Un matador de Queens salta al ruedo
Adrien Brody interpreta en una finca de Salamanca las primeras escenas de 'Manolete', donde da vida al mito del toreo
En Queens, el barrio donde Adrien Brody naci¨® hace 33 a?os, se conocen pocas vacas. Y la manoletina es una palabra con ecos m¨¢s fashion que toreros. Pese a eso, el actor, h¨¦roe en el ¨²ltimo King Kong, lleg¨® en febrero a Espa?a para ponerse un traje complejo e inc¨®modo: el del legendario matador Manuel Rodr¨ªguez, Manolete.
Con una muleta y un palo, Brody practica unos pases detr¨¢s de su cami¨®n-camerino. El torero Juan Antonio Ruiz, Espartaco, se comunica con ¨¦l mediante gestos mientras el hermano del diestro, Francisco Ruiz, hace de toro. Los tres se r¨ªen y bromean. "?Ingl¨¦s? No hace falta. ?l me entiende", comenta el torero de Espartinas.
Es el cuarto d¨ªa del rodaje de Manolete, la pel¨ªcula que dirige el holand¨¦s Menno Meyjes, que produce el espa?ol Andr¨¦s Vicente G¨®mez y protagoniza el actor neoyorquino. El equipo ha llegado a las nueve de la ma?ana a una finca de Matilla de los Ca?os, en Salamanca, donde han localizado una vieja plaza de tientos. En ella, las maneras de un jovenc¨ªsimo Manolete empiezan a despuntar.
Se calza unas manoletinas y espera. Se supone que la vaquilla le est¨¢ mirando
La lluvia (intermitente desde primera hora) retrasa el rodaje. El viento se suma a las inclemencias y, para colmo, un lejano tractor provoca un zumbido que se cuela en el sonido hasta desesperar al equipo. "Tenemos que parar esa m¨¢quina. ?Como sea!", grita el primer ayudante de direcci¨®n.
Fuera del tentadero, Brody sigue practicando. "Nadie puede ense?arle a ser torero, pero s¨ª se le puede preparar para que lo represente", dice Espartaco. "Lo que hemos intentado es que tenga una convivencia con el mundo del toreo, que sepa c¨®mo vivimos, c¨®mo es nuestro entorno, nuestra vida familiar, nuestras preocupaciones y nuestro miedo". "El miedo es muy importante", a?ade Espartaco. "Y ¨¦l ha entendido esa expresi¨®n de la verdad, de lo que siente un torero".
Durante m¨¢s de un mes, Brody vivi¨® en la finca de Sevilla de Espartaco. All¨ª, Cayetano Rivera Ord¨®?ez fue su otro asesor taurino. Poco antes de empezar el rodaje, Espartaco se encerr¨® con la estrella para hacer toreo de sal¨®n en un hotel de Madrid. Pero lo importante no es la t¨¦cnica sino la esencia, afirma el torero. "El pundonor. Eso era lo fundamental de Manolete. Dej¨® su vida por algo". El actor ha estudiado v¨ªdeos de faenas, libros y fotograf¨ªas. Ha escuchado centenares de historias y an¨¦cdotas. "Y ha estado en el campo, cerca de las vacas", a?ade Espartaco, cuya intenci¨®n inicial era no implicarse demasiado en el proyecto de Manolete. "No ten¨ªa ni ganas ni mucho tiempo libre, tengo que ocuparme de la ganader¨ªa. Pero conoc¨ª a Adrien, conviv¨ª con ¨¦l, y decid¨ª seguir".
Brody entra en el tentadero capote en mano. Le gusta el capote. Un lance por la izquierda, otro por la derecha. Media ver¨®nica. Agust¨ªn de Espartinas, su doble delante de las vaquillas, le observa apoyado en un burladero. A¨²n le queda entrenamiento, aunque dicen que lo pilla todo muy r¨¢pido. "?M¨ªrale! Ya le sale la revolera...", exclama Francisco Ruiz. "En todas las escenas con animales estaremos con ¨¦l", contin¨²a Espartaco. "Su comportamiento en la plaza es muy importante, pero tambi¨¦n lo es que se rueda con un ser vivo, que es el toro, y ni los toros ni las vaquillas son mu?ecos".
Para la escena de hoy est¨¢ previsto filmar con tres vaquillas. "S¨®lo se pueden torear una vez", explica el torero. "Una vaquilla toreada es muy peligrosa. Son demasiado listas y si vuelven a salir van directas a por ti. No perdonan".
El rodaje s¨®lo se interrumpe para comer. Durante una hora todo el mundo comparte comedor y men¨². Perfeccionista y obsesivo hasta el extremo, Brody -que en 2002 gan¨® un Oscar al mejor actor por El pianista- se sienta al lado de su dialogue-coach (entrenador de di¨¢logos), una mujer madura con la que no para de hablar y con la que seguir¨¢ estudiando cuando termine la jornada de rodaje. El actor no quiere hablar con periodistas mientras rueda. Son las condiciones que impone un actor que lleva m¨¢s de dos meses viviendo en Espa?a solo. No le acompa?an ni agentes, ni publicistas y s¨®lo su madre, la fot¨®grafa h¨²ngara Sylvia Plachy (que prepara una exposici¨®n en Madrid), le visit¨® unos d¨ªas.
El actor de Las flores de Harrison (donde hizo el vigoroso retrato de un fot¨®grafo de guerra) o de Love the hard way (en la que interpret¨® a un atormentado ladr¨®n de poca monta que se paseaba por las calles de Nueva York con su chupa de cuero) cruza el ruedo del tentadero con su particular manera de caminar, uno de sus rasgos m¨¢s personales. Se balancea con ese aire de hip-hopero que el cineasta franc¨¦s Michel Gondry exprimi¨® para el anuncio de un conocido refresco. Brody saluda al visitante con una broma.
Guap¨ªsimo. M¨¢s all¨¢ de los cent¨ªmetros de su nariz, Brody tiene un aire chulesco y serio que le emparenta con la saga torera. Es flaco como Manolete. Los ojos muy verdes y la piel muy blanca. El pelo liso como una tabla. "No, as¨ª de liso no lo tiene. Le paso unas planchas que he comprado en Londres y le queda as¨ª", explica Antonio Panizza, el peluquero de la pel¨ªcula. "?l tiene una onda muy bonita, le te?iremos de canas para el Manolete adulto. El torero ten¨ªa un mech¨®n blanco que se echaba para atr¨¢s. Muy fino".
En la escena que se rueda hoy, su apoderado, Pepe Flores, Camar¨¢ (interpretado por Juan Echanove), le instruye ante el se?orito Enrique de Ahumada (Josep Linuesa). La vaquilla va a salir al ruedo y el joven torero la espera.
-?Qu¨¦date vertical!, ?vertical! ?Sabes a qu¨¦ se parece una estatua? Recto, recto, como Jes¨²s. As¨ª. Bien. -Le grita Camar¨¢.
La pel¨ªcula se rueda en ingl¨¦s y las tres vaquillas siguen encerradas. Cuando toca rodar su plano, Brody exige que le den la r¨¦plica aunque los otros actores est¨¦n fuera de campo. Calienta el cuello y los hombros como un boxeador hasta que la c¨¢mara entra en acci¨®n. Se agacha, se quita las botas, se gira y las tira. Se calza unas manoletinas y espera. Se supone que la vaquilla le est¨¢ mirando.
"Yo de cine no s¨¦ nada. Y tampoco s¨¦ lo que ¨¦l realmente siente o piensa de los toros, pero le he visto solo, en una cultura totalmente diferente a la suya, y me ha parecido un valiente", sentencia Espartaco.
Linares, 1947
Manolete naci¨® en C¨®rdoba en 1917 y muri¨® el 28 de agosto de 1947 en Linares. Toreaba junto a Gitanillo de Triana y Luis Miguel Domingu¨ªn. Los astados, de la ganader¨ªa de Miura. El quinto toro, Islero, le enganch¨® por el muslo derecho hasta derribarlo. El diestro muri¨® a las cinco de la madrugada.
Era un hombre sobrio y recio. "Duro y seco como el palo de una escoba", seg¨²n le defini¨®, al poco de conocerle, Lupe Sino, la actriz que acabar¨ªa siendo su novia y que ahora interpretar¨¢ Pen¨¦lope Cruz.
Manolete es b¨¢sicamente una historia de amor. Cuenta la relaci¨®n de un torero m¨ªtico y una actriz vitalista y hermosa. Tiemblan los esquemas vitales de un hombre reprimido, enmadrado y retra¨ªdo que s¨®lo ha vivido para una meta: ser figura del toreo.
Menno Meyjes (que ha colaborado en guiones como Indiana Jones y la ¨²ltima cruzada o El color p¨²rpura, de Spielberg, y que adapt¨® al ingl¨¦s la pel¨ªcula de Fernando Trueba El sue?o del mono loco) persegu¨ªa desde hace a?os contar esta historia que, al parecer, le obsesiona. Una osad¨ªa cercana al sacrilegio para muchos amantes de la figura del diestro.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.