En los l¨ªmites de lo soportable

El mismo a?o en que otro cineasta colombiano, Jos¨¦ Antonio Dorado, propuso en El rey una reconstrucci¨®n del comienzo del poderoso cartel cocalero de Cali, otro colombiano, V¨ªctor Gaviria, hac¨ªa lo propio con el de Medell¨ªn. Y si bien ambas miradas pretenden abarcar el conjunto de la experiencia de un pa¨ªs coqueteando con el dinero f¨¢cil del narcotr¨¢fico, no cabe duda sobre la mayor entidad de la propuesta de Gaviria, antiguo documentalista autor de la insoportable, de tan realista, La vendedora de rosas.

Bas¨¢ndose en un buen hijo de la burgues¨ªa que un buen d¨ªa entra en contacto con los negocios de la droga, Gaviria construye una pel¨ªcula mod¨¦licamente cotidiana, hablada en un lenguaje que, en ocasiones, necesita de subt¨ªtulos y muy s¨®lidamente anclada en la realidad. Su propuesta no puede ser m¨¢s clara: mirar hacia todos los ¨¢ngulos para ver c¨®mo lo que empieza casi como un juego culmina con la destrucci¨®n del ciudadano y, en ocasiones, con la muerte. Contada sin ninguna floritura, con una imagen sucia y quebrada que tan bien se aviene con lo que se est¨¢ contando, Sumas y restas es un filme contundentemente ejemplar, nada f¨¢cil de ver pero imprescindible para entender d¨®nde comienza la corrupci¨®n y d¨®nde termina la democracia... un ejemplo tan dolorosamente cercano.