreto, el de la autodeterminaci¨®n, lo que deja con el culo -perd¨®n, pero como antes ya he hablado de t¨¦mporas...- al aire a todas las almas c¨¢ndidas que no pueden soportar que la denominada resoluci¨®n del conflicto se zanje con vencedores y vencidos. Pues eso, que mientras los a este paso vencidos se la cogen con papel de fumar los que se tienen a s¨ª mismos por vencedores desde?an cosas accesorias como los presos o la legalizaci¨®n de Batasuna y se centran en lo importante: la autodeterminaci¨®n. Y Navarra, tambi¨¦n quieren Navarra, lo han dicho los presos. Claro que a la anexi¨®n del Viejo Reino y la autodeterminaci¨®n, los presos a?aden la amnist¨ªa, porque ellos no pueden irse a Roma a emitir titulares y ni siquiera a comer espaguetis.
Lo bueno es que en cuanto ETA deje las armas no podr¨¢ imponer la autodeterminaci¨®n ni nada, as¨ª que ?lvarez y los suyos ya tienen programa pol¨ªtico para toda la eternidad. ?Escoger¨ªa la Ciudad Eterna por eso? Una cosa es cierta, en cuanto ETA plantee eso en una mesa de negociaci¨®n y no se apee del burro o no se conforme con lo que ?lvarez considera accesorio -los presos, para acercarlos- y la legalizaci¨®n de Batasuna a nada que cumpla el requisito de rechazar la violencia, el alto el fuego se vendr¨¢ abajo y tendr¨¢ que asumir la responsabilidad de ver c¨®mo la polic¨ªa la volatiliza, porque ya no tendr¨¢ m¨¢s oportunidades pol¨ªticas de disolverse.
No es de extra?ar, pues, que Batasuna se manifestara en Bilbao con tres meteor¨®logos, aunque quiz¨¢ hubiera debido echar mano de alguna pitonisa -al menos medi¨¢ticamente, porque igual estaban pero en plan an¨®nimo-, ya que predicen el futuro en t¨¦rminos m¨¢s amplios que el de saber si saldr¨¢ nublado. Yo que ellos me hubiera llevado tambi¨¦n al langostino que captur¨® la Ertzaintza el otro d¨ªa en Ibarra para que, al grito de ?no estamos en tregua?, les mantuviese la ilusi¨®n.
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