Un jard¨ªn para so?adores
El Luxemburgo, parque de flechazos y artistas en Par¨ªs
Desde tiempos remotos, el jard¨ªn, que etimol¨®gicamente significa cerco o valla, est¨¢ asociado a una idea de microcosmos del universo. Fue un lugar de meditaci¨®n para Plat¨®n y sus disc¨ªpulos, que frecuentaban los hortus conclusus del gimnasio de Atenas, y en El c¨¢ntico de los c¨¢nticos se asimila l¨ªricamente a una efusi¨®n er¨®tica. La Edad Media emplear¨¢ jardiner como equivalente metaf¨®rico de hacer el amor. El jard¨ªn de Luxemburgo, adem¨¢s de englobar todos esos significados, es el parque p¨²blico m¨¢s agradable en Par¨ªs. Da lo mismo ir en verano o en invierno. Sentarse pl¨¢cidamente al sol o atravesar sus alamedas nevadas a paso r¨¢pido. Su misteriosa belleza, al comp¨¢s estacionario de colores exaltantes o melanc¨®licos, perdura todo el a?o.
Esta parcela en el centro de la capital, de 60.000 metros cuadrados de c¨¦sped y 3.550 ¨¢rboles, tiene una larga historia. Los romanos llamaron lucotitius a la que entonces era una zona agreste. Despu¨¦s de varias peripecias, Mar¨ªa de M¨¦dicis compr¨® en 1612 las primeras 25 hect¨¢reas. Tres a?os m¨¢s tarde hizo construir un excelso palacio por Salomon de Brosse. El vasto cuadril¨¢tero con pabellones angulares fue ornado con obras de Rubens y Poussin tra¨ªdas del Louvre y decorado despu¨¦s con frescos monumentales de Delacroix. En 1795 se instal¨® all¨ª el Conseil des anciens, embri¨®n del futuro Senado. Durante la Revoluci¨®n de 1789, el edificio se hab¨ªa convertido en presidio, donde estuvieron encarcelados, entre otros, Danton y el pintor Jacques-Luis David.
La configuraci¨®n actual del parque se debe a los arreglos de Haussmann bajo el Segundo Imperio, a mediados del siglo XIX. En 1871 fue tomado por los Comuneros, mientras que durante la Segunda Guerra Mundial lo ocup¨® el estado mayor de la Luftwaffe, la aviaci¨®n alemana. Reservado al principio a la reina y la corte, el parque fue abierto al pueblo a mediados del siglo XVII. Considerado como jard¨ªn del barrio -sin fortificaci¨®n-, tuvo desde su origen un car¨¢cter opuesto a los edenes reales, las Tuller¨ªas y el Palacio Real. La conservaci¨®n bot¨¢nica del terreno es una verdadera empresa. En los invernaderos de la parte norte del parque, se cultiva y conserva una colecci¨®n ¨²nica de orqu¨ªdeas, con 1.500 especies, semillas o h¨ªbridos.
La serie de las 20 reinas de Francia y mujeres ilustres, erigidas en los dos semic¨ªrculos de la rotonda central, se imponen a la mirada con naturalidad. Como las copias de la antig¨¹edad de Venus, Minerva con una lechuza en la mano, o Vulcano. Tambi¨¦n ornan enclaves precisos, o recovecos frondosos del jard¨ªn, ciervos en bronce, leones, un busto de Beethoven. Dos esculturas son, sin embargo, l¨ªmpidas. La gracia soberana y risue?a del fauno bailando, de Eug¨¨ne Louis, y el impresionante conjunto, de Auguste Ottin, Polifemo sorprendiendo a Acis y Galatea. Casi escondida en un nicho central, la fuente de M¨¦dicis, custodiada por columnas, como al fondo de alguna gruta monta?osa, tiene a sus pies un estanque buc¨®lico de aguas dormidas y piedras bordeada de vasijas y macetas con guirnaldas y hiedra. Aunque apacible, el lugar inspira el dilema rom¨¢ntico por excelencia del secreto traicionado. La parte oeste del jard¨ªn es la reserva privilegiada de los ni?os. Con 13 quioscos repartidos en las proximidades de las puertas, se ofrecen golosinas y juguetes, la zona tiene columpios y alberga el teatro de marionetas. Esa parcela propone muchas atracciones, pero siempre discretas.
Tiovivo y conciertos
Alrededor de los muros soleados de L'Orangerie, galer¨ªa de exposiciones temporales, muchas sillas met¨¢licas (todo el jard¨ªn est¨¢ lleno de sillas) estimulan a una pl¨¢cida lectura. Un poco m¨¢s lejos se juega al ajedrez, junto a las seis pistas de tenis, y el terreno de petanca. Es imprescindible descubrir (y, si la edad lo permite, montar) el tiovivo con caballos de madera, atracci¨®n de 1879 realizado a partir de los planos de Garnier, el constructor de la ?pera. Cerca del quiosco donde en verano peque?as orquestas ofrecen conciertos gratuitos, le chalet les gaufres (unos barquillos), con decoraci¨®n retro y servicio pausado, propone, dentro o en mesitas exteriores, rosbif, tortillas o huevos al plato con jam¨®n, vino y caf¨¦ por 11 euros.
Por el jard¨ªn de Luxemburgo se paseaba Honor¨¦ de Balzac en compa?¨ªa de su primer amor, madame de Berny; Baudelaire lo frecuentaba cavilando sobre el mal de las flores, y Guy de Maupasant lo describi¨® como "un jard¨ªn bello como dulce sonrisa de anciana". Verlaine y George Sand, poetisa y amante del compositor rom¨¢ntico Fr¨¦d¨¦ric Chopin, tambi¨¦n eran asiduos. Asociados desde siglos a la literatura y el arte, los barrios colindantes (no lejos, en la calle de la Antigua Comedia, se reun¨ªan Voltaire y los enciclopedistas) siguen imbuidos en una actividad intelectual intensa mediante librer¨ªas, cines, colegios y chocolater¨ªas. Para visitar este jard¨ªn, abrochado por sus cuatro esquinas por el magn¨¢nimo Pante¨®n, San Sulpicio, el teatro del Ode¨®n y las callejuelas del barrio Latino, hay que acudir sin la pretensi¨®n de ver nada. Dej¨¢ndose guiar por las manchas abstractas del color o las ca¨ªdas de perspectiva. El paseo ser¨¢ as¨ª bondadoso, tranquilo, filos¨®fico. Como los versos del poeta Alfred de Musset: "Lugar encantador, solitario asilo, / Abierto noche y d¨ªa al colegial con su libro en mano, / El so?ador con su pereza, / El amoroso con su amante, / Entran en ¨¦l como en un Para¨ªso".

GU?A PR?CTICA
Datos b¨¢sicos- Prefijo telef¨®nico: 00 33.- Poblaci¨®n: el ¨¢rea metropolitana de Par¨ªs tiene alrededor de 10 millones de habitantes.C¨®mo llegar- Iberia (www.iberia.com; 902 40 05 00) tiene vuelos de ida y vuelta a Par¨ªs, con salida desde Madrid y Barcelona, a partir de 140 euros,tasas incluidas.- Air Europa (www.air-europa.com; 902 40 15 01) vuela a Par¨ªs (aeropuerto de Orly) desde Madrid a partir de 163 euros, tasas incluidas.- Easyjet (www.easyjet.com;902 29 99 92) ofrece vuelos a Par¨ªs, con salida desde Madrid yBarcelona, a partir de 135 euros, tasas incluidas.Dormir- Home Latin (15-17 Rue de Sommerard; 143 26 25 21). Hotel en pleno coraz¨®n del barrio Latino, a cinco minutos del jard¨ªn de Luxemburgo y de la Universidad de la Sorbona. Habitaci¨®n doble, 79 euros.Informaci¨®n- Oficina de turismo en Par¨ªs (892 68 30 00).- Embajada de Francia en Espa?a (www.ambafrance-es.org).- www.parisinfo.com.- www.paris.fr.- www.franceguide.com.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.